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XIX Carrera Urbana San Pedro de Alcántara



He corrido varias ediciones de la Carrera Urbana de San Pedro, pero solo en una de ella me llevé trofeo, al quedar en sexta posición en la categoría cadete, hace ya muchos años.

Este año sabía que no habría sorpresas en cuanto a si ocuparía alguna de las seis posiciones (gran decisión por parte de la organización de la carrera, ya que motiva muchísimo a los atletas, sobre todo a los más jóvenes) que conforman el podio de esta carrera urbana.

En mi primer año como corredor sénior las posibilidades de alzarme con un trofeo eran algo más que remotas, puesto que el año pasado, sin ir más lejos, de entre los 25 primeros corredores en cruzar la línea de meta, había 7 pertenecientes a la categoría sénior, 4 de ellos entre los 10 primeros clasificados de la absoluta.

Por esto mismo mi planteamiento fue el de un entrenamiento con liebres, salir con los primeros a un muy buen ritmo, descolgarme cuando no pudiese más y recuperar a un ritmo más cómodo y durante la segunda vuelta intentar mejorarlo aún más, hasta que me diesen las fuerzas.

La verdad es que me tomé la carrera de forma muy relajada al saber que no me jugaba nada, pensaba que al no tener el estímulo de poder conseguir premio ni rebajar marca (para ello suelo usar carreras de distancias exactas y cronometradas por chip, de 10, 15 o 21 km), iba a correr con una motivación menor, pero la verdad es que corrí totalmente libre de presiones y me sentí muy cómodo.

Pero comencemos el relato de la carrera por el principio: La noche anterior.

Vaya semanita de feria, se dice mucho de si se prohíben o no estilos de música pero ni con doble acristalamiento, persianas bajadas y tapones en los oídos hay quien pegue ojo… no descansé nada, y a las 8, en pie.

Pero bueno, la motivación de correr, aunque sea una distancia cortita y en una categoría muy exigente me daba energías.

Tras desayunar un plátano, un yogur y un batido, cogí mis cosillas y fui empezando la ruta de recogida de acompañantes.

En Marbella me llevaron, pero hoy me tocaba a mi conducir, y comencé yendo a Los Pacos a recoger a Gonzalo, que tras correr en Torremolinos se volvió a animar a competir (a ver si lo engancho del todo, lo motivo para entrenar y se mete de lleno en el mundillo).

Después fui a recoger a Sergio, que estaba algo resfriado y no había podido entrenar desde la Media Maratón de Marbella, por lo que no esperaba hacer un gran tiempo este año.

Y por último, recogimos a María José, habitual acompañante en carreras de esta temporada, y a María, que tras una temporada de casi dos años por Suecia ha vuelto a España, y ya que estaba por aquí decidió venir también.

Llegamos a las 10 a San Pedro, y tras confundirnos de polideportivo, encontramos el arco de salida y meta, donde los más pequeñines estaban ya compitiendo.

Gonzalo y yo ya teníamos inscripción hecha, pero Sergio y otros compañeros del club habían reservado dorsal como club, por lo que hablaron con Toni para preguntarle dónde los podían retirar.

Recogimos los dorsales y, aunque yo, precavido como siempre, había llevado imperdibles de casa, ya se habían acabado, y Gonzalo y Sergio tuvieron que buscárselos, pero como los atletas de categorías inferiores tenían y acaban antes de empezar nosotros, no tuvieron problema en conseguir unos pocos para sujetar el dorsal.

En el recinto de llegada a meta nos encontramos con compañeros del Club de Atletismo Fuengirola, como Manolo, Javi y José Manuel, al que no vi en piragua en la Media Maratón porque la corrió también, ya me pareció extraño en su momento… Y nuestras acompañantes nos sacaron una foto de grupo.


Estuvimos charlando animadamente y viendo correr al futuro del atletismo, muy bien promocionado en esta carrera, hasta que empezó la entrega de trofeos de las categorías inferiores (un acierto, ya que así los niños no se impacientan esperando hasta que acabemos los mayores), en el cual empezamos a trotar ligeramente.

Como Gonzalo no conocía el circuito se lo fui explicando, y lo guie por la bajada y los primeros kilómetros de carrera, para enseñarle lo rápida que es la prueba en general, sobre todo en el inicio.

Al paso por meta a la vuelta estaba acabando ya la entrega de trofeos, y decidí ocupar una posición central bajo el arco de meta, ya que, a falta de escasos 15 minutos para el comienzo de la prueba quería reservar una buena posición, a fin de que no se repitiese el comienzo tan lento que tuve en Marbella en la media maratón.

Además, al ser una carrera rápida y tener el planteamiento de empezar fuerte, mejor no tener obstáculos nada más empezar para arrancar con buen ritmo.

Aun así hubo gente que acabó colocándose delante de mí, pero ocupaba una buena posición, dentro de lo que cabe (empecé 3 hileras por detrás de donde pretendía).



El comienzo fue rapidísimo, como siempre, y durante el primer kilómetro me mantuve en cuarta posición, hasta que llegando el kilómetro y medio me empecé a descolgar un poco y una decena de atletas me pasaron.


Mantuve el ritmo constante, pero desacelerando ligeramente, y al girar en la rotonda para subir y pasar por primera vez por meta, volví a apretar un poco, cogiendo a algunos atletas que me habían adelantado durante la subida, entre ellos, la primera clasificada femenina.


La primera vuelta se me pasó volando, pasando por poco los 11 minutos según miré de reojo al sobrepasar el arco de meta, y en la bajada volví a incrementar de nuevo un poco el ritmo.



No quise forzar demasiado para poder llegar con más fuerzas, pero cuando veía que podía alcanzar a alguien apretaba un poco y al pasarlo desaceleraba suavemente.

Mi objetivo favorito eran los corredores del San Pedro Atletismo, ya que había una gran representación en la carrera y las camisetas rojas eran muy vistosas y me permitían identificarlos desde lejos.


En la cuesta en la que me había adelantado la atleta que ocupaba en ese momento la primera posición femenina durante la vuelta anterior, comencé a verla de lejos, y decidí intentar pasarla en el mismo punto en el que ella me había pasado a mi antes, pero había más de 50 metros entre nosotros y a medio cambio de ritmo decidí reservar fuerzas, ya que aún quedaba el último tramo de subida.



Me fui acercando más y más, pasando a la gran mayoría de corredores que me habían adelantado durante mi bajada de ritmo de la primera vuelta, y subí la cuesta final a buen ritmo, llegando al arco de meta casi sin aliento del esfuerzo.



Como sabía que no iba a tener opciones de alzarme al podio ni remotamente, no seguí mi tradición de acabar con un sprint, y en el descenso suave para entrar en el recinto de meta mantuve el ritmo de la subida y recobré el aliento, entrando por meta con una velocidad considerable pero no siendo ni de lejos un sprint.





Paré el cronómetro en 00:21:28, tiempo clavado al oficial, es decir, más de 2 minutos más rápido que en mi mejor tiempo en el circuito, conseguido el año pasado (00:23:39), en el que ocupé la posición 110 de la clasificación general.

Llegué con la boca súper seca, así que tras coger mi camiseta conmemorativa de la prueba (Mi más sincera enhorabuena a quien se le ocurriese lo de “Relaxing Cusp with zapatillas, se le va a dar muchísima publicidad a la prueba, al menos por mi parte, luciendo la camiseta), me dispuse a coger un vaso de agua y uno de refresco, pare rehidratar.


Aún me parece increíble que habiendo estado todo el invierno y media primavera sin hacer absolutamente nada de ejercicio físico sea capaz de empezar la temporada de esta manera, batiendo records en cada prueba que corro, y con ritmos medios impensables para mí el año pasado, como el de esta carrera, de 3:34 minutos por kilómetro, 21 segundos por kilómetro más rápida que la Carrera de San Miguel de Torremolinos, que ya la hice a buen ritmo.

Con la camiseta echada al hombro y un vaso en cada mano salí a la zona del arco de meta, para ir viendo la llegada de mis compañeros y animarles en los últimos metros.

El primero en llegar fue Manolo, que está que se sale esta temporada, y una vez más hizo un tiempazo.


Tras él, llegó Sergio, que tuvo problemas para respirar debido al resfriado e incluso se tuvo que parar durante el transcurso de la prueba.


Mientras llegaba Gonzalo decidí que la camiseta ya había empapado suficiente sudor, y me puse la original camiseta de la prueba.

A los pocos segundos de cambiarme, vi como Gonzalo empezaba a afrontar el final de la cuesta y comenzaba a recorrer el leve descenso que guiaba hasta el arco de meta, y que cruzó en menos de 30 minutos, con un tiempo de 00:29:44, es decir, a un ritmo medio de 4:57 minutos por kilómetro,  bajando en casi un minuto el ritmo por kilómetro respecto al ritmo que hizo en la Carrera de San Miguel de Torremolinos, en la que corrió a 5:45 minutos por kilómetro de media.



Es una progresión increíble, y más teniendo en cuenta que no entrena en absoluto (o eso me cuenta, tendré que investigar), ya que si es capaz de bajar casi un minuto por kilómetro sin entrenar puede tener una progresión estratosférica con un programa de entrenamiento adecuado y fuerza de voluntad para cumplirlo.

Cerraron la representación del Club Atletismo Fuengirola Javi y José Manuel, no fuimos una comitiva muy numerosa pero creo que los que fuimos cumplimos, cada uno dentro de su nivel.

Nos estuvimos rehidratando mientras compartíamos nuestras experiencias y opiniones de la carrera, y coincidimos justo al lado con el campeonísimo Javier Díaz Carretero, que muy amable él se ofreció a echarse una foto con nosotros y a entregarnos unas tarjetas firmadas.



Tras unos instantes nos comunicaron que las clasificaciones estaban siendo colgadas en el lateral del recinto, y allá que fuimos todos, ya que aunque fueron nombrando a los campeones de cada categoría, quería ver mi posición en mi primera carrera como sénior y mi posición en la general.

Había un tumulto considerable, y tras unos eternos minutos de espera logré ver mi nombre en la clasificación, aunque no podía creerme lo que estaban viendo mis ojos.

Había obtenido la octava posición (en un principio pensé que era la séptima, o lo vi mal o en posteriores actualizaciones de la clasificación corrí un puesto al añadir un corredor que se hubiesen saltado, no sé cuál fue el caso).

No me podía creer que por menos de dos segundos no fuese a obtener posición en el podio, especialmente tras haber acabado con un final relajado, de haberlo sabido hubiese entrado dándolo todo y un poco más.

Ahora que veo que fui el octavo no me importa tanto, puesto que el 6º clasificado sénior entró doce segundos por delante de mí, y posiblemente no lo hubiese pillado aun esprintando.

Aun así esperamos a la entrega de premios, por si acaso caía algo, pero no fue el caso (tal y como esperaba se rompió mi racha de podios del inicio de temporada), así que nos encaminamos vuelta al coche.

Me llevo muy buen sabor de boca de la carrera porque las sensaciones que tuve fueron muy buenas, me vi con muchísimas fuerzas y creo que el año que viene estoy en condiciones de estrenarme en la carrera como sénior (crucemos los dedos).

A la vuelta fue difícil establecer otro tema de conversación que no fuese el atletismo, pasando de la carrera a maratones, de maratones a medias, de medias a ultras… El trayecto de vuelta se me hizo súper corto, especialmente comparado con el de la ida, en el que iba preocupado de encontrar el camino correcto con el tiempo apurando y no pudiendo acelerar (ir a 80 es un crimen en esa carretera, pero con todo lleno de radares ni se me pasa por la cabeza subir la velocidad).

Dejé a Gonzalo y a Sergio, me duché, y me fui con mis acompañantes favoritas a recoger fuerzas, al Bistró Vegetalia (te hubiese encantado Gonzalo, vente un día), en el que repusimos todo lo perdido con hamburguesitas de soja, estofado de verduras, arroz vegetal y verduras varias.

Es un sitio íntimo, familiar, con un ambiente súper agradable y una comida muy buena a un precio asequible, desde aquí animo a todos aquellos que no hayan estado nunca a probarlo.

Fue un final fenomenal para una mañana inmejorable, que espero que se repita dentro de poco (y quién sabe si el año que viene con participación de nuestras acompañantes en la carrera, como Javi propuso, todo se verá).

Con esto finalizo la crónica de la carrera, un saludo a todos, ¡y nos vemos en la próxima! (para mí Motril, en 8 días).

Comentarios

  1. Fue un día genial!! Muchas Gracias por invitarme Juan y después de ver el entusiasmo de todos, el ambiente de la carrera; me han entrado el gusanillo de correr en la próxima y de empezar a correr otra vez pero poquito a poco.
    Así que cuando empiece iré mandándote mis tiempos y distancias (aunque van a ser cortitas).
    Muchas Gracias por todo Juan.
    Fue muy divertido!!

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    Respuestas
    1. No hay de qué, gracias a ti por asistir =p
      Si quieres que te aconseje con lo que sea sabes que aquí me tienes María ;)
      Un besito!

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