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Transición al minimalismo (semana 3) - Objetivo: XXIV Media Maratón de Málaga'14


¡Buenas tardes! antes que nada me disculpo por retrasar un día la entrada semanal sobre mi transición al minimalismo, pero por motivos personales (académicos sobre todo) ayer no pude salir a entrenar, y hoy por los pelos, me he pegado un buen madrugón, pero a 4 días de la maratón, si no iba hoy ya no iba.


El tiempo hoy ha sido bueno, un poco fresco, sobre todo debido a la hora, y algo ventoso a la vuelta, pero ni rastro de las nubes y los chubascos que me acompañaron hace dos y tres semanas (menos mal).

Bueno, me dejo de preliminares y comienzo a contaros que tal ha ido la cosa hoy, aunque os adelanto que ya estoy a tope (si no al 100% al 90% largo) y he recuperado totalmente del trail de Sierra Blanca del pasado sábado (o al menos, así lo siento tras haber acabado esta sesión).

Como ya comenté en otras entradas, me cuesta "espabilarme" cuando me levanto temprano para correr, o con pocas horas de sueño en el cuerpo (hoy han sucedido ambos acontecimientos), por lo que el primer kilómetro me costó "arrancar".

Subí la cuesta trotando giré a mano izquierda entrando en la Avenida Jesús Santos Rein y comencé a bajar intentando aumentar un poco el paso, pero sin mucha convicción.

Llegué al carril bici, donde me encontré a mi hermana y a una amiga esperando a que les recogiesen para ir a la universidad, y en lugar de seguir por la jardinera decidí continuar recto, ya que seguía bastante adormilado y no quería tropezar antes de tiempo.

El primer km, por lo tanto, me salió más lento que en otras sesiones, a 4:49.

Sin embargo, entre que el frío empezó a despejarme y a que ya estaba en calor, decidí pegarme un kilómetro a un tute más elevado para despertar del todo, recorriendo la Avenida de las Gaviotas de punta a punta a 4:31.

En la subida a los Olimpos bajé el ritmo para recuperar, haciendo ese tramo prácticamente a 5, pero sin la sensación de piernas "muertas" que tuve en la tirada del lunes y sin molestias de ningún tipo.

Llegué arriba totalmente activo y muy contento con las sensaciones que me transmitía mi cuerpo, puse un ritmo constante y traté de mantenerlo tanto con la pendiente a favor como en contra.

Llegué al semáforo de la cuesta de los elefantes, donde di la vuelta en 20:00 en la primera sesión de transición en 19:40, bastante tranquilo y manteniendo el ritmo pese al creciente desnivel, por lo que estaba muy motivado.

Durante el primer kilómetro me di cuenta (al principio pensé que por el sueño) de que no me molestaba en absoluto correr sobre el carril bici, así que hoy he hecho todo el entrenamiento (salvo el último kilómetro) sobre acera, y tengo los pies como nuevos, cada vez resisto superficies más duras sin problemas.

Llegué al hotel de los elefantes, comencé el descenso y posterior ascenso y pasé en 25:20 el punto en el que di la vuelta en la sesión de la segunda semana, del miércoles pasado.

A pesar del primer kilómetro de relax y del cambio de ritmo (y su posterior recuperación) inicial, solo estaba rodando ligeramente más lento que en la sesión anterior, y hoy tocaba volver en 30:00, así que no sería raro que volviese más lento.

Continué el ascenso hasta la curva cerrada que corona la carretera y descendí ligeramente, llegando a Torremuelle.

La sesión de hoy, aparte de ser la más larga, ha sido la que más desnivel ha tenido (quitando la tirada larga de la semana pasada), pero a nivel de fatiga la he aguantado perfectamente.

Di la vuelta en 30:00 en la parada de autobús de la rotonda del barco (al lado del hotel Playabonita), clavando 6500 metros (tengo medido ese circuito de cuando estuve entrenando en agosto del año pasado para volver a correr una media maratón en condiciones, antes de empezar a darme caña para debutar en maratón).

A la vuelta decidí que no iba a mirar el crono, decidí disfrutar de las sensaciones y tratar de volver más rápido sin prestarle atención al reloj, escuchando mi cuerpo.

Había entrado en calor hace rato, por lo que no notaba el frío, el sol brillaba en el cielo, acompañado de algunas nubes que no llegaban a eclipsarlo, y el olor a salitre flotaba en el aire, pese a que el mar estaba tranquilo.

La mañana era perfecta para correr, desde luego el madrugón valió la pena.

Volví haciendo un poco de fartlek, apretando en las subidas (ahora a posteriori veo que en 4 km hice aproximadamente uno a 5:00, uno a 4:30, uno a 5:00 y uno a 4:20, coincidiendo con tramos de ascenso y descenso casi a la perfección), y probándome más a fondo en los últimos 3 kilómetros.

Sabía que el GPS se había comido algunos metros de nuevo (hoy 270 en total entre ida y vuelta, cuando hay desnivel responde regular nada más), así que no le hice mucho caso, iba pendiente a mis propios latidos y a mi respiración que al feedback del GPS o a la música.

Como en la semana previa a la maratón de Málaga tuve molestias varias y esta semana estaba empezando a experimentar los mismos síntomas, decidí apretar desde la zona de los Olimpos hasta el final de la sesión, con el objetivo de espantar totalmente a esos fantasmas, ya que no volveré a correr hasta el domingo y esta semana he entrenado solo dos días, contando éste.

Desde la parada de autobús antes de llegar al reloj de sol inicié un cambio de ritmo, y pasé los últimos 3 kilómetros a cerca de 4:25 los dos primeros y el último por debajo de 4, acabando con el mejor final de sesión de Fivefingers hasta la fecha.

La sesión de hoy ha sido de 13 kilómetros, recorridos en 59:21, conseguí el objetivo de hacer la vuelta más rápido y sin preocuparme de ritmos ni hacer caso al reloj, disfrutando, como a mí me gusta.

El ritmo promedio ha sido de 4:34, ligeramente inferior al de la semana pasada, pero teniendo en cuenta que he ido un poco a mi aire a la vuelta y que las sensaciones han sido excelentes (bueno, y he recorrido 2000 metros más), pienso que el resultado de esta sesión es incluso mejor que el de la semana pasada.

Esta ha sido la ruta que he seguido, como veis, semana a semana aumenta un par de kilómetros:



La evolución de las 3 semanas las podéis ver en esta tabla, por ahora el mejor ritmo fue el de la semana pasada, pero pienso que el de esta no se queda atrás:




Aclaro, ya que el GPS no es exacto (es una app del móvil que suele funcionar por lo general pero tiene sus momentos), que la primera semana tardé 39:46 en recorrer 8400 metros, la segunda semana 49:19 en recorrer 11.000 metros y ésta, 59:21 en recorrer 13.000 metros.

La experiencia sigue yendo "sobre dedos", ya corro tan cómodo con zapatillas minimalistas como con calzado tradicional sobre todas las superficies que he probado hasta ahora, y lo que es más... Empiezo a rendir al mismo nivel que con calzado normal.

Mirando en mis registros cuando fue la última vez que hice sesiones de 30 minutos y vuelta he encontrado 3, las 3 en el mes de agosto (estaba preparándome para ser capaz de afrontar con éxito la media maratón de Marbella, y comenzando a recuperar la base para aplicar en septiembre mi plan de entrenamiento para maratón).

Son lejanas en el tiempo, pero la mejor de esas tres sesiones fue una en la que alcancé 6200 metros en 30:00, pasando a la vuelta la hora por más de un minuto, por lo que tanto en ritmo como en sensaciones estoy empezando a sentirme yo mismo.

Ya tengo decidido cuál será mi estreno en asfalto con minimalistas, en la XI Subida a Nagüeles del próximo día 28.

Solo la he realizado una vez, hace varios años, así que no sé si encontraré registro del tiempo para poder comparar, aunque intentaré que así sea.

Despido el tema hasta la semana que viene, ya con la mente en Sevilla.

¡Un saludo a todos!

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