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XVI Media Maratón Álora Valle del Sol


Tras bajar en más de 8 minutos mi marca personal en la maratón de Sevilla estoy de semana de recuperación, en la que he corrido solo 41 kilómetros y de esos 41, 28 en competiciones.

Hace dos días participé en la subida a Nagüeles, en la que no forcé demasiado, y hoy tocaba Álora, en la que tenía pensado darme más caña pero en la segunda parte, si llegaba con fuerzas.

Había corrido en la edición del año 2011 con Pablo Madrid como liebre, obteniendo un tiempo de 1:40:01 (y primera posición promesa) en una carrera marcada por la lluvia el viento y el frío, así que, pese a que llegué fuerte a esa edición, tenía la convicción de que bajaría la marca en, al menos, 5 minutos.

Aquí estábamos los dos volviendo de Pizarra, kilómetro 12, aquel lluvioso 6 de marzo del 2011:


Sabía a qué me tendría que enfrentar a la que es, por consenso popular, la media maratón más dura de la provincia de Málaga (aunque tenía que comprobarlo personalmente, ya que la tenía lejos en el recuerdo y la media de Alhaurín tuvo meneo, al final os contaré mi veredicto), por lo que no me planteé salir a hacer marca o a dejarme la piel, ya que aun no le puedo meter esa paliza al cuerpo tras la maratón.


Me levanté a las 7:00 y tras desayunar (un par de plátanos, tostada con higos, chocolate con leche y un zumo de naranja, desayuno completito, de los que me gustan) salí hacia Mercacentro, punto de encuentro de los compañeros del Club Atletismo Fuengirola.

La previsión era de lluvia y recordando el tormentazo de la última edición, decidí estrenar en carrera las impermeables skechers, premio del trail Sierra Blanca.

Sé que con casi 30 maratones en mis piernas probar unas zapatillas nuevas sin rodaje apenas en una carrera es un error de novato, pero como suponía que quitando en los tramos con pendiente a favor no rodaría a los ritmos a los que estoy acostumbrado no tendría por qué pasar nada.

También estrené calzonas, las que daban con la bolsa del corredor en la maratón de Sevilla, ya que aunque la camiseta estaba ya seca la parte de abajo de la equipación seguía húmeda todavía.

El primero en llegar a Mercacentro fue Leo, y poco después llegaron Salvi, Manolo, Rocío, Javi, José Luis y Rocío, comitiva casi completa del club (José, Claudio, Mario, Julio y Marco participaron también, pero nos los encontramos ya en Álora).

Organizamos los coches y pusimos rumbo a Álora, adonde llegamos sin demasiados percances.

El tema del aparcamiento estaba difícil, pero encontramos una cochera sin vado (y bastante estrecha, creo que era más bien un almacén) y allí aparcamos.

Yo me quité la primera capa y me quedé ya listo para correr, aunque faltaba casi una hora para el inicio de la carrera, pero una vez que entro en el ambientillo de las carreras me cuesta mucho dejarlo así que de esta forma no tengo luego que volver al coche.

Retiramos nuestros dorsales y nos echamos una foto de grupo:


Tras ello mis compañeros del club desayunaron en una cafetería cercana a la plaza donde tendría lugar la salida, así que me fui con ellos.

No tenía frío, pero se estaba mucho mejor en el bar que en la calle, especialmente cuando soplaba el viento.

Cuando salimos del bar nos encontramos con más compañeros, como Julio o Marco.



Tras el desayuno, mis compañeros fueron al coche a cambiarse así que estuve caminando por la plaza, encontrándome a un montón de amigos y conocidos, como Rafa Merino, antiguo profesor mío de la UMA con quien estoy coincidiendo últimamente en todas las medias, Paco y Chemari, muy buenos atletas a los que me encuentro también allá adonde voy y muchos más.

También me saludaron algunos atletas a los que no conocía (pero ellos a mi sí, gracias al blog), como un corredor que estuvo también en Sevilla (creo que me comentó que hizo 2:40:00) y que al final hizo podio en su categoría.

Cuando se iba acercando la hora de la salida me animé con algún sprint corto también, y a las 9:50 me coloqué detrás de Paco y Chemari, con la intención de hacer los primeros kilómetros con ellos, como en la media de Torremolinos, por ejemplo (siempre que pudiese aguantarles el ritmo).

A las 9:55 Rocío, Mario, Manolo y otros compañeros del club me saludaron desde atrás (estábamos codo con codo); Ya estábamos todos listos para la salida.

Llevaba el control del tiempo con el reloj de la farmacia de la esquina, a las 9:59 les deseé suerte a todos, a Paco, a Chemari y a mis compañeros del club, pero la salida se retrasó hasta cerca de las 10:10.

Con el pistoletazo de salida comenzó la carrera, con una salida un tanto lenta, en la que avancé a trompicones hasta llegar a la Avenida Cervantes, en la que salí fuera de la marea humana y corrí entre las casas y los pivotes de cemento.





Paco y Chemari se me habían alejado ya bastante y en el giro de la Avenida Pablo Ruiz Picasso, kilómetro 1, me sacaban cerca de 100 metros de ventaja.

Decidí dejar que se fuesen y afrontar con fuerzas la segunda mitad de la carrera, ya que aunque no notaba molestias pese a comenzar a un ritmo bastante elevado (3:40) tenía muy recientes la maratón, la subida a Nagüeles y el día de Paintball, así que posiblemente me faltase fuelle en la segunda mitad.

Recordaba la salida rápida, pero ni por asomo tan rápida, ya que pasé por los kilómetros 2 y 3 a un ritmo de 3:40 y 3:45, bastante cómodo y adelantando a casi tanta gente como me adelantaba a mí (salí a unos 3-4 metros de la cabeza de carrera).



El camino de la estación se me pasó en un suspiro, las zapatillas me iban bien, el ritmo era elevado pero estaba dejándome ir, no estaba forzando y el tiempo era fenomenal, chispeó un poco antes de salir pero la lluvia nos respetó, y pese a estar nublado la temperatura era muy agradable.

Tras el kilómetro 3 pasamos sobre las vías del tren y sobre el Guadalhorce, mientras la pendiente se comenzaba a estabilizar (y yo estabilizaba mi ritmo a las circunstancias, bajando hasta 4:25 en ese primer kilómetro "en llano").

Tenía un poco de sed, habíamos pasado un avituallamiento tras el kilómetro 2 pero sabía que era para la vuelta de Pizarra y me daba apuro coger un vaso cuando no llevábamos ni 10 minutos de carrera, pero todavía no se veía el siguiente avituallamiento, así que probablemente estaría justo en el kilómetro 5 o poco después.

Me habían comenzado a pasar más atletas de los que yo adelantaba, la mayoría progresivamente, entre a los que identifiqué a varios conocidos de otras carreras, como Paco, del Club de Atletismo Guadalhorce, que iba hoy con la equipación nueva.




Yo continuaba a mi ritmo, quedándome más adelante "aislado" durante breves momentos.

Poco después me pasó otro muchacho del mismo club, que comentó junto con el grupito de atletas con el que iba que estaban clavando el ritmo de 4:00 el kilómetro.

Sabía que me había dejado de ir en la bajada, así que me di un kilómetro de margen para recuperar e intentar pegarme un poco a ellos (estaban a unos 4 metros de distancia), de forma que me sirviesen de guía para marcar los kilómetros.

Recordaba que en la última edición el avituallamiento estaba justo enfrente del restaurante Los Caballos, pero en esta edición no fue así.

Pasé el kilómetro 5 en 4:28, pegado a ellos, sin ver aún el avituallamiento, así que seguí avanzando por la A-343.

Poco a poco el grupito se fue alejando y se me fue acercando un corredor por mi derecha, pero no le presté mucha atención.

Cerca del kilómetro 6 estuvo el avituallamiento, y aunque en el mismo le recorté un poco la distancia al corredor que se me había estado acercando, no tardó en recuperar la posición.

De hecho me adelantó por un par de metros y al fijarme en que llevaba la equipación del Cuevas de Nerja-UMA le pregunté si conocía a Emma Baxter, ya que me comentó que varios de sus compañeros de entrenamiento y club vendrían hoy a Álora.

Me dijo que le sonaba el nombre y que seguramente la conocería de vista, aunque en ese momento no caía en quien era; Nos presentamos (se llama Rubén) y nos pusimos a correr a la par.

De repente vi que Paco (del Guadalhorce) volvía andando con muy mala cara por el margen de la carretera, tenia pinta de ser algo muscular, así que espero que se mejore pronto.

Ésta era la primera edición en la que Rubén participaba, así que le fui comentando como era el circuito, que tiempo había hecho con anterioridad y qué ritmo llevaba más o menos mientras continuábamos corriendo a muy buen ritmo (sin percatarme clavamos un ritmo de 4:13 en 3 kilómetros consecutivos, esa parte se me pasó volando sin darme cuenta apenas).

Poco antes de que el desnivel comenzase a ser positivo (lo que se traduce en cuestas) me encontré con un antiguo compañero de la diplomatura de Educación Física de la UMA, Borja González, que me dio ánimos.

En el kilómetro 8 Rubén empezó a alejarse y mantuvo una distancia de varios metros con respecto a mí mientras íbamos adelantando a varios corredores progresivamente, pero en el kilómetro 9, llegando a la entrada a Pizarra, lo alcancé de nuevo.

Me sentía muy cómodo, y de hecho había ido posando para todos los fotógrafos que vi por el camino, pero en cuanto se inclinaba la pendiente Rubén se alejaba sin esfuerzo, aunque apretando un poco lo acababa pasando (y adelantando en las bajadas).





Al volver a la par con él le dije que ya mismo llegaríamos, daríamos la vuelta y haríamos lo mismo que habíamos recorrido pero al revés, siendo los 3 últimos kilómetros de cuestas importantes.

Le comenté también que en mi última participación, cuando vi a lo lejos la rotonda de la entrada a Pizarra comenzaron a pasar por el otro lado de la carretera los primeros clasificados de la general, pero este año los vimos pasar varias decenas de metros más adelante, señal de que iba camino de mejorar la marca (pensaba que a pesar de la carga de kilómetros de competición que llevaba acumulada podría bajar sin problemas de 1:35:00).

Vi a Antonio Caba en el grupo que lideraba la carrera, y le animé a grito de "venga esos corredores de Torremolinos"; Desde que le vi como liebre de 1:15:00 en la media de Torremolinos se ha ganado mi más profundo respeto como corredor.

El segundo avituallamiento estuvo en el interior de Pizarra, entre los kilómetros 10 y 11, en Calle Málaga si la memoria no me falla (me pareció curioso el nombre) y repuse agua de nuevo, de botellín como a mí me gusta.

Me había dado cuenta de que cuando el perfil era ascendente Rubén me sacaba varios metros de distancia y yo se los recuperaba cuando éste era descendente, y cuando tras el avituallamiento volvimos a correr a la par se lo comenté.

Me dijo que él se había dado cuenta también, y cuando le dije que en trail yo voy mejor al revés (subo mejor que bajo) me dijo que a él le pasa lo mismo pero de forma opuesta, que baja mejor que sube.

Corrió también en Calamorro, entre otros trail, así que no se amedrentó cuando, saliendo de Pizarra, le dije que nos esperaba un desnivel considerable en los últimos kilómetros.

Pasamos el kilómetro 11 en la Avenida de la Fuensanta, a punto de abandonar pizarra, y empecé a ver varias caras conocidas al otro lado de la carretera, entrando a pizarra, como las de José Luis, Javi Julio, José o Juan, de Torremolinos, entre otras, a los que animé conforme me los iba encontrando.

En el kilómetro 12, poco después de encontrarnos con la cola del pelotón de carrera, empecé a quedarme un poco por detrás de Rubén, mientras un fuerte viento nos soplaba de cara, haciendo el ascenso más difícil, aunque no me di por vencido y en el 13 lo alcancé de nuevo.

Sabía que cada vez quedaba menos y me sentía fuerte, motivado porque desde la salida de Pizarra no nos había adelantado ningún corredor y nosotros si que fuimos dando alcance a varios, así como a varios grupitos de atletas.

Desde la salida de Pizarra habíamos rodado a un ritmo de entre 4:25 y 4:30, con el que iba bastante cómodo, y aprovechaba los tramos descendentes, en los que recuperaba energía alargando la zancada para charlar con Rubén.

Llevaba cerca de 10 medias maratones en sus piernas y una maratón, la maratón de Málaga, en la que ambos debutamos, y conversando sobre trails y pruebas de diversa índole llegamos al kilómetro 15.

Me di cuenta de que notaba molestias en el pie izquierdo, posiblemente provocadas por el roce con las zapatillas nuevas (que probablemente se estaría traduciendo en la aparición de una vejiga), pero me di cuenta de que pese a ir con molestias leves, le estaba sacando terreno a Rubén, que se estaba empezando a descolgar.

Le animé para que siguiese pegado a mi pero como le estaba costando bastante le dije que en la cuesta nos veríamos (ya que subiendo tan bien como iba no tendría problema en alcanzarme).

Mi paso entre los kilómetros 15 y 16 fue solitario, recordando la anterior media de Álora en la que Pablo estuvo tirando de mí, que iba bastante mermado de fuerzas por ese mismo tramo, y me ayudó muchísimo a obtener la marca.

Llegando de nuevo al restaurante Los Caballos empecé a oír pisadas a lo lejos y por el rabillo del ojo vi una camiseta del Cuevas de Nerja-UMA, así que supuse que Rubén estaría a punto de alcanzarme.

De hecho estaba a punto de rebasarme, ya que por el sonido de los pasos se acercaba a bastante velocidad.

Cuando noté su presencia a un par de metros escasos de mí apreté un poco el paso, para tratar de mantenerme a su ritmo un poco, pero cuando me adelantó el corredor vi que era otra persona, un atleta que llevaba una gorra roja y la misma equipación que él.

Ni me planteé seguirlo, quedaba aun el mejor trecho de la carrera por delante.

Tercer avituallamiento en el kilómetro 17, en el que bebí un vaso de agua (y me eché medio por encima, sin querer) y me comí un trozo de naranja muy sabroso.

Empezaba la subida, y pasé de llevar un ritmo de 4:30 a subir a 5:20 minutos por kilómetro.

Ahora es cuando había que echar el resto.

Me adelantó un atleta jovencillo en el puente sobre el Guadalhorce, y dos más mayores pasado el kilómetro 18, aunque a uno lo adelanté nuevamente más adelante.

Kilómetro 19, ya no quedaba nada... Me echo otro vaso por encima en el último avituallamiento (algo cae por mi garganta) y sigo adelante, aunque sin apretar mucho el paso, ya que noto en las piernas la subida.

Me adelanta un atleta con la camiseta de la edición de este año del trail de Calamorro y ahí si empiezo a acelerar progresivamente.

Adelanto a un atleta en la rotonda mientras giramos a la izquierda y me dirijo en pos de un grupito que se ha formado delante de mí, y veo a lo lejos a Bea, corredora con la que he coincidido en muchísimas carreras, como en la maratón de Málaga, la media de Torremolinos o el cross de San Pedro (donde ganó por muy poquito a Emma).



Llego al kilómetro 20 y me dejo de ir en la pendiente, animando a Bea al pasar, y cuando reconozco la curva por la que pasamos en la salida aprieto el paso, dejando atrás a un par de corredores antes de cruzar la línea de meta, brazos en alto, al estilo maratón de Sevilla.

Paro el crono en 1:31:22 contentísimo con mi tiempo. 

Sé que podría haberlo hecho mejor, pero aun así me he esforzado mucho, especialmente para tener Sevilla tan cercana, así que este bajón de casi 9 minutos a la anterior edición me sabe fenomenal.

Me dan la bolsa del corredor, tickets para canjear por cerveza y un bocadillo y la camiseta conmemorativa y me dirijo a una mesa que veo en la plaza para cambiarme la parte de arriba y ponerme calentito.

Me cruzo con Rafa, que hoy me ha ganado (en Alhaurín me ganó él y en Torremolinos le gané yo, estamos a un nivel muy similar) y a varios corredores más (algunos conocidos y otros no, pero que me reconocen a mí) y charlamos sobre la carrera.

Mi veredicto, ahora con Alhaurín y Álora cercanas en el recuerdo es que Álora es más dura, pero la cuesta de Alhaurín del kilómetro 14 es mucho más dura que cualquier cuesta que pueda haber en Álora, aunque el desnivel acumulado le da la victoria en este podio de "medias más duras" a la de Álora.

La de Torremolinos, pese a ganarse algunos puntos este año con su final en pendiente está lejos de plantarle cara a estas dos medias, si este año tengo la oportunidad correré la de Algeciras para ver si esa les planta cara a Alhaurín y Álora, ya que se ha ganado fama de ser también muy dura.

Fueron llegando compañeros del club, primero Mario, luego Marco, Rocío, Manolo...

Tras rehidratar y pedir los bocatas (me encontré a Rubén en la cola de los bocadillos, 1:32:40 hizo al final, muy buena marca teniendo en cuenta que no conocía la carrera) fuimos al coche, viendo la llegada a meta en Sprint entre Javi y José Luis, que ganó el primero en esta dura media.

Os dejo aquí el recorrido de la misma (recordad que el GPS como siempre, se comió algunos metros, y que el perfil lo tenéis al inicio de la crónica):


Tras cambiarnos en el coche nos echamos una foto de grupo todos juntos, en general muy contentos todos con nuestras respectivas marcas, ha sido una actuación muy buena del club.


Tanto Rocío como Claudio obtuvieron trofeo y premio en metálico, así que nos quedamos a ver la entrega mientras comentábamos con otros corredores como había ido la carrera, en la que tenía interés por conocer el resultado de varios corredores (por ejemplo en la particular pugna entre Paco y Chemari en esta ocasión ganó el primero).

Le eché un ojo a las clasificaciones y vi que mi tiempo oficial fue un segundo más lento que el del crono, 1:31:23 (igualmente muy bueno), y mi posición la de 20º clasificado sénior y el 74 de la general (la última vez creo que entré sobre el 150 de la general, la mejora es significativa).


Se fueron entregando los premios y vi varias caras conocidas en la misma, (por cierto he visto que Elio, tras bordar un carrerón en Nagüeles y ayer en la milla de Casarabonela ha repetido podio, enhorabuena crack) como a los incombustibles Cristian y Rubén Bravo, Caba, uno de los atletas con los que había hablado al comienzo de la carrera, Bea, una muchacha de Mijas...


Terminada la entrega organizamos los coches, nos despedimos y volvimos a casa (Manolo, como siempre, me hizo el favor de acercarme hasta la ermita de la esquina, ¡gracias!) mientras a la vuelta comentábamos experiencias y anécdotas de la carrera.

Hemos pasado una mañana fenomenal en Álora, Pizarra y la carretera que une ambas ciudades, hemos acabado todos muy contentos pero creo que sobre todo Claudio y Rocío, por el podio y el premio en metálico, pero creo que Javi hasta más que ellos ya que ha hecho su tercera marca personal en una media realmente dura, este año en la media de Málaga estoy seguro de que hará marca personal.



Ya tengo dos platitos de Álora (recuerdo precioso, de los más bonitos que tengo), a ver si el año que viene puedo completar la colección con uno más.





Yo por mi parte estoy muy contento también, con esta carrera cierro mi semana de recuperación de la maratón, ahora toca ir metiendo kilómetros progresivamente y mirar hacia la siguiente fecha importante de mi calendario, el HOLE, el 29 de este mes, que será mi primera carrera en distancia de ultramaratón y correré con Marco.

Mañana de momento descanso, entre semana iré metiendo más kilómetros (los miércoles os iré contando como me va con la transición al minimalismo) y los fines de semana os iré comentando como me va en las pruebas en las que participe, ya que tengo unas cuantas pensadas, aunque la mayoría de distancias cortas (entre 8 y 12 kilómetros).

Enhorabuena a todos los corredores que habéis superado vuestras expectativas en la carrera, mucho ánimo para los que os habéis quedado cerca (la constancia es calve en el atletismo, seguro que a la próxima lo conseguís) y gracias a todos los compañeros del Club Atletismo Fuengirola por un día tan bueno me lo he pasado genial desde que quedamos en Mercacentro hasta que me bajé en mi calle.

¡Un saludo a todos! 

Comentarios

  1. Enhorabuena por el tiempo , después de correr la maratón no debe ser fácil hacer dos carreras tan duras en menos de una semana.

    Coincido contigo en que la de Álora es la más dura de la provincia, Alhaurín tiene la famosa cuesta pero las subidas son sobre todo al principio y más suaves, mientras que en Torremolinos es mucho más llevadero el recorrido y más variado y al incluir gran parte del paseo marítimo la hace una prueba más atractiva, la última cuesta es dura pero nada que ver con esta subida de Álora que no sabes cuando se acaba.

    Ahora a descansar y probaré carreras cortas como el Bastón y quizá Coín que es la más antigua de Andalucía y nunca la he hecho.

    Saludos y suerte.

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  2. ¡Muchas gracias! Me las he tomado con toda la calma que he podido (teniendo en cuenta que una vez uno se coloca el dorsal se transforma), pero aun así he sudado la gota gorda, no voy a mentir.

    Coincido totalmente en el análisis de las medias, a menos que se "inventen" una nueva, Álora y Alhaurín copan los primeros puestos en cuanto a dureza...

    Quiero apuntarme en el Bastón pero no sé cómo aun, he encontrado un teléfono en Internet pero hoy no responden, probaré mañana a ver... la que corro seguro es la nocturna del sábado noche ;)

    ¿La de Coín en que fecha es? Esa no la conozco...

    Un saludo, y mucha suerte a ti también.

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  3. La del Bastón pregunta en twitter a @MiniMaratonBast , hay varios sitios para inscribirse, la peña que está en Calle Perdiguera o el Gym Lucena en Calle Jacinto Verdaguel, creo que por internet no se puede.

    En cuanto a la de Coín es el 16 de marzo, son 10 kms. Aquí tienes toda la info: http://www.pmdcoin.com/coin/index.php/component/content/article/34-principal/390-xlv-vuelta-pedestre-a-coin-

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  4. Un corredor me ha hecho el favor de inscribirme a la del Bastón, le pillaba cerca de casa por lo visto ;)

    La de Coín me la voy a pensar, estoy barajando un par de opciones ese domingo pero no conocía la de Coín, la añado al "bombo" jajaja

    Muchas gracias ;)

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  5. ¡Muchas gracias Miguel!

    No te preocupes, la próxima vez acércate sin apuro y así te conozco en persona ;)

    Bueno a la vuelta de Pizarra aumenté un poco el paso, pero los ánimos nunca están de más, siempre ayudan =)

    1:51 es un gran tiempo, como comenté al principio, en mi debut en la prueba hice poco más de 1:40 con liebre personal y habiendo entrenado específicamente para la prueba, la marca de esta media en llano la bajas 5 minutos como poco, ya verás.

    Espero que nos veamos, va a ser mi primera edición y corro la noche anterior en al carrera nocturna, a ver como sale jajaja

    Mucha suerte, ¡allí nos veremos!

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