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Corrida de Corta Mato (Challenge Algarve 2014)



La llegada a Portugal para participar en el Challenge Algarve 2014 fue, inicialmente, algo estresante (cambiamos la noche antes la hora de salida de 9:00 de la mañana a 8:30), pero tras un entretenido viaje y encontrarnos con una hora más con el cambio horario portugués, la tensión desapareció completamente.

Llegamos con tiempo sobrado de dejar las cosas en el Praia Azul, el hotel en el que nos alojaríamos, recoger los dorsales de la prueba, almorzar, por mi parte la típica pizza Algarvia, ir a la playa, cambiarnos y llegar a Castro Marim.

Como nos había adelantado la organizadora del Xistarca, la prueba se celebraría en la misma entrada al municipio, al que llegamos en aproximadamente 15 minutos desde Altura, donde nos hospedábamos.

Finalmente el tobillo de Emma no se recuperó a tiempo tras la lesión sufrida en la media maratón de Málaga hace dos domingos, por lo que correríamos tan solo mi hermana, Marina, y yo, acompañados por Mayte, mi pareja, a la que le agradezco el reportaje de fotos que nos tomó en los 3 días de desafío.

El estreno de Marina en el mundo del atletismo fue en el cross de San Pedro del pasado mes de Enero, así que ya sabía a lo que se enfrentaría, pero aun así estaba un poco nerviosa, ya que al igual que Emma, también tenía problemas físicos, la rodilla en su caso.

Yo por mi parte me encontraba muy tranquilo, todo el estrés o nerviosismo que pudiera tener se había ido desvaneciendo conforme llegábamos a Portugal, según lo previsto, e iba descontando minutos para el comienzo de la prueba.

A las 15:30 aparcamos, por civismo, en un aparcamiento, aunque creo que fui el único (no sé si es típico en Portugal o se permite cuando hay eventos deportivos, pero tanto atletas como organizadores y algunos curiosos aparcaron directamente en la acera), y nos dirigimos a la explanada donde tendría lugar la prueba.

El firme de la misma era de tierra, que se veía que había sido preparada para el evento pero aun así tenía algunos hoyos y piedras, aun siendo la consistencia de la misma bastante firme.


El circuito parecía corto, pero tras preguntar, para asegurarnos, las horas de salida (16:00 para mujeres, a continuación hombres, aproximadamente a las 17:00 y por último veteranos), mi hermana y yo decidimos dar una vuelta de reconocimiento, realizando el circuito de forma invertida.

Calzaba mis Fivefingers, ya que mi idea inicial era realizar el desafío de forma totalmente minimalista, y quizás hasta corriendo la segunda prueba descalzo, estilo barefooter total.

Había traído conmigo mis inseparables Adidas Supernova del 2009, que tampoco es que tengan mucho drop ya, las Fivefingers y las Skechers que gané en el Trail de Sierra Blanca, es decir, con dos zapatillas minimalistas en toda regla.

Inicialmente pensé correr el cross con las Skechers, pero al final cambié de opinión (estoy comenzando incluso a correr en trail con ellas, aunque es doloroso aunque ya no sienta molestia alguna al correr sobre asfalto, pero poco a poco me voy acostumbrando) y conduje directamente con las Fivefingers, echando unas chanclas para cambiarme después de correr.

Comenzamos a darle la vuelta al circuito, sintiéndome bastante pesado (había devorado mi pizza y comido casi otra entera entre "sobras" de pizza de mis acompañantes, sin contar el pan que nos trajeron de aperitivo) y algo somnoliento por el sol, que caía de pleno, pero poco a poco fui cogiendo ritmo.


Atentos al muchacho con las gafas que se encuentra entre mi hermana y yo; Se llama Andre Valente, en ese momento no me conocía, ni yo a él, pero libraríamos una interesante batalla una hora más tarde...

De momento continúo con el relato de la vuelta de calentamiento... Comencé trotando, al ritmo de Marina, pero poco a poco fui subiendo las revoluciones, conforme la pista de tierra serpenteaba y ascendía.

El circuito era bastante más largo de lo que parecía a priori, con numerosas curvas, varias de ellas cerradas, y algunos tramos más arenosos en los que mis Fivefingers se hundían.

Sin darme cuenta había comenzado a ganar velocidad y al girar el cuello vi a mi hermana ascendiendo la pendiente que tenía detrás, varios metros por detrás, pero me dijo que iba bien, así que seguí a mi ritmo.



El suelo estaba duro, no molestaba, pero las zonas con giros tenían tierra suelta y resbalaba un poco.

Además, pisé un par de piedra sin darme cuenta y metí el pie en un agujero con un instantáneo y doloroso resultado, que remitió al seguir corriendo varios metros más.

Acabé la vuelta de calentamiento inversa en poco más de 7 minutos, realizando los últimos metros casi a sprint, dándome cuenta de que el sol iba a ser un factor considerable en la prueba, ya que estaba sudando profusamente sin haberme esforzado al máximo y habiendo corrido durante poco tiempo.



Las corredoras estaban ya formando en la línea de salida, así que esperamos a Marina, que llegó al momento, le deseamos suerte y esperamos al inicio de la prueba.


Las atletas comenzaron a muy buen ritmo, pero no tengo duda en que si Emma hubiese estado en condiciones de correr hubiese dominado el cross de inicio a fin sin gran oposición.




Marina completó la primera vuelta sin problemas aparentes con la rodilla, de lejos parecía que llevaba un ligero cojeo, pero al completar la primera vuelta me di cuenta de que no era tal.




La vi muy bien, y de hecho le comenté a Emma y Mayte que estaba seguro de que alcanzaría a la corredora que llevaba pocos metros por delante de ella.

Me encontraba bastante congestionado (aun arrastraba la medio gripe con la que corrí el Desafío Sur Torcal la semana pasada), así que fui al coche en busca y captura de un pañuelo, y de paso, fui al baño.

No llegué a tiempo para ver su paso por meta, pero a pesar de que en la distancia podía observar que la corredora había aumentado en pocos metros su ventaja, confiaba en que la alcanzaría, y la animé todo lo que pude en su paso por la tercera vuelta, ya casi a su altura.


Finalmente y como había vaticinado, Marina entró antes a meta, con un crono de 00:37:11, a un promedio de 6:12 minutos por kilómetro, y su objetivo, Marta (se conocieron tras la carrera, ella correría solo el cross), en 00:37:38 a un promedio final de 6:16 minutos por kilómetro.



Mientras acababa la carrera femenina y animaba a las corredoras que iban completando la prueba, fui echando un ojo y aunque no veía muchos corredores que pareciesen "profesionales", hubo 3 que llamaron mi atención, Luis Almeida, del Estrela FC Vendas Novas, que desde mi punto de vista era el favorito de la carrera y otros dos con aspecto de futbolistas brasileños, muy morenos, anchos y muy fibrados, Emiliano Vieira y Helio Fumo.

No sabía qué edad tendrían, ni a quienes de todos los que me rodeaban tendría que enfrentarme "directamente" en la pugna por el podio (que veía difícil por no decir imposible en mi categoría, pero no hace daño soñar momentos antes del inicio de la prueba), así que me encaminé a la línea de salida con mucha ilusión y ganas de correr, pese a la fatiga del viaje y de la ruta que organicé al día anterior por la Sierra de Mijas.


No sé si yo habría levantado expectación, aunque con mis pintas creo que sí, pero no por ser favorito para la carrera, ya que varios corredores se me quedaban mirando de los pies a la cabeza, pasando de las Fivefingers al Buff con cara de "¿de donde sale este?"

De hecho, uno de los organizadores me dijo (o eso entendí, fue en portugués) "¿vas a correr con eso?" y cuando le dije que si me dijo que tenía que cambiar el chip de posición (había inventado un sistema de ajuste con varios imperdibles, mi tobillera y las Fivefingers), así que lo enganché como pude al pie con las mismas gomas de una de las Fivefingers e imperdibles.

Uno de los organizadores siguió revisando los chips mientras yo saludaba a algunos de los corredores e intentaba averiguar de qué hablaban los que tenía a mi alrededor.


Tras la comprobación deseé suerte a los atletas que creía favoritos (si, sin conocerlos de nada, tengo esas cosas), y nos preparamos para comenzar.



La salida comenzó, por primera vez desde que soy atleta (y he vivenciado salidas muy diversas, con pistolas, silbidos, megáfonos, a viva voz, etc...) con un bocinazo, que me pilló un poco por sorpresa y me hizo perder alguna posición con respecto al punto que ocupaba en la salida, en segunda línea.



Rápidamente la recuperé, colocándome tras Emiliano, Helio y Luis, pensando incluso en mantenerles el ritmo hasta donde pudiese en el inicio de la carrera, aunque tras un par de curvas decidí cambiar de opinión, antes de desfondarme.

Había acabado a sprint la vuelta de reconocimiento, aparte de por terminar más rápidamente la misma, por aprovechar el desnivel a favor, que ahora teníamos en contra, por lo que el corazón no tardó en desbocárseme.

Tras un par de curvas y llegando al primer repecho (descenso y posterior subida de la elevación del terreno), dejé que ellos 3 ganasen ventaja y me adelantasen otros 4 corredores que los seguían a muy buen ritmo.

Me arrepentí casi en el acto de haber intentado un inicio tan rápido, no tanto por el hecho del cansancio que iba a arrastrar en el final de la prueba, que pensaba comenzar a dosificar en ese mismo instante, sino por el polvo que levantaban los corredores que llevaba justo delante, que a pesar de las gafas se me metía en los ojos, y por el hecho de que me restaban visión y pisé varias piedras que me hicieron bastante daño.

Llegando casi a la mitad de la primera vuelta me pasaron otros 6 corredores, 4 de ellos del alturense y cuya equipación me recordó a la antigua del Club de Atletismo San Pedro de Alcántara, que usé como motivación en la carrera popular que corrí con Gonzalo y los compañeros del Cub de Atletismo Fuengirola en octubre del pasado año (contaba las camisetas rojas que pasaba y usaba las que me adelantaban a mi como objetivo).

Acabando la primera vuelta me encontraba en 14ª posición, sintiendo aun que iba demasiado rápido, con pies algo doloridos y ojos escociendo, pero la motivación y la ilusión muy elevadas.







Me sentía "presa", los atletas que llevaba delante me sacaban cada vez más ventaja y notaba la presencia de corredores acercándose por detrás, pero completé la primera vuelta "en solitario". 

En la imagen se puede apreciar como Andre comienza a acercarse, y de hecho, me adelanta en la primera curva tras pasar el tramo recto al completar la primera vuelta.

Me pasa a muy buen ritmo, así como otros 2 atletas, y a mitad de la segunda vuelta, un corredor que parecía británico.

Me soprende que a mitad de la segunda vuelta alguien grite "¡Andrés, Andrés vamos!" y me sorprendo aumentando el ritmo.

No veo factible aun recuperar las posiciones perdidas, así que me centro en mantener la mía, algo difícil ya que tengo que esquivar los hoyos que comienzan a aparecer donde antes había superficie firme y tengo que tener más cuidado en las curvas, ya que la tierra se ha levantado y mis Fivefiners derrapan sobre la tierrecilla suelta.

Cruzo la segunda vuelta manteniendo la posición, notando los pies más aliviados (al poder ver en todo momento donde piso evito dejarme los pies, literalmente, en el suelo) y con bastante motivación.









Como de costumbre, comienzo a ver atletas por delante que van perdiendo fuelle, lo que me da mucho ánimo y me anima a subir yo mis revoluciones y aunque André, el muchacho al que me pongo como objetivo adelantar antes del final de la carrera, está bastante por delante de mí, los muchachos que corrían a su lado comienzan a perder terreno.

Adelanto al corredor con pintas de británico al terminar la zona de subidas de la tercera vuelta, y en la bajada vuelvo a escuchar los gritos de ánimo de "Andrés Andrés", y me pregunto como podrá ser si aquí no me conoce nadie, en la camiseta pone "Camacho" y el dorsal es muy pequeño como para que se pueda leer desde lejos el nombre.

Entonces caigo en la cuenta, el corredor que llevo delante, a 3 posiciones de ventaja, es Andre (ya identifico el nombre, raro me parecía que me animasen a mi en esa zona, cuando mis amigas estaban en la zona de meta), y me dispongo a adelantar a mi tocayo.







Justo antes de completar la tercera vuelta adelanto al corredor del Alturense y a otro más, y al llegar a la primera curva tras pasar la primera vuelta, a Andre, y subo el tramo en pendiente más rápido de lo que lo he hecho en toda la carrera, metiendo metros entre mis perseguidores y yo.





Adelanto a otro corredor, también del Alturense, acabando la mitad de esta última vuelta (ya sin los gritos de apoyo de las fans de Andre) mientras sigo acelerando, pero acaba recuperándome la posición en los giros, en los que pierdo velocidad al tener que decelerar y acelerar de nuevo para evitar caerme.









En la penúltima recta mete una marcha más, que hace que ni me plantee seguirlo, así que mantengo el ritmo, tomo la última curva y me dejo la piel (y los pies, hay alguna piedra semioculta en la tierra) en el sprint final y la entrada a meta.



Paro el crono en 22:42, precisión Suiza, ya que posteriormente al comprobar la clasificación lo confirmaría, y tras recoger la toalla y la bolsita del corredor y beberme un par de botellines de agua fresquita, me encuentro con Marina, Mayte y Emma, que me saludan y me felicitan por el resultado.

Me noto fatigado, más por el almuerzo, que buscaba salir de mi cuerpo que por el calor, así que tras ir al coche a cambiarme me siento en el podio y recupero bebiendo sorbitos de una nueva botellita de agua.

Tras pocos minutos me encuentro completamente bien y pregunto a la organización si tardarán mucho en salir las clasificaciones, que se esperan para antes de que acabe la carrera de los veteranos, por lo que decidimos esperar un poco.

Salen, tras una espera no demasiado larga y me llevo una grata sorpresa con mi posición (el tiempo suponía que sería similar, aunque el hecho de que lo clavase me sorprendió también), en 18ª posición absoluta (a la espera de que se publicasen los resultados de los veteranos) y ocupando la 13ª posición en la categoría senior (10 segundos por delante de Andre y 6 segundos por delante de Jorge Almeida, el corredore del Alturense que se me escapó al final).

Mi posición final fue 30 absoluto y 13 senior y mi tiempo en esta primera prueba me valió 81,66 puntos sobre los 100 que ganó Helio Fumo, campeón de la prueba con un tiempo de 00:18:33 (lo que implica un promedio de 3:06 minutos por kilómetro, frente a los 3:47 que mantuve yo).

El segundo clasificado fue Emiliano Vieira, otro de los corredores a los que veía como favoritos, y Luis Almeida acabó séptimo, esperaba que ganase la carrera por el físico y el porte que tenía corriendo, pero no pudo ser (le vi algo decaído, igual el no esperaba ganar la prueba pero si obtener una mejor posición).

Yo con mi resultado estaba muy motivado, así como Marina, que acabó sin molestia alguna en la rodilla, así que fuimos al coche, me despedí de Luis Almeida y nos dirigimos a Altura, a disfrutar una una excelente tarde de playa y de una suculenta y copiosa cena antes de volver paseando al hotel.

La siguiente cita sería en la misma playa en la que habíamos estado esta jornada, a las 11:00 de la mañana, así que tendría tiempo de sobra para despertarme tranquilamente, desayunar y llegar con tiempo a la salida.


Marina se había hecho daño en la rodilla nuevamente mientras paseábamos, así que no sabía si correría, pero tenía muchas ganas de participar en el que sería su tercer cross y quinta carrera.

Habría que esperar al día siguiente para verlo, de momento esta primera jornada quedaba finiquitada.

Espero que hayáis disfrutado tanto con el relato como yo redactándolo y rememorando la experiencia, que, sin duda, recomiendo para todo fan del atletismo en cualquiera de sus modalidades.

¡Un saludo a todos y gracias por vuestro tiempo!

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