101 Kilómetros en 24 horas; Para algunos puede parecer un margen excesivamente elevado, para otras, una gesta al alcance de muy pocos, pero en lo que todo aquel al que le pido opinión sobre la prueba coincide, es en la dureza física y mental de un desafío de tales dimensiones.
En mi caso, he tenido casi 7 horas de margen sobre esas 24 horas, pero de las 11 que me planteaba alcanzar me he quedado más que lejos.
Era una marca muy ambiciosa y tuve errores de principiante yendo a un ritmo, que en ese momento me parecía cómodo, muy superior al que debía mantener.
Tan superior era, que batí mi récord en 50 kilómetros, aunque de poco me sirvió, ya que realicé la segunda parte de la carrera a prácticamente la mitad de velocidad.
La experiencia ha sido increíble, muy extensa (más de 17 horas), por lo que la crónica no va a seguir mi tradicional formato, aunque cuando la tenga lista haré una recopilación de todos los fragmentos para el que quiera leerla como si de una crónica más se tratase (aunque irá más bien tirando a novela...).
Va a ser mucho más detallada en los fragmentos iniciales y mucho más difusa en los últimos kilómetros, que se basaron en respirar, avanzar y aguantar paso a paso mientras la luz de mi frontal perdía fuerza y mis energías se iban agotando, aunque no os quiero adelantar nada.
Este preámbulo es simplemente para adelantaros que estoy bien, que la crónica va a tardar en llegar y lo hará poco a poco, durante toda la semana, y por supuesto, para agradecer el apoyo a todos mis compañeros, amigos y familiares con los que compartí la experiencia o me mandaron sus ánimos.
Mención especial a Mayte, Gonzalo y Emma, que tuvieron su particular odisea de forma altruista con tal de apoyarme en esas horas tan duras, a David, con quien recorrí cerca de 50 kilómetros, a Raúl y Domi, compañeros del club, al atleta que me asistió en el kilómetro 92 cuando me planteé, por primera vez en mi vida, el retirarme de una prueba, y a todas las personas que me infundisteis fuerzas cuando ya estaba vacío.
Sin vosotros, lo creáis o no, no habría sido posible de realizar la carrera, puedes tener un físico portentoso, pero en las carreras de larga distancia y ultradistancia el componente mental es el realmente importante, y si cuando éste falla tienes a grandes personas a tu alrededor dándote ánimos, puedes conseguir todo lo que te plantees.
Enhorabuena a todos los aspirantes a Cientouneros, ya por pisar la línea de salida os merecéis respeto y admiración, y especialmente a aquellos que completasteis el desafío pese al azote del sol, la brisa nocturna y las interminables cuestas.
Os deseo una feliz celebración a todos y una pronta y efectiva recuperación.
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