Características:
Grosor suela: 4 milímetros
Drop: 0 milímetros
Peso: 188 gramos
Comprada el: 20 de noviembre de 2013
Valoración personal tras 545 kilómetros y estado de las
zapatillas:
Desde que leí nacidos para correr quería probar el calzado minimalista
y experimentar esas sensaciones de las
que Ted Descalzo hablaba.
Estuve acechando modelos en varios portales de venta online
(no conocía en su momento ninguna tienda física donde pudiese encontrarlas) y en un momento dado vi la oportunidad: El
modelo de Vibram Fivefingers Bikila LS estaba en promoción por tiempo limitado.
Investigué y vi que eran zapatillas pensadas para el
asfalto, siendo un modelo muy minimalista, pero como no tenía prisa por efectuar la transición
(estaba centrado en mi debut en maratón), pensé que podría comenzar a rodar con ellas una
vez finalizase el maratón, para reactivar el cuerpo tras el merecido
descanso que disfrutaría.
El 16 de diciembre, 11 días tras la maratón, me las puse por
primera vez para correr.
Ya las había estrenado, dando paseo con y sin calcetines, y
la sensación era muy extraña, pero corriendo aún más.
Tras la primera “pelea” con ellas para calzármelas notaba el
pie un poco oprimido y pensé que igual me había equivocado con el tallaje, pero
leí en varios foros que debe quedar ajustada, como un guante, así que no le di
mucha importancia.
En efecto, no he tenido hasta la fecha problemas de ampollas ni rozaduras significativos, tan solo alguna leve tras tiradas excesivamente largas o tras correr en montaña con ellas, terreno para el que no están pensadas.
En efecto, no he tenido hasta la fecha problemas de ampollas ni rozaduras significativos, tan solo alguna leve tras tiradas excesivamente largas o tras correr en montaña con ellas, terreno para el que no están pensadas.
Mi primera tirada corriendo con ellas planeaba ser de unos
10 kilómetros a ritmo tranquilo, 5:30-6:00 minutos por kilómetro, pero cuando
iba camino del segundo kilómetro decidí volverme.
Tenía las plantas de los pies machacadas, al igual que los
talones, pese a que solía entrenar sobre arena al menos una vez por semana, así que me lo tomé con más calma aún.
Comencé dando paseos más y más largos, corriendo descalzo con más frecuencia, probando las zapatillas sobre diferentes superficies (tierra, arena, césped, asfalto, cemento…) y progresivamente aumentando el kilometraje al correr.
Comencé dando paseos más y más largos, corriendo descalzo con más frecuencia, probando las zapatillas sobre diferentes superficies (tierra, arena, césped, asfalto, cemento…) y progresivamente aumentando el kilometraje al correr.
Tras una transición progresiva seria que comencé el 3 de
Enero, realicé con ellas la XXIV media maratón de Málaga en 1:24:47, cuando mi mejor marca es 1:23:59 (IV media de Rincón de la Victoria)
Se convirtieron en mi calzado habitual para entrenar,
incluso en alguna tirada en montaña, aunque acabé descartándolas en mis tiradas
por la sierra debido a que el agarre era insuficiente, así como la protección que
me ofrecían en las bajadas, pero cada vez hacía más y más kilómetros con ellas,
hasta el punto de que completé los 42.195 metros de la XXXVII MAPOMA con ellas.
Estado de las zapatillas con 545 kilómetros encima |
Como se puede apreciar, pese a la gran cantidad de
kilómetros que lleva en su suela, el desgaste no es todavía excesivo.
La zapatilla ha perdido parte de su dibujo en la punta de los dedos, más cuanto más nos acercamos al meñique, así como en la parte central del talón, fundamentalmente debido a las tiradas que efectué durante las primeras semanas, en las que mi técnica aún no era depurada y aterrizaba aún con el talón en lugar de con el mediopie.
La zapatilla ha perdido parte de su dibujo en la punta de los dedos, más cuanto más nos acercamos al meñique, así como en la parte central del talón, fundamentalmente debido a las tiradas que efectué durante las primeras semanas, en las que mi técnica aún no era depurada y aterrizaba aún con el talón en lugar de con el mediopie.
El upper está en buenas condiciones, el interior un poco
desgastado, debido al uso, desde marzo sin calcetines, dado al buen tiempo, y a
los 3 lavados a máquina que lleva encima.
Tras el segundo mes se me soltó el broche de la zapatilla
izquierda, que cosí a la misma sin problema, como se puede observar en la
imagen.
Broche cosido para incrementar su vida útil |
Uno de los dedos, el pulgar del pie derecho, tiene dos
agujeros, en la parte superior derecha, debido a un impacto con una roca en
montaña, en el que pensé que me había partido el dedo, y otro debido al roce en
la parte derecha, aunque el dedo no toca asfalto al correr.
La flexibilidad es también caracterizadora de este modelo, además de la escasa suela, el nulo drop y la ligereza de las mismas.
La capacidad de torsión es excelente |
El modelo se ajusta al pie sin modificar su movimiento natural |
Pasemos a una valoración más específica:
Precio: Me costaron 85 euros con gastos de envío e impuestos de aduana incluidos; lo suyo es comprarlas en tiendas físicas, a fin de confirmar que el tallaje es adecuado (varía con respecto a una zapatilla tradicional), pero en mi caso no tuve problema.
Agarre en montaña: En terreno húmedo pero firme o tierra compacta se defiende, pero en terreno muy blando o demasiado seco, al igual que sobre piedras pequeñas, derrapa con facilidad; no es adecuada para correr por montaña en trayectos técnicos o en superficie irregular, ya que además de hacernos daño al apoyar, la falta de tracción en este terreno puede provocarnos caídas.
Agarre en asfalto: Pese al desgaste, el agarre en asfalto es aún excelente, permite pivotar, cambiar de dirección y coger curvas con facilidad; sobre mármol o superficies lisas el agarre disminuye dramáticamente, pero sobre en carretera es excelente.
Agarre en mojado: Suelo retenerme al correr con ellas sobre mojado, por respeto más que por patinar, aunque algún resbalón me he llevado pisando sobre barro, mármol mojado o pasos de cebra; aprueba, pero no destaca.
Desgaste: Para llevar más de medio millar de kilómetros la suela aguanta muy bien, el dibujo está casi impecable en varias zonas y en las que tiene más fricción ha perdido un milímetro escaso de grosor; considero que pueden pasar el millar de kilómetros como poco, siempre que el tejido aguante.
Impermeabilidad: Al pisar charcos de poca profundidad el agua no cala, y hace falta que llueva de forma persistente para que la humedad penetre en el upper, pero en caso de pisar un charco profundo el agua entra en la zapatilla irremediablemente, al igual que cuando cae agua de forma continua sobre la membrana.
Transpirabilidad: En invierno y primavera pensaba que era adecuada, pero ahora en verano, corriendo sin calcetines, cuando paso de la hora corriendo llego con los pies chorreando y las zapatillas empapadas, debiendo lavarlas cada 2 o 3 semanas debido al mal olor y humedad que cogen.
Flexibilidad: La torsión en cualquier dirección es excelente, se adapta perfectamente al pie y a tu forma de correr.
Protección: en terrenos sin demasiados obstáculos te proporcionan toda la protección necesaria; en montaña o superficie con piedras sueltas o "chinos" de asfalto si que echo en falta una mayor protección.
Amortiguación: Nula, tal y como caracteriza al calzado minimalista, el sistema de amortiguación de esta zapatilla es el que tu mismo "traes de serie".
Valoración personal: 9/10
La recomiendo para: Corredores minimalistas experimentados que busquen una experiencia lo más cercana posible al barefoot, con la protección adecuada contra la abrasión y los agentes externos.
La recomiendo para: Corredores minimalistas experimentados que busquen una experiencia lo más cercana posible al barefoot, con la protección adecuada contra la abrasión y los agentes externos.
No la recomiendo para: Corredores minimalistas nobeles o
corredores que quieran tener un primer contacto con el minimalismo; debido a su
drop inexistente y a su finísima suela supone un cambio radical con
respecto al calzado tradicional, pudiendo ser lesivo si la adaptación no se
produce de forma adecuada y gradual.
La membrana continúa estando impecable, salvo en la unión de los dedos; han dado en el clavo con el tejido, elástico, algo transpirable (aunque no demasiado) y muy resistente.
ACTUALIZADO EL 21/05/2015 TRAS 868 KILÓMETROS
Año y medio después de estrenar mis Vibram Fivefingers Bikila LS voy acercándome a la cifra de los 1000 kilómetros, y tras competir en en más de una decena de pruebas oficiales con ellas y realizar varias centenas de kilómetros entrenando, he decidido sustituir este calzado, cuyo uso desde que adquirí las Luna Sandals Oso iba en detrimento.
Aun así y pese a estar muy machadas, como iré señalando a lo largo de esta actualización, no irán a parar a ningún contenedor, sino a los pies de corredores sin recursos en Honduras, ya que las donaré en la III Carrera Familiar Solidaria de Fuengirola.
Tras tantos meses, y ahora con conocimiento de causa, no las volvería a elegir para realizar la transición al minimalismo, aunque si que repetiría con otros modelos de la marca actualmente, al estar ahora preparado realmente para correr con ellos.
Lo que peor se lleva al comienzo es la sensación de "opresión", así como la temperatura (al correr en julio por el asfalto quema, y al correr en invierno por zonas de enlosado, se te hielan los pies), por lo que al principio recomiendo su uso con calcetines.
Además, así los calcetines absorberán el sudor, ya que aunque el upper está fabricado con un material especial y la suela tratada para evitar malos olores, tras el primer mes de verano del año pasado comenzaron a coger mal olor, que ya ni al lavarse se elimina completamente, y desgasta notablemente el tejido interior de la zapatilla.
Las zapatillas han aguantado bastante bien la tralla, siendo el segundo punto más deteriorado tras todos estos meses las zonas reservadas para los dedos, en la que la unión del mesh con la suela comienza a despegarse por varios puntos, así como la goma que recubre la parte frontal de las falanges.
Parte de este desgaste puede ser debido a correr con ellas por zonas por las que, a priori, no están diseñadas para ello, como carriles, senderos y veredas, aunque tras varias malas experiencias en montaña (pies machacados en zocas pedregosas, derrapes y alguna caída), las fui usando cada vez menos en esas superficies, y casi siempre en llano.
Otro de los elementos que se me ha roto con bastante frecuencia ha sido el ajuste, que tras unas puntadas aguantaba varias salidas, pero al final acababa siempre igual.
El aguante de la suela es impecable, más castigado en las zonas de los talones últimamente, al usarlas mucho para caminar, y en la zona del mediopie al aterrizar y falanges (casi sin protección ya) al ir rozando a veces al despegar del suelo.
Aun así y pese a estar muy machadas, como iré señalando a lo largo de esta actualización, no irán a parar a ningún contenedor, sino a los pies de corredores sin recursos en Honduras, ya que las donaré en la III Carrera Familiar Solidaria de Fuengirola.
Tras tantos meses, y ahora con conocimiento de causa, no las volvería a elegir para realizar la transición al minimalismo, aunque si que repetiría con otros modelos de la marca actualmente, al estar ahora preparado realmente para correr con ellos.
Lo que peor se lleva al comienzo es la sensación de "opresión", así como la temperatura (al correr en julio por el asfalto quema, y al correr en invierno por zonas de enlosado, se te hielan los pies), por lo que al principio recomiendo su uso con calcetines.
Además, así los calcetines absorberán el sudor, ya que aunque el upper está fabricado con un material especial y la suela tratada para evitar malos olores, tras el primer mes de verano del año pasado comenzaron a coger mal olor, que ya ni al lavarse se elimina completamente, y desgasta notablemente el tejido interior de la zapatilla.
Interior de la zapatilla con 868 kilómetros |
Las zapatillas han aguantado bastante bien la tralla, siendo el segundo punto más deteriorado tras todos estos meses las zonas reservadas para los dedos, en la que la unión del mesh con la suela comienza a despegarse por varios puntos, así como la goma que recubre la parte frontal de las falanges.
Los orificios, cada vez mayores |
La goma de los dedos, comenzando a despegarse |
Parte de este desgaste puede ser debido a correr con ellas por zonas por las que, a priori, no están diseñadas para ello, como carriles, senderos y veredas, aunque tras varias malas experiencias en montaña (pies machacados en zocas pedregosas, derrapes y alguna caída), las fui usando cada vez menos en esas superficies, y casi siempre en llano.
Otro de los elementos que se me ha roto con bastante frecuencia ha sido el ajuste, que tras unas puntadas aguantaba varias salidas, pero al final acababa siempre igual.
Acabé por dejar de coser el enganche, al soltarse frecuentemente |
El aguante de la suela es impecable, más castigado en las zonas de los talones últimamente, al usarlas mucho para caminar, y en la zona del mediopie al aterrizar y falanges (casi sin protección ya) al ir rozando a veces al despegar del suelo.
Suela tras 868 kilómetros |
La membrana continúa estando impecable, salvo en la unión de los dedos; han dado en el clavo con el tejido, elástico, algo transpirable (aunque no demasiado) y muy resistente.
Con esto finalizo mi análisis exhaustivo de las Vibram Fivefingers Bikila LS, no sin antes recordar sus principales ventajas e inconvenientes.
Ventajas:
Ventajas:
-Ligereza, flexibilidad y proporción de protección con respecto al poco grosor de la suela, el buen agarre y la durabilidad.
Inconvenientes:
Inconvenientes:
-Requiere realizar un largo periodo de adaptación previo, es un calzado específico para el asfalto y acaban cogiendo mal olor aunque se usen sprays y se laven a menudo.
Esto ha sido mi experiencia con las Bikila, una gran zapatilla con la que he tenido muy buenas experiencias y de la que siempre guardaré un gran recuerdo por haber sido el calzado que me introdujo en el mundo del minimalismo.
Actualmente estoy progresando en mi evolución como corredor minimalista enfocándome mucho en las sandalias y huaraches, pero en el futuro no descarto probar otro modelo de Fivefingers, de entre los que me llama especialmente la atención las Spyridon MR, que espero tener la oportunidad de testarlas en un futuro (en otoño quizás).
¡Un abrazo!
¡Muchas gracias! La verdad es que en España se ve poquito, conozco en persona tan solo a 4 corredores que usen calzado minimalista asiduamente, pero poco a poco parece que se extiende el movimiento, no sé si para quedarse o para desaparecer, como tantos otros...
ResponderEliminarGracias de nuevo, y a disfrutar corriendo, que es lo que todos queremos ;)
Genial el análisis. Yo utilizo también las five fingers bikila, aunque prefiero el modelo normal, sin cordones. Es verdad que al principio los pies estaban machacados, pero una vez que te acostumbras no quieres correr con otra cosa. Al menos es mi caso, o corro con five fingers o descalzo, pero cuando calzo otras zapas me noto muy raro.
ResponderEliminarUn saludo.
Buenas desde Argentina.
ResponderEliminarMe encantaría que algún día llegue ese testeo. Sobre todo de las V-Trail.
Abrazo grande