Bordes d'Envalira, 02:05. km 76.
Llegué pletórico a Bordes, por un fugaz momento, incluso planteándome continuar la prueba, pero echando cuentas rápidas y teniendo en cuenta el ritmo que llevaba, me quedarían como mínimo 15 horas de carrera... justito para superar el último corte...
Ramón me ayudó a disipar la duda diciéndome que en otras carreras ha ido mucho peor que yo y no ha dudado en retirarse, que la primera vez es la más difícil, pero llega un punto en el que es necesario...
Creo que para asegurarse de que no me lo pensaba, le comentó mi situación a una de las organizadoras que aplaudió nuestra llegada junto a otros voluntarios y corredores, a la que hice entrega del chip y de la banda de finisher del dorsal.
Me dijo que llegar hasta allí ya es una gesta que pocos corredores han realizado, y se me entregaría un diploma de ultra fondo por ello, pero que de momento aprovechase para comer algo, ya que en breve saldría un coche para dejar a los corredores que decidiesen quedarse en el lugar.
Varios voluntarios, al enterarse de que me retiraba, se interesaron por mi estado de salud, me animaron y me preguntaron que de dónde venía y cómo había ido la experiencia, y tras contarles brevemente, me dirigí a la zona de avituallamiento, en busca y captura de caldo de pollo, Aneto, como no podía ser de otra forma.
También cogí un poco de picoteo, repetí con otra taza de caldo, mientras le agradecía a Ramón su compañía y ayuda durante tantísimas horas, y le pedía sus datos de contacto para pasarle la crónica una vez la completase y tenerlo "a mano" por si coincidíamos de nuevo (con lo caprichosa que es la vida, nunca se sabe).
Me despedí de Ramón, de los voluntarios de la zona de avituallamiento y de los corredores que allí se encontraban descansando, y salí al exterior, en busca del coche.
El conductor me preguntó si me dejaba en Ordino, y le dije que venía de Andorra la Vella, que si no le importaba dejarme allí, y me dijo que en cuanto llegase un corredor más el coche estaría completo y estaríamos listos para salir.
Volví al avituallamiento a por algo para beber, y al salir no lo veía por ningún sitio.
Pregunté por él y me dijeron otros voluntarios que estaba esperando a un corredor y saldrían ya; les di las gracias y me dirigí al coche, que identifiqué a lo lejos.
Resulta que me estaban esperando, así que, con gran dificultad, entré a la parte trasera (el coche era de 3 puertas) y fui saludando a los corredores que se montaron en el coche.
El conductor, cuyo nombre no recuerdo, nos preguntó de nuevo por nuestros destinos, arrancó el motor y nos pusimos en marcha; avisé a Mayte de que estaba en camino.
Con el traqueteo del motor comencé a quedarme dormido, y creo que, de hecho, lo hice, ya que volví a la realidad sobresaltado cuando los demás corredores me preguntaron por mi experiencia en la carrera y por qué me había retirado.
Les fui contando, y no recuerdo como surgió el tema, pero resultó que varios de ellos eran de Cartagena, Murcia, y me hablaron muy bien tanto de la Ruta de las Fortalezas, que quise correr este año pero no tuve oportunidad, y la Maratón de Murcia, que quiero correr este año y, casualmente, organizan los amigos de uno de lo corredores.
Sin darme cuenta estábamos en Andorra la Vella ya, pero no lograba reconocer absolutamente nada.
No sabía si el sueño me había dejado tocado o si, al ser de noche, me costaba mas orientarme.
De cualquier modo, bastante había hecho el conductor en traerme, así que en la segunda vuelta le dije que me bajaba, que no se preocupase, ya que podía encontrar el sitio solo.
Así, con un supremo esfuerzo, me puse en pie, tambaleándome al principio, al olvidarse mis agarrotadas piernas de como andar (lo que preocupó al conductor y mis acompañantes), pero tras tranquilizarles y decirles que llamaría en caso de no encontrar el hostal, se pusieron en marcha.
Tras 10 minutos merodeando por la Avenida Meritxell, al final conseguí encontrar el hostal.
Recuerdo que subí por las escaleras por temor a quedarme dormido en el ascensor, de pie, llamé a la habitación y le pedí a Mayte un cepillo de dientes, ya que la boca me sabía a rayos (desde el Jueves por la noche no me lavaba los dientes).
Fui al baño, me fui quitando pesadamente la ropa y todo lo que llevaba encima y, tal cual, me tumbé en la cama.
A los dos minutos tuve que levantarme y prepararme una botella de agua con sales, ya que todo mi cuerpo, al relajarse, parecía estar acumulando ácido láctico, y notaba mis pulsaciones en cada músculo de mi cuerpo, con gran dolor.
Al tumbarme de nuevo caí rendido.
Me desperté sobresaltado la mañana siguiente, con el cuerpo dormido inicialmente.
La sensación no era nueva para mí, ya la había experimentado la mañana posterior a la Maratón de Málaga y a los 101 Km en 24 Hora de Ronda, es como si de repente tomases consciencia de todo, pero no sintieses nada; de repente, reúnes la fuerza suficiente para abrir los ojos, pero el resto de tu cuerpo sigue aletargado.
Poco a poco, consigues ir despertándolo, notando un intenso hormigueo acompañado de un dolor profundo, que se va aliviando conforme comienzas a mover los diferentes miembros; después, te incorporas, y aunque sigues dolorido, controlas tu cuerpo a la perfección, extrañado de que hace un momento te costase tanto; solo lo he vivido tres veces, cada vez con una intensidad menor, pero no deja de ser una sensación extraña despertar así.
Esta vez, por vez primera, una parte de mi cuerpo siguió dormida tras despertar yo, mi pie izquierdo, que no sentía desde el tobillo, pero conforme avanzaba el día fui recuperando la sensibilidad y al cabo de los días estuvo como nuevo.
Desperté hambriento como si no hubiese comido en días, por suerte, Mayte había pensado en ello, y devoré una caja de Kinder Delice casi por completo, así como cacahuetes y un brick de zumo.
Al dejar la habitación, el recepcionista, muy amable él, me preguntó por la experiencia, y le dije que inolvidable, pero dejaba algo empezado sin acabar, por lo que volvería, a lo que me dijo que estaría encantado de que volviésemos.
Dimos un paso por Andorra la Vella mientras esperábamos al bus, y cuando por fin llegó, pensé que podría seguir durmiendo, pero no sé por qué no conseguía encontrar la postura, así que aproveché para informar a amigos y familiares que seguía con vida.
El día prosiguió visitando Barcelona y yendo a dormir temprano, ya que la mañana siguiente, tras hora y media de viaje en avión y media en tren, entré a trabajar directamente, sin pasar por casa.
Desde el jueves 9 de julio a las 9:00 am hasta el lunes 14 de julio a las 21:30 pm no pasé por casa; eso es un ultra, y lo demás, son tonterías.
Muchas gracias a todos por seguirme en esta nueva aventura, que tardé más de 28 horas en recorrer y una quincena en redactar, he tratado de hacerlo lo más fielmente posible y sin saltarme ningún detalle, espero que os haya gustado y os haya sabido transmitir la increíble experiencia que he tenido la suerte de vivir.
Por supuesto, gracias a todos por vuestros ánimos y apoyo, amigos, familiares, compañeros... En especial a:
Mis padres y familiares (mi padre fue ingresado el mismo fin de semana que competía en Andorra en el hospital con inflamación cerebral, ha estado una semana desconectado de la realidad pero por fin vuelve a estar, poco a poco, entre nosotros; mi madre no me quiso contar nada para no preocuparme), ya que su apoyo, para todo, me resulta vital.
Mayte: Mi pareja, a la que le debo muchísimo aunque se lo tome con modestia y humildad; me apoya siempre, está a mi lado independientemente de las circunstancias y no duda un segundo en embarcarse conmigo en aventuras como esta, trabajando para ello lo indecible a fin de conseguir permiso para el fin de semana; La amo con locura, es lo mejor que me ha pasado en años.
Amigos y Compañeros del club de atletismo Fuengirola: Siempre están ahí, si no es uno, es otro o son todos; por whatsapp, llamadas, Tuiter, Facebook... siempre dándome fuerzas y aliento desde el otro lado de la carrera, atentos a los avances y preocupados cuando no hay noticias (quizás por retirarme y volver a la carrera, dejó de actualizarse mi paso por los puntos de control).
Trekking & Running Marbella, Todosdescalzos.com y Raúl Barriocanal Mancera: Mis primeros patrocinadores, que me han provisto con material de muy alta calidad para que pudiese afrontar la prueba bien equipado sin dejarme el otro riñón (el primero de lo dejé en el viaje ida y vuelta desde Málaga); Espero poder seros de tanta ayuda como lo habéis sido para mí en este primer reto en el que, aunque haya sido yo el que haya puesto las piernas, nos hemos embarcado juntos.
Si buscáis material o calzado de calidad, tan solo tenéis que clicar en los enlaces, atención personalizada, con experiencia y precio competitivo, no lo digo solo porque me hayan ayudado, echadle un vistazo y veréis a lo que me refiero.
Powerbar y #YoYMiRetto: Increíble labor la de la conocidísima marca de alimencación deportiva y la iniciativa de la tienda especializada en ciclismo, acercar sueños imposibles a personas que se dejan la piel por ellos es una labor preciosa, jamás hubiese si quiera pensado en participar en la prueba si no llega a ser por su concurso, y el hecho de ser uno de los afortunados con un dorsal me ha brindado una oportunidad única, ¡muchas gracias!
Voluntarios, organizadores y corredores: De 10 todo, pese a la dificultad del trazado, todo bajo control en todo momento, con muchísimos voluntarios, todos los puestos de avituallamiento genialmente abastecidos y un ambiente de cordialidad y cooperación entre corredores envidiable (mención especial a Ramón Manzanares, y enhorabuena por ese finisher con 43:57:57); de las mejores carreras en la que he participado nunca.
Lectores & seguidores: Que alguien a quien no conoces de nada te deje una mención, un mensaje privado o un comentario animándote o dándote la enhorabuena antes de tomar la salida es una sensación increíble, es algo que me llena muchísimo y os debo a vosotros, que sois los que llenáis de vida el blog con vuestras visitas.
Aunque ponga mi nombre, que sepáis que el mérito de este diploma es de todos y cada uno de vosotros, ¡sois los culpables de que me pegue estas palizas, que lo sepáis ;)!
PD: actualmente estoy completamente recuperado, el martes 15 de julio ya efectué tres salidas breves trotando (ida y vuelta al trabajo e ida a recoger a Mayte del suyo), las primeras superando el ritmo de 5 minutos por km y la última algo por debajo, siendo las 3 tiradas de unos 4 kilómetros. Próximo reto, ¡Ultra Sierra Nevada, el sábado 13 de septiembre!
¡Muchas gracias a todos!
Llegué pletórico a Bordes, por un fugaz momento, incluso planteándome continuar la prueba, pero echando cuentas rápidas y teniendo en cuenta el ritmo que llevaba, me quedarían como mínimo 15 horas de carrera... justito para superar el último corte...
Ramón me ayudó a disipar la duda diciéndome que en otras carreras ha ido mucho peor que yo y no ha dudado en retirarse, que la primera vez es la más difícil, pero llega un punto en el que es necesario...
Creo que para asegurarse de que no me lo pensaba, le comentó mi situación a una de las organizadoras que aplaudió nuestra llegada junto a otros voluntarios y corredores, a la que hice entrega del chip y de la banda de finisher del dorsal.
Me dijo que llegar hasta allí ya es una gesta que pocos corredores han realizado, y se me entregaría un diploma de ultra fondo por ello, pero que de momento aprovechase para comer algo, ya que en breve saldría un coche para dejar a los corredores que decidiesen quedarse en el lugar.
Varios voluntarios, al enterarse de que me retiraba, se interesaron por mi estado de salud, me animaron y me preguntaron que de dónde venía y cómo había ido la experiencia, y tras contarles brevemente, me dirigí a la zona de avituallamiento, en busca y captura de caldo de pollo, Aneto, como no podía ser de otra forma.
También cogí un poco de picoteo, repetí con otra taza de caldo, mientras le agradecía a Ramón su compañía y ayuda durante tantísimas horas, y le pedía sus datos de contacto para pasarle la crónica una vez la completase y tenerlo "a mano" por si coincidíamos de nuevo (con lo caprichosa que es la vida, nunca se sabe).
Me despedí de Ramón, de los voluntarios de la zona de avituallamiento y de los corredores que allí se encontraban descansando, y salí al exterior, en busca del coche.
El conductor me preguntó si me dejaba en Ordino, y le dije que venía de Andorra la Vella, que si no le importaba dejarme allí, y me dijo que en cuanto llegase un corredor más el coche estaría completo y estaríamos listos para salir.
Volví al avituallamiento a por algo para beber, y al salir no lo veía por ningún sitio.
Pregunté por él y me dijeron otros voluntarios que estaba esperando a un corredor y saldrían ya; les di las gracias y me dirigí al coche, que identifiqué a lo lejos.
Resulta que me estaban esperando, así que, con gran dificultad, entré a la parte trasera (el coche era de 3 puertas) y fui saludando a los corredores que se montaron en el coche.
El conductor, cuyo nombre no recuerdo, nos preguntó de nuevo por nuestros destinos, arrancó el motor y nos pusimos en marcha; avisé a Mayte de que estaba en camino.
Con el traqueteo del motor comencé a quedarme dormido, y creo que, de hecho, lo hice, ya que volví a la realidad sobresaltado cuando los demás corredores me preguntaron por mi experiencia en la carrera y por qué me había retirado.
Les fui contando, y no recuerdo como surgió el tema, pero resultó que varios de ellos eran de Cartagena, Murcia, y me hablaron muy bien tanto de la Ruta de las Fortalezas, que quise correr este año pero no tuve oportunidad, y la Maratón de Murcia, que quiero correr este año y, casualmente, organizan los amigos de uno de lo corredores.
Sin darme cuenta estábamos en Andorra la Vella ya, pero no lograba reconocer absolutamente nada.
No sabía si el sueño me había dejado tocado o si, al ser de noche, me costaba mas orientarme.
De cualquier modo, bastante había hecho el conductor en traerme, así que en la segunda vuelta le dije que me bajaba, que no se preocupase, ya que podía encontrar el sitio solo.
Así, con un supremo esfuerzo, me puse en pie, tambaleándome al principio, al olvidarse mis agarrotadas piernas de como andar (lo que preocupó al conductor y mis acompañantes), pero tras tranquilizarles y decirles que llamaría en caso de no encontrar el hostal, se pusieron en marcha.
Tras 10 minutos merodeando por la Avenida Meritxell, al final conseguí encontrar el hostal.
Recuerdo que subí por las escaleras por temor a quedarme dormido en el ascensor, de pie, llamé a la habitación y le pedí a Mayte un cepillo de dientes, ya que la boca me sabía a rayos (desde el Jueves por la noche no me lavaba los dientes).
Fui al baño, me fui quitando pesadamente la ropa y todo lo que llevaba encima y, tal cual, me tumbé en la cama.
A los dos minutos tuve que levantarme y prepararme una botella de agua con sales, ya que todo mi cuerpo, al relajarse, parecía estar acumulando ácido láctico, y notaba mis pulsaciones en cada músculo de mi cuerpo, con gran dolor.
Al tumbarme de nuevo caí rendido.
Me desperté sobresaltado la mañana siguiente, con el cuerpo dormido inicialmente.
La sensación no era nueva para mí, ya la había experimentado la mañana posterior a la Maratón de Málaga y a los 101 Km en 24 Hora de Ronda, es como si de repente tomases consciencia de todo, pero no sintieses nada; de repente, reúnes la fuerza suficiente para abrir los ojos, pero el resto de tu cuerpo sigue aletargado.
Poco a poco, consigues ir despertándolo, notando un intenso hormigueo acompañado de un dolor profundo, que se va aliviando conforme comienzas a mover los diferentes miembros; después, te incorporas, y aunque sigues dolorido, controlas tu cuerpo a la perfección, extrañado de que hace un momento te costase tanto; solo lo he vivido tres veces, cada vez con una intensidad menor, pero no deja de ser una sensación extraña despertar así.
Esta vez, por vez primera, una parte de mi cuerpo siguió dormida tras despertar yo, mi pie izquierdo, que no sentía desde el tobillo, pero conforme avanzaba el día fui recuperando la sensibilidad y al cabo de los días estuvo como nuevo.
Desperté hambriento como si no hubiese comido en días, por suerte, Mayte había pensado en ello, y devoré una caja de Kinder Delice casi por completo, así como cacahuetes y un brick de zumo.
Al dejar la habitación, el recepcionista, muy amable él, me preguntó por la experiencia, y le dije que inolvidable, pero dejaba algo empezado sin acabar, por lo que volvería, a lo que me dijo que estaría encantado de que volviésemos.
Dimos un paso por Andorra la Vella mientras esperábamos al bus, y cuando por fin llegó, pensé que podría seguir durmiendo, pero no sé por qué no conseguía encontrar la postura, así que aproveché para informar a amigos y familiares que seguía con vida.
El día prosiguió visitando Barcelona y yendo a dormir temprano, ya que la mañana siguiente, tras hora y media de viaje en avión y media en tren, entré a trabajar directamente, sin pasar por casa.
Desde el jueves 9 de julio a las 9:00 am hasta el lunes 14 de julio a las 21:30 pm no pasé por casa; eso es un ultra, y lo demás, son tonterías.
Muchas gracias a todos por seguirme en esta nueva aventura, que tardé más de 28 horas en recorrer y una quincena en redactar, he tratado de hacerlo lo más fielmente posible y sin saltarme ningún detalle, espero que os haya gustado y os haya sabido transmitir la increíble experiencia que he tenido la suerte de vivir.
Por supuesto, gracias a todos por vuestros ánimos y apoyo, amigos, familiares, compañeros... En especial a:
Mis padres y familiares (mi padre fue ingresado el mismo fin de semana que competía en Andorra en el hospital con inflamación cerebral, ha estado una semana desconectado de la realidad pero por fin vuelve a estar, poco a poco, entre nosotros; mi madre no me quiso contar nada para no preocuparme), ya que su apoyo, para todo, me resulta vital.
Mayte: Mi pareja, a la que le debo muchísimo aunque se lo tome con modestia y humildad; me apoya siempre, está a mi lado independientemente de las circunstancias y no duda un segundo en embarcarse conmigo en aventuras como esta, trabajando para ello lo indecible a fin de conseguir permiso para el fin de semana; La amo con locura, es lo mejor que me ha pasado en años.
Amigos y Compañeros del club de atletismo Fuengirola: Siempre están ahí, si no es uno, es otro o son todos; por whatsapp, llamadas, Tuiter, Facebook... siempre dándome fuerzas y aliento desde el otro lado de la carrera, atentos a los avances y preocupados cuando no hay noticias (quizás por retirarme y volver a la carrera, dejó de actualizarse mi paso por los puntos de control).
Si buscáis material o calzado de calidad, tan solo tenéis que clicar en los enlaces, atención personalizada, con experiencia y precio competitivo, no lo digo solo porque me hayan ayudado, echadle un vistazo y veréis a lo que me refiero.
Powerbar y #YoYMiRetto: Increíble labor la de la conocidísima marca de alimencación deportiva y la iniciativa de la tienda especializada en ciclismo, acercar sueños imposibles a personas que se dejan la piel por ellos es una labor preciosa, jamás hubiese si quiera pensado en participar en la prueba si no llega a ser por su concurso, y el hecho de ser uno de los afortunados con un dorsal me ha brindado una oportunidad única, ¡muchas gracias!
Voluntarios, organizadores y corredores: De 10 todo, pese a la dificultad del trazado, todo bajo control en todo momento, con muchísimos voluntarios, todos los puestos de avituallamiento genialmente abastecidos y un ambiente de cordialidad y cooperación entre corredores envidiable (mención especial a Ramón Manzanares, y enhorabuena por ese finisher con 43:57:57); de las mejores carreras en la que he participado nunca.
Lectores & seguidores: Que alguien a quien no conoces de nada te deje una mención, un mensaje privado o un comentario animándote o dándote la enhorabuena antes de tomar la salida es una sensación increíble, es algo que me llena muchísimo y os debo a vosotros, que sois los que llenáis de vida el blog con vuestras visitas.
Aunque ponga mi nombre, que sepáis que el mérito de este diploma es de todos y cada uno de vosotros, ¡sois los culpables de que me pegue estas palizas, que lo sepáis ;)!
PD: actualmente estoy completamente recuperado, el martes 15 de julio ya efectué tres salidas breves trotando (ida y vuelta al trabajo e ida a recoger a Mayte del suyo), las primeras superando el ritmo de 5 minutos por km y la última algo por debajo, siendo las 3 tiradas de unos 4 kilómetros. Próximo reto, ¡Ultra Sierra Nevada, el sábado 13 de septiembre!
¡Muchas gracias a todos!
Enhorabuena por tu experiencia.
ResponderEliminarEn carrera hay más factores que los puramente aparte de la forma física. Y te la diste con algo que no contabas: el sueño.
Ánimo que poco a poco se va aprendiendo y limando asperezas :-))
Nos vemos!
¡Muchas gracias Juan Carlos!
Eliminar¡Lo que no puede con nosotros nos hace más fuerte!
¿Coincidiremos pronto en algún ultra? ¡Un saludo!
¡ Enhorabuena !
ResponderEliminarTan solo tomar la salida de una prueba como esta, ya denota un carácter, una valentía y una disposición especiales, y con la experiencia vivida, estas forjando tu bagaje como corredor y como persona, para afrontar futuros retos.
Y sigue contándonoslo desde aqui. Me enganchaste con la crónica de la 101 de Ronda, y me has cautivado con esta que acabo de leer. Devoro párrafos, como tu kilómetros, sin mirar ni hacer caso al reloj, como lo hacía tu compañero Ramón, disfrutando del "camino".
Animo , sigue asi.
Nos veremos en alguna carrera, pero un poco mas corta y con menos desnivel.
Un saludo.
Gracias por el mensaje compañero, no sabes el subidón que me has dado con él ;)
EliminarCuando quieras nos "desvirtualizamos", esta misma noche he configurado mi calendario personal de carreras (http://elcorredorerrante.blogspot.com.es/2014/08/prueba.html) si ves que coincidimos en alguna, ¡avisa!
¡Un saludo!
Buenas, creo que nos veremos en la Media de Marbella, he visto que estas inscrito.
ResponderEliminar¡Buenas! Perdón por el retraso en la respuesta, pero estoy en mis días de "vacaciones" (trabajo, pero tengo visita en casa, así que ando todo el día de arriba para abajo y por primera vez en meses he dado un parón en los entrenos). En efecto, estoy inscrito, pero participo también en las 24 horas solidarias de Breña, así que no sé si llegaré a tiempo... si puedo corro ambas, depende del destino jaja de ser así, ¡allí nos vemos!
EliminarHola Juan soy José Luis acabó de leer tu crónica,me parece impresionante el valor que le echaste.espero que estés recuperado.marc y yo abandonamos en las bordes también después de 25h de carrera.un abrazo
ResponderEliminar¡¡Hola José Luis!! Sí, bastante bien, de descanso actualmente por unos días ;)
EliminarEnhorabuena, 25 horas es un tiempazo, seguro que el año que viene podéis con el ultra. ¿repetiréis?
¡Un abrazo!
Todavía falta mucho,pero Esperemos que si nos gustaría acabarla.ahora queremos hacer 2 ultras antes de acabar el año.con ganas de competir otra vez.ya te mantendremos informado.....un abrazo
ResponderEliminarEnhorabuena Juán Andrés,
ResponderEliminarAunque no hayas llegado a meta, lo que has hecho tiene muchísimo mérito. Creo que el mero acto de plantarse en la salida para pelear una prueba de esta dificultad, ya es más que destacable, pero llegar hasta donde has llegado, eso ya es para buen anota.
Saber retirarse a tiempo también es un triunfo y estoy seguro que la experiencia vivida te servirá para futuras carreras.
Un fuerte abrazo campeón,
¡Muchas gracias Rubén!
ResponderEliminarEs la primera vez que dejo una carrera a medias, tengo mi primera espinita, pero la experiencia ha sido increíble, si el año que viene me dicen que vuelvo a retirarme en Bordes entrene lo que entrene, si puedo, aun sabiéndolo repetiría, merece la pena de inicio a fin, pese a la dureza extrema de la misma.
Gracias por tu comentario, me hace mucha ilusión que me sigan leyendo a más de un mes de haber terminado las crónicas, ¡a ver si coincidimos!