Despierto en el hostal, sorprendido de que pueda mover el cuello; llevo dos días con una tortícolis horrible que me atenaza y en hora y media comienza mi primera prueba de distancia indeterminada, con 24 horas para correr; es un buen comienzo. Cené fuerte, pero desayuno más fuerte aun, metiéndome casi 3000 calorías en el cuerpo entre plátanos, tortitas de arroz, frutos secos y un batido energético (de estos de suplementación para personas con desnutrición o exigencia energética extrema) en menos de media hora.