Pradollano (meta), 21:28. Km 86.
Muy cansado y algo confundido, crucé bajo el arco de meta; vi el tiempo pero en ese momento ni podía procesar los números ni me importaba demasiado, ¡lo había logrado!
Había llegado casi al límite, pero no tan exhausto como en otros ultras y con unas sensaciones estupendas pese a la paliza de tantísimos kilómetros en tantas horas.
Los voluntarios que se encontraban en meta me reconocieron, y se interesaron por la experiencia que acababa de llegar a su fin.
No quise entretenerme demasiado, pero me pareció descortés no contarles al menos brevemente mis impresiones sobre el duro pero precioso descenso desde el Veleta, que tan largo se me hizo.
Me hicieron entrega de una "copia" de mi dorsal en tela (detalle muy bueno, la primera vez que lo veía) y la camiseta de finisher, así como de la medalla tallada con láser que ya tenía fichada por las redes sociales desde antes de comenzar la carrera y "acreditaba mi condición de finisher".
Me comencé a enfriar y sabía que Mayte y su hermana pequeña me estaban esperando para volver a Jun, así que, tras pedir indicaciones, me dirigí a la entrada a Pradollano, donde nos recogería el autobús.
Fui a oscuras, ya que Pradollano entero aguardaba a oscuras la llegada de los corredores, para hacer más "épica" la experiencia, pero no tuve problema en orientarme, pese a la fatiga; además, las piernas me respondían bien y no tuve ni que parar a descansar
Allí me encontré con dos corredores ceutíes, maestros ambos, que también habían participado en la prueba, y estuvimos comentando diversos aspectos de la misma.
Ellos corrieron en la modalidad intermedia, tenían experiencia corriendo ultras (habían participado, entre otras pruebas, en varias ediciones del Ultra Trail Sierra de Bandoleros o los 101 kilómetros de Ronda), y estaban de acuerdo en que la prueba, ya en su modalidad media, era de las más duras (en proporción) de las que habían participado.
El autobús se retrasaba, comenzaba a hacer más frío, así que me puse la camiseta finisher, me abroché el cortavientos y me apoyé a esperar en un macetero, con la mochila sobre las piernas.
Avise a Mayte del retraso mientras se nos unían dos corredores más, de los que me pasaron llegando al Veleta (uno de ellos el que me ofreció la pastilla con sales, que me ofreció otra para los calambres), y fuimos conversando sobre nuestros tramos preferidos de la prueba.
A las 10 y 20 ya había dos nutridos grupos, el nuestro, en el que ya éramos varios españoles, y un segundo grupo, más numeroso, de portugueses, pero al final acabó llegando el autobús.
De los aspectos que estuvimos comentando de la prueba (algunos desilusionaron un poco a algunos compañeros, por lo que me estuvieron contando), estoy de acuerdo en que el problema de la gestión de medallas podría haberse contemplado (a algunos finisher de la prueba intermedia, según oí, le dieron medalla de la ultra al agotarse las existencias), pero en cuanto al tema de avituallamientos o el del balizaje no coincido.
En cuando al avituallamiento, el carácter era de semi autosuficiencia, por lo que es normal que hubiese pocos avituallamientos, y, de hecho, personalmente cargué con una reserva alimenticia sobrada para acabar la prueba en condiciones, pienso que si un corredor sabe esto de antemano y tiene en el perfil de la prueba el contenido de cada avituallamiento, que en el avituallamiento de Dornajo hubiese solo agua no es motivo de queja; quizás podrían haber estado más completos los avituallamientos con algo más de alimentos con carbohidratos en lugar de tantos ricos en azúcares (naturales o artificiales) pero eso ya es cuestión de gustos.
En cuanto al balizaje de la prueba, creo que fue excelente, tan solo el tramo del Veleta a meta tuvo menos balizas y me hizo dudar en algún momento, entre fatiga, noche y falta de alguna baliza, pero que de 86 km 4 tuviesen un balizaje más reducido no lo veo tampoco criticable.
En cualquier caso, todos coincidimos en que el recorrido fue excelente, la experiencia muy buena y tenemos ganas de ver como evoluciona la prueba en su segunda edición.
Tras una larga espera en el autobús pusimos rumbo a Granada, y tras pedir a mis compañeros del asiento de detrás que me avisasen si llegábamos y estaba dormido y avisar a Mayte, cerré los ojos, en principio, momentáneamente.
Cuando los abrí de nuevo, sin embargo, había pasado cerca de medi ahora, notaba el cuerpo muy pesado y estábamos llegando al Zaidín, así que decidí no cerrar de nuevo los ojos, ya que si no caería rendido de nuevo.
Al apearnos en el Paseo de Los Basilios casi no me podía mantener en pie (ya se notaban los calambres post-carrera), pero con ayuda de los bastones inicialmente conseguí "recordar" como se andaba y pude llegar al coche caminando erguido y sin apoyo.
Allí me esperaban Mayte y su hermana pequeña, Ángela, con mi cena post-carrera, un doble menú del Burguer King (a reponer grasas y carbohidratos, no con la opción menos saludable, pero algo es algo).
Sin embargo, pasarían cerca de dos horas para poder degustarlo, ya frío, de camino a Jun, ahora más activo pero muy fatigado, me perdí en dos ocasiones, primero en la circunvalación (le di una vuelta completa) y luego en una salida que me llevó en dirección opuesta cerca de 30 kilómetros, hasta que caí en la cuenta.
Sobre las 2 de la mañana pude, tras más de 36 horas, volver a dormir en una cama, quedando sumido al instante en un letargo sin sueño de 10 horas.
Estuve muchas semanas pensando en la prueba, preparándola, entrenando, decidiendo que material emplear... y la experiencia no me decepcionó en ningún sentido, pese a la expectación.
Fue genial poder compartir camino con tantos amigos, así como con los nuevos que he realizado en la prueba, recorrer nuevas ciudades, nuevos caminos, disfrutar de los tramos nocturnos, del amanecer, de la amabilidad de la gente...
Ha sido el ultra en el que más he disfrutado y en el que mejor me he encontrado en cuanto a sensaciones hasta el momento, acabo sintiéndome fuerte y empiezo la temporada de montaña con la motivación muy elevada, ¡hay que mantenerla así!
Gracias a todos por acompañarme de nuevo por el recorrido del ultra en esta larga crónica, sé que he tardado demasiado en acabar de redactarla, pero espero que comprendáis que tanto correr como escribir es un hobbie para mi, y aunque me gustaría tener más tiempo para dedicarle, no siempre es posible.
¡un saludo fuerte fuerte a todos!
Enhorabuena y felicidades makina!!! me crucé contigo en el Barranco de San Juan, yo hacía con Husky la USN30 y me quito el sombrero con aquellos heroes que habéis terminado la USN. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSevi Fernández
soyrunnatico.blogspot.com
¡Gracias Sevi! acabo de ver el comentario, por alguna razón no me había llegado la alerta de blogger... ¿hiciste ayer la de El Corte Inglés? ¡Un saludo!
EliminarMuy bien!!! Me parece que para apuntarme a esta he de entrenar bastante. Se me hace impensable estar tantísimas horas en carrera. Que tiempos aquellos donde el 101 km era lo peor y ahora cada vez hay mas carreras que la dejan en mero calentamiento o casi.
ResponderEliminarSaludos y nos vemos por esos montes.
Fernando.
Coincido contigo, no sé donde estará el límite ni hasta donde será sano, pero pruebas como el Tor Des Geants y las típicas ultras americanas de 100 millas (Leadville, Badwater, Western States, Hardrock...) dejan la distancia de maratón algo "corta":.. ¡un saludo Fernando!
EliminarHola Corredor Herrante :) , buscando info sobre mi próxima Ultra he vuelto a tu blog :) , podrías contarme un poco más cómo de corrible es? este año son 103 kms..., pero me interesa saber si se puede correr bastante o por lo tecnico del terreno resulta complicado, sobretodo la bajada del Veleta (si consigo llegar) a Pradollano..... que vengo de Peñalara y en poco más de 15 días estoy metido en harina otra vez..., muchas gracias crack!
ResponderEliminar¡Bienvenido de nuevo Runzalico!
EliminarLos primeros tramos hasta Quéntar son bastante corribles, con piedra suelta en algunas subidas pero nada complicado, y ya en Quéntar tienes un cortafuegos que tela...
A partir del Alto del Calar se comienza a bajar, pero tampoco hay muchos tramos técnicos ya hasta el Dornajo, que si tiene una buena subida.
De ahí a Pradollano bastante corrible, pero la subida y bajada al Veleta entre su propia dureza y como va uno ya de piernas... ve preparado jajaja
Espero que te vaya genial, ¿cómo fue en Peñalara?
¡Un saludo!