Es increíble que hace poco más de dos meses pudiese estar casi como nuevo un par de días después de correr un ultra, y esta mañana siguiesen con agujetas tras mi sesión de pista de inicios de semana.
La idea hoy era repetir la sesión de poco más de 10 kilómetros que realicé con mi hermana hace dos días, esta vez, en solitario, ya que ella tiene facultad por la mañana y yo por la tarde, y ver como reaccionaba el cuerpo.
2 cambios esencialmente significativos han habido en esta ocasión, en primer lugar, el equipamiento, ya que no existe el mal tiempo (hoy diluviaba, no tanto como ayer, que decidí descansar, pero aun así una cantidad de agua considerable), y si dependemos siempre de las condiciones meteorológicas, nunca entrenaríamos (o muy poco, en invierno).
Por ello, me calcé mi sobrepantalón, me puse mi cortavientos impermeable (creo que cuando tenga un respiro les dedicaré una reseña en el apartado de material) y cambié hoy las Fivefingers por las Skechers.
Voy a resumir la sesión brevemente, comparando ritmos con la última vez que salí a correr, en las que recorrí, grosso modo (hoy he realizado algún rodeo al cruzar mientras me daban paso los coches) el mismo circuito.
Salgo a correr; chispea pero no es especialmente molesto.
Me ajusto las mangas y la capucha del impermeable (cedido por Trekking&Running Marbella cuando preparaba el Andorra Ultra Trail, que todo hay que decirlo) y comienzo a trotar, al inicio con incertidumbre y cautela, pero poco a poco, voy cogiendo ritmo.
Km 1 - 4:55 min/km (miércoles en 5:52 min/km): Me noto fresco, algo fatigado debido a los esfuerzos que voy realizando tras este largo parón, pero voy bien de sensaciones y no me cuesta mantener un ritmo cercano a los 5 minutos por kilómetro; me siento muy liviano y me encanta la sensación de poder correr con comodidad bajo la lluvia, todo es perfecto.
Km 2 - 4:47 min/km (miércoles en 5:44 min/km): Tengo visión momentánea del mar, bravo, como la tormenta que azota la zona, y me siento identificado con la furia de las olas que rompen en el paseo marítimo, a lo lejos, sé que a la vuelta posiblemente esto se refleje en un peor ritmo, pero desato mayor energía; me abro las costuras de ventilación del cortavientos, me remango hasta los codos, me abro el pantalón hasta los gemelos y me bajo la cremallera del pecho, ya que estoy sudando profusamente pese a llevar manga corta debajo del cortavientos.
Km 3 - 5:15 min/km (miércoles en 6:00 min/km): Comienza la subida, bajo el ritmo, pongo cuidado en pisar bien y trato de esquivar la corriente que baja por la calle, no muy fuerte pero molesta; de momento nada raro.
Km 4 - 5:12 min/km (miércoles en 5:59 min/km): Tras un tramo de subida constante y su respectiva bajada comienzo a afrontar la última subida antes de dar la vuelta; tengo visión directa del mar, que estalla en furia bajo el acantilado que asciendo, no obstante, comienzo a notar sensaciones raras, además de la fatiga, que comienza a aparecer, mi rodilla izquierda comienza a hacer extraños, aún sin dolor.
km 5 - 5:46 min/km (miércoles en 6:35 min/km): La subida va haciendo mella en mi rendimiento, y la sensación de la rodilla no desaparece; giro en 27:15 y comienzo la bajada, con mucha cautela, mientras la lluvia arrecia y se levanta un fuerte viento que me baja la capucha y me hace ondear los pantalones, por lo que la lluvia cala en mis calcetines de algodón.
km 6 - 5:47 min/km (miércoles en 6:14 min/km): Entre el viento y la sensación de la rodilla no soy capaz de correr con comodidad, me noto lento y pesado, y me cuesta bajar por la cuesta. Trato de evitar los charcos, pero me cuesta tanto controlar el cuerpo en la bajada que acabo pisando varios de lleno, me esfuerzo más en bajar correctamente que en correr en sí.
km 7 - 5:55 min/km (miércoles en 6:26 min/km): Pongo velocidad de crucero, subo una sucesión de cuestas y la sensación de la rodilla se hace más tenaz, aunque, aún, sin dolor; me concentro en subir, repitiéndome el que creo que será el mantra de mi amigo @contadordekm en los momentos duros: "soy un tractor, soy un tractor, soy un tractor...
km 8 - 5:55 min/km (miércoles en 6:04 min/km): Tramo de bajada, ya solo quedan dos subidas y el resto será o cuesta abajo o llano; no obstante, soy incapaz de subir el ritmo, mantengo la misma amplitud de zancada que en la subida y el mismo ritmo, pero con mayor fatiga muscular, ya que tengo que retener las piernas, que quieren que las deje correr con libertad, mientras la rodilla sigue quejándose, lastimosa, aunque, para mi sorpresa, todavía sin dolor.
km 9 - 5:43 min/km (miércoles en 6:17 min/km): Desciendo la penúltima bajada con confianza, y parece que por fin puedo apretar un poco; la sensación de la rodilla ha desaparecido y comienzo a imaginarme corriendo en competición de nuevo. En poco más de un kilómetro estaré en casa y podré darme una buena ducha, aunque con la que está cayendo, casi que ni me hará falta...
km 10 - 7:48 min/km (miércoles en 5:50 min/km): Mientras cruzo por el puente sobre el arroyo Pajares mi rodilla izquierda, sin avisar, cruje, provocándole un dolor intensísimo que casi me tira al suelo; tengo que pararme y sujetarme en la barandilla del puente durante varios segundos, mientras trato de mover la pierna y las lágrimas se me saltan del dolor (y en parte, de la impotencia). Tras varios segundos consigo empezar a andar, aunque voy totalmente cojo.
Km 10,5 - 7:27 min/km (miércoles en 5:11 min/km): Tras recorrer casi un kilómetro andando, consigo volver a trotar de nuevo, totalmente acojonado ya que no noto absolutamente nada en mi rodilla izquierda, y no sé si puede volver a crujir; bajo la cuesta de la ermita y entro en mi calle, mientras troto con cautela y, poco a poco, comienza a volver la molestia, aunque sin llegar a provocar dolor esta vez.
Tiempo total, 1:00:59, ritmo promedio 5:48 min/km (miércoles 1:03:09, ritmo promedio 6:04 min/km).
Tras beber un poco de isotónica, al quitarme los sobrepantalones antes de entra a la ducha, me crujirá nuevamente, y suerte que tendré el lavabo a mano, ya que si no me hubiese ido de bruces contra el suelo.
He hablado con varios podólogos, de manera informal, y mientras que algunos me han recomendado estudio de pisada y plantilla, otros me han recomendado justo lo contrario, bajada de drop hasta 0 y suelas poco anchas y que se ajusten al movimiento natural del pie.
Creo más en la segunda opción, y me extraña que uno de los cambios con respecto al último día haya sido el calzado, en futuras sesiones tendré que valorar si ha sido este cambio de suela y drop (aunque las skechers son prácticamente minimalistas) el que me ha provocado el crujido llegando a casa o ha sido algo fortuito.
En cualquier caso, esta sesión me ha venido bien para darme cuenta de que aunque parezca que voy mejorando, aun me queda mucho por recorrer, por lo que estoy pensando en meter más trabajo de pista (si pasa algo tengo asistencia a mano y puedo volver a casa en pocos minutos andando) y entrenamiento cruzado en bicicleta, cuando la meteorología lo permita (no tengo cubiertas preparadas para la lluvia y no quiero acabar de nuevo en el hospital).
En cualquier caso, la semana que viene, aunque tengo al 99,9% descartado correr el maratón de Málaga, muy a mi pesar (e incluso casi descarto la posibilidad de un trote parcial para aprovechar por lo menos el coste del dorsal), espero veros bien en la feria del corredor o bien tras la carrera.
¡Un saludo a todos!
No estes triste por no correr la maraton, tienes que estar muy contento por tus grandes progresos. Sigue corriendo, reforzando y nos vemos la semanita que viene. Un abrazo.
ResponderEliminarYa... prácticamente lo tenía asumido, pero es duro recibir un golpe así tras una buena semana en progresión... psicológicamente me ha destrozado, y mira que me considero duro, pero bueno, energía positiva, ánimo y mañana a descansar, que el domingo si el tiempo y mi rodilla acompañan probaré un 12 k con mi hermana por el paseo, a ritmo tropical.
ResponderEliminar¿A qué hora estarás por la feria del corredor? si no coincidimos podemos organizar una quedada post-carrera (para los que podéis jaja) por el centro, conozco un sitio que está muy bien.
¡Un saludo!