En la segunda edición de esta prueba me calcé las Vibram Fivefingers Bikila LS y promedié 3:59 minutos el kilómetro, pero como al circuito le faltaban 1500 metros no supe si estaba como para hacer marca personal en la distancia.
Este año se ampliaba el circuito para cubrir completamente la distancia y tenía la referencia de la I Carreras Popular Villa de Mijas, 38:30, MMP en 10 kilómetros, que por el desnivel y calor de la mañana no pensaba superar; estaba muy ilusionado, aparte de por volver a correr en mi localidad, por estrenar los huaraches Pies Sucios Simna 3.
Sobre las 9:30 llegamos mis padres (que participarían en la prueba familiar de 2,5 kilómetros), mis cuatro pares de zapatillas solidarias, un par de kilos de alimentos no perecederos y yo.
Zancadas y calzado solidario, ¡todo en uno! |
La primera prueba de la mañana sería a las 10:00, de 400 metros, para los niños menores de 8 años, y a las 10:15 saldríamos nosotros, por lo que me entretuve saludando a compañeros del Club Atletismo Fuengirola, Torremolinos, Alpino Benalmádena, Cártama, Veteranos Arroyo de la miel... y la espera se me pasó volando.
Me costaba avanzar en algunos puntos porque pude saludar a muchos conocidos, y algunos corredores que no conocía me paraban para preguntarme si correría "con eso", refiriéndose a mis huaraches, y preguntándome si no sería difícil; lo único difícil fue decidir como colocarme el chip, pero tras correr mi primer cross descalzo en Altura el año pasado, aprendí como atarme el chip sin zapatillas.
No sería el único "loco" en esta ocasión, ya que Gonzalo, del Grupo Alpino Benalmádena Irontriath correría también con huaraches, él con las Luna Sandals Oso.
A la izquierda pies de Gonzalo, con las Oso, a la derecha los míos, con las Simna 3 |
También me pasé por los stands del aparcamiento del puerto, para saludar a los conocidos (voluntarios de Cardiosport, organizadores, y Jordi, de La Senda, entre otros) y me entretuve un buen rato con ellos, sobre todo con Jordi, que organiza junto a sus compañeros una gran variedad de actividades en unos días, os dejo la información porque no tiene desperdicio.
La mayoría de compañeros de La Senda, como Cristóbal, de nuestro club, estarían en El Burgo, participando en la Animal Trail, que este año he "sacrificado" con gusto para correr en mi localidad (podéis leer aquí mi crónica del año pasado, en la modalidad "Súper"), por lo que le había tocado a él montar el Stand en esta ocasión.
Tras echarme una foto de familia con los compañeros del club, me dispuse a contemplar la prueba de 400 metros, en la que creo que no me equivoco si afirmo que las primeras corredoras (el podio absoluto, de haberlo habido, ya que todos se llevaban medalla, hubiese estado copado por féminas) me hubiesen adelantado de haber corrido con ellas.
Después, sudando ya por el intenso calor que se derramaba sobre nosotros (cerca de 30 grados y sin sombra), me coloqué tras el arco de Coca-Cola, de donde se suponía que comenzaría la prueba.
Pasaron las 10:15... las 10:30... y no había ambiente de competición aún, seguían acudiendo participantes, la gente paseaba despreocupada y los organizadores no estaban a la vista... Hasta que me avisaron de que los "Pro" que correríamos los 10 kilómetros saldríamos del siguiente arco, donde encontré a mis compañeros y cogí sitio.
Primero saldrían los niños, con un margen amplio de ventaja, y posteriormente nosotros, ya que ellos solo darían una vuelta al circuito y así no nos estorbaríamos mutuamente.
La espera, ahora sí, se me hizo eterna, pese a conversar con mis compañeros de club y varios conocidos con los que correría en breve (competir lo haría contra mí mismo).
Finalmente, cerca de las 10:45 el speaker anunció nuestra salida... ¡Y comenzó la prueba!
En Mijas salí a tope, colgándome del grupo de cabeza los primeros 500 metros pero sufriendo como no recordaba en una prueba en meses, pese a ser casi completamente llana; hoy el calor era mucho más sofocante y habría un desnivel bastante mayor (aunque no demasiado importante, tan solo 113 metros en poco más de 10 km), por lo que puse mi ritmo desde el comienzo.
Precisamente esta misma semana había estado entrenando series con las Simna 3 en esa recta del puerto, por lo que decidí hacer los primeros 300 metros un poco más fuertes, para avanzar sin problema en los dos primeros giros, y una vez entrásemos en el Paseo marítimo Rey de España bajar ligeramente el ritmo y tratar de mantenerlo durante toda la prueba.
Justo al girar en la rotonda de la Virgen del Carmen y dirigirnos hacia el otro extremo del paseo el GPS me avisó de que llevábamos un kilómetro recorrido; no le estaba haciendo ni caso, pero por curiosidad le eché un ojo; 3:44, y las sensaciones estaban siendo impecables, ¡buen comienzo!
Ahí di por "comenzada" la prueba, bajé un poco el ritmo, dejando que otros corredores con mejor forma me adelantasen, y me coloqué en una posición en que iba cómodo; de hecho, pese a bajar el ritmo, fui adelantando poco a poco tanto a los chicos que estaban compitiendo con solo una vuelta como a otros corredores que se habían pasado de revoluciones en el primer kilómetro.
A la altura del Burguer King el GPS sonó de nuevo, pero lo ignoré y me concentré en tomar apuradamente la curva hacia la subida de Calle Jacinto Benavente, que ascenderíamos y descenderíamos añadiendo los metros que faltaron a la anterior edición para completar los 10 kilómetros; iba a 3:43, así que pese a ser mi percepción del ritmo menor, estaba yendo más rápido.
Ascendí y descendí, entrando hacia el puerto, y enfilé el carril por segunda vez; ¡primera vuelta completada, quedan 3!
Al entrar al carril pude ver la camiseta de Claudio, del Club Atletismo Fuengirola, a unos 200 metros, y a unos 150 la de Gonzalo, del Alpino Benalmádena, así que tenía muy buenas referencias sobre los grupos en los que iban ambos; llevaría a unos 30 corredores por delante, pero quedaba más de media prueba por delante, por lo que decidí tomármelo con calma.
Ya había interiorizado el chancleteo que aun producen las Simna 3 al correr a grandes velocidades, mucho menor ya que en los primeros días, así que ni me acordaba de que estaba corriendo con huaraches, las sensaciones eran super positivas, pero un corredor se había encargado de recordármelo mientras completaba el segundo kilómetro.
Me preguntó si sabía que "dando chancletazos" me estaba destrozando los tobillos, pero estaba concentrado en mi carrera y no barajé detenerme para explicarle lo infundado de su opinión y los motivos por los cuales corro así, así que sencillamente lo adelanté sin más.
Al salir del puerto y volver al Paseo Marítimo, completando los primeros 500 metros de la segunda vuelta, me encontré a mis padres, casi completando la mitad de la primera vuelta, que me animaron a mi paso.
La banda que animaba a nuestro paso por el carril del pueblo interpretaba interpretaba el comienzo de "Freaks", de Timmy Trumpet&Savage, famosa por la versión de "what happens when mum is not at home", pintando una sonrisa en mi cara y haciendo que me olvidase de la fatiga que comenzaba a aparecer.
No me puedo quejar en absoluto de apoyo, entre mis padres, los voluntarios, los compañeros de club y los corredores y espectadores que me conocían no pasaba 300 metros sin escuchar un mensaje de ánimo.
Antes de llegar a la rotonda de la virgen por segunda vez comencé a doblar corredores, de la vuelta familiar, que en su mayoría se colocaban a la derecha, pero alguno despistado hubo que se cruzó y otro que de repente se paró para ajustarse los cordones, con los que si no llego a reaccionar a tiempo hubiese chocado; un circuito más extenso, quizás dando la vuelta al final del carril bici (sería a 2 vueltas) podría ayudar a evitar estas situaciones.
Desde que pusiese la "velocidad de crucero" no me había visto superado por ningún corredor, pero a mediados de la segunda vuelta comencé a vislumbrar una camiseta amarilla, de un corredor del Atletismo Estepona, que inicialmente me sobrepasó a buen ritmo pero estabilizó la velocidad cuando me sacaba poco más de dos metros de ventaja.
Volvía a tener un campo de visión amplio gracias a la recta que se extendía hasta la subida, pero ya no divisaba a Claudio; Gonzalo se mantenía más o menos a la misma ventaja, y el ritmo era cómodo por el momento... de seguir así en la tercera vuelta apretaría el ritmo.
A la altura del Taconacho, bajando por segunda vez por la Calle Jacinto benavente, escuché el GP, y le eché un rápido vistazo; 3:53 en el último parcial... en Mijas corrí a un ritmo medio de 3:51 minutos el kilómetro, por lo que de mantener más o menos la "ventaja" obtenida en la primera vuelta hasta la última y acabar de menos a más...
Sentía que podía alcanzar marca, pero no me preocupaba en absoluto, estaba disfrutando mucho con la prueba y aún quedaba la mitad...
Me dio la impresión de que en esta entrada al puerto iba a derrapar, ya que tuve que abrirme mucho y girar de golpe (tres muchachas trotaban en paralelo), pero las Simna se agarraron de lujo y afronté la recta por tercera vez.
Mi padre estaba esperando en la zona de entrada a meta, por donde se iban desviando a los corredores de la carrera familiar, para animarme, aunque mi miraba buscaba, ya con algo de nerviosismo, algún puesto de avituallamiento.
La última vez se encontraba en esa misma recta, pero esta vez... ni rastro...
En fin, ya solo quedaba la mitad, si habría sobrevivido dos vueltas sin agua sobreviviría otras dos... mientras la banda interpretaba la banda sonora de Rocky Balboa me levanté el buff para limpiarme los goterones de sudor que me caían por la frente, me lo ajusté y apreté el paso ligeramente mientras recuperaba gradualmente la posición al corredor del Estepona.
Ahora se comenzaban a mezclar los corredores de la carrera familiar que habían decidido dar más de una vuelta, los que comenzábamos la tercera (algunos llevaban ya la mitad de la misma) y los que participaban en la prueba "Pro" pero llevaban un ritmo más tranquilo, por lo que ya no importaba por donde intentases adelantar, había "obstáculos" por todos lados.
A pocos metros tenía a un corredor de equipación roja, del Cártama si no me equivoco, así que aceleré para alcanzarlo y colocarme detrás suya, a fin de facilitarme los adelantamientos.
Tenía aún una marcha disponible, pero el calor era agobiante, tenía la garganta seca y la boca pastosa, y aunque las piernas de momento estaban muy enteras decidí mantener la posición una última vuelta.
Los primeros puestas estaban ya decididos, salvo sorpresa, ya que Cristian sacaba gran ventaja a sus dos perseguidores más inmediato, del Cártama (uno de ellos Darío, liebre de 1:30:00 en la I media maratón de Cártama), y el anterior grupo de cabeza, ya diseminado, se encontraba totalmente fuera de mi alcance; no obstante, el grupito con el que iba Gonzalo no se había destacado aún, así que me lo planteé como objetivo.
Algunos corredores iban cruzándose, con los cascos puestos, y una señora mayor se empeñó en cruzar la carretera (a través, sin paso de cebra) en la zona de la T, por lo que hubo un par de momentos en los que pensé que nos los comíamos, pero seguía la estela del corredor de Cártama, muy ágil, y me fui abriendo camino entre la multitud.
La parte positiva es que al no dejar de adelantar corredores desde el comienzo de la prueba y no haber perdido aún posiciones psicológicamente estaba muy bien, y dado que físicamente había sido conservador, comenzaba a recortarle distancia a mi grupo objetivo.
Llegando al Burguer King me jugué el tipo para entrar en la Calle Jacinto Benavente, ya que tres corredores avanzaban en paralelo desde casi el bordillo hasta el opuesto, por lo que pegué un salgo sobre la acera, esquivando por pocos milímetros uno de los pivotes de hierro, di otro salto y aceleré en el carril.
En la maniobra había dejado atrás al corredor de Cártama, que en el breve ascenso me recuperó la posición, pero en la bajada volvimos a ponernos a la par, girando juntos para entrar por penúltima vez al carril del puerto, mientras la banda interpretaba el "A por ellos".
Llegando a la zona final del carril le eché un ojo al GPS, por curiosidad... 7,9 kilómetros recorridos, ritmo parcial en el último tramo de 3:47...
Ya comenzaba a notar la fatiga, tenía la camiseta empapada en sudor, que se me desprendía a goterones en cada zancada, y no había ni rastro de avituallamientos... pero este era el momento, tocaba sufrir y luchar en la última vuelta...
No obstante, ante todo mi objetivo era superarme a mí mismo, aunque no sabía que promedios había llevado durante la mayor parte de la prueba, por lo que no tenía referencias (ni presión), pero sentía que podía hacerlo, todo dependía de esta prueba.
Por ello, no me obsesioné con adelantar al corredor del Cártama o apretar más de la cuenta para alcanzar a Gonzalo, que avanzaba, ya en solitario zigzagueando entre la multitud, a lo lejos.
Lo mantenía en el punto de mira y observaba como iba superando a alguno de los corredores que llevaba por delante, que poco después superábamos mi compañero del Cártama y yo.
Llegamos al giro de la virgen codo con codo, pero ahí comencé a distanciarme poco a poco.
Oía sus pasos muy cercanos, casi al unísono con mis "chancletazos", pero no atisbaba ningún retazo rojo acercarse por el margen izquierdo.
Al entrar por última vez en la Calle Jacinto Benavente me sobrepasó, alcanzándole yo en la bajada, mientras veía a Gonzalo a unos 100 metros, en el cruce ya, bajando hacia el puerto.
Iba ya a todo lo que daba el cuerpo, con el corazón desbocado y los músculos al límite, y me trasladé interiormente a la última serie de 200 metros que había realizado la mañana del miércoles, la mejor de la jornada.
Ya no oía, casi ni veía nada, aceleré lo máximo que pude para entrar en el aparcamiento del puerto, giré lo más ágilmente que pude y entré a meta, parando el crono justo cuando el programa informático de Dorsalchip me nombraba; según el GPS 40:07 minutos en 10,49 kilómetros, con un último parcial de 3:38 minutos el kilómetro.
Me giré para felicitar al corredor del Cártama, así como a Gonzalo, que finalmente me había sacado 11 segundos, me reuní con mis padres, que poco después se irían, y fui saludando a mis compañeros del club conforme iban entrando a meta.
Me supo a gloria el agua cuando, tras más de una hora sin ella, pude darle un sorbo, me tomé varios gajos de naranja y una coca cola bien fresquita a la que me invitó José Antonio al pasar por meta, con el que hoy pude, por primera vez en todo el circuito.
Estábamos impacientes por ver las clasificaciones, sabía que en mi categoría era casi imposible pillar trofeo, ya que abarcaba de 23 a 34 años, pero en el cómputo global del circuito, al puntuar ésta prueba doble, sí que tenía opciones.
Tras una larga espera, finalmente, fui 4º senior, y aunque el primer clasificado absoluto (Cristian) era de mi categoría, al no haber separación de categorías o premios no acumulables, no "corrió" la categoría.
Aun así, en el global del circuito, al contar esta prueba por dos según su reglamento, Bodo sería primer clasificado (44 puntos), Cristian segundo (34 puntos) y con 18 puntos llegaría yo, a 4 de José Adán, que participó en las dos primeras pruebas pero hoy no pudo acudir a la cita, por lo que se queda con 14.
Visto el nivel que hay en la categoría senior es todo un honor figurar entre estos atletas, y una muy buena motivación para mejorar también en las pruebas "cortas", que no suelo frecuentar.
Tras charlar con compañeros y amigos, presenciar la entrega de premios y esperar a que estuviese "todo el pescado vendido" me pegué una carrerita de dos kilómetros a casa, dando por finalizada la carrera.
Posteriormente en casa, analizando los datos de la prueba, confirmé mis sospechas... nuevo récord de 10 kilómetros, en 38:19, y tercer mejor tiempo de doble milla, 12:09.
A continuación expondré, de forma totalmente subjetiva pero enfocada a la mejora del evento (espero) lo que más me ha gustado y lo que creo que se puede mejorar de cara a futuras ediciones:
Lo mejor
-El nivel de participación ha sido un éxito rotundo, dando visibilidad al deporte y sobre todo a la causa, ha sido un honor poder colaborar en su difusión, colaborar y participar en ella.
-El ambiente, fenomenal, con animación en vivo antes, durante y después de la carrera, música, multitud de servicios complementarios al corredor...
-La bolsa del corredor, con camiseta, protección solar, ampollas de ginseng, crema hidratante, un bolígrafo... por 5 euros para los que participásemos en el circuito completo y 8 para los "Pro" que solo corriesen en esta; y la recaudación para Cruz Roja.
A mejorar
-Lo primero que se debe recuperar de cara a la futura ediciones el avituallamiento... al ser un circuito de 4 vueltas con uno bien atendido basta y sobra, pero si en mi caso fue muy duro pasar 40 minutos de carrera sin agua, los que estuviesen más de una hora bajo el sol tuvieron que pasarlo realmente mal... por no contar a las personas mayores y los niños de la vuelta familiar...
-Lo segundo, la salida, ya que si tienes una prueba estipulada para una cierta hora, no puedes tener a casi un millar de participantes esperando media hora más y sin saber el motivo del retraso, pienso que simplemente un anuncio por megafonía podría haber aclarado el asunto.
-Por último, para los corredores que buscamos hacer una marca determinada, un circuito a 2 o 3 vueltas pero de mayor extensión en cada una nos hubiese ayudado mucho, ya que desde la segunda vuelta no paramos de doblar corredores que, en algunos tramos, al cruzarnos los participantes de dos pruebas (aunque fuese la misma, el planteamiento era totalmente diferente), provocaba auténticos tapones.Esto es todo por ahora ¡un abrazo!
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