Llegando al término de una jornada post-media de Cártama de relax, Pascal me recogió para dirigirnos a Churriana, donde Paco "Eltziar" nos esperaba.
Era la primera vez que el trío se reunía tras realizar el año pasado el Reto 360º Solidarios, lo que no podía augurar nada bueno... ni normal.
La idea llevaba ya meses sobre la mesa, de hecho, se aplazó varias veces este verano, pero por fin, pasadas las 8 de la tarde, nos reuníamos los 3 en Churriana, y menos de una hora después comenzamos a trotar, en Alhaurín el Grande, rumbo a la Sierra de Mijas.
Probando, probando... a mi izquierda Pascal, a mi derecha, Eltziar |
La idea era hacer una integral de todos los picos de la Sierra de Mijas y acabar en Churriana, donde habíamos dejado un coche, y para ello contábamos con el track de Max Chavarría, pero como él comenzó por el Puerto de los Pescadores y el seguimiento de track del Garmin 310 XT no es muy fiable, pasamos unos primeros kilómetros frenéticos con unos ascensos y descensos imposibles por campo a través total, en busca del sendero.
Tras varios ascensos a cuatro patas (y algún descenso casi también), cogimos el buen camino, aunque entre la oscuridad y que no estábamos del todo ubicados ni nos dimos cuenta de que nos habíamos comido dos picos para comenzar, Barrientos (1.145 msnm) y Sepultura (1.151 msnm).
Ninguno de los 3 estábamos en nuestro mejor momento, ya que un servidor estaba acusando la paliza en Cártama (aunque mucho menos de lo esperado), Pascal está trabajando fuera y no puede entrenar mucho y Paco estuvo dirigiendo una ruta la jornada anterior, en la que se lastimó el tobillo.
Así, subíamos pendientes andando y trotábamos lo justo, ascendiendo hacia "La Bola", situada en el Pico Mijas (1.150 msnm).
En el vértice geodésico del Pico Mijas |
La "bola" |
Según el GPS íbamos por el buen camino, pero analizando el track a posteriori, veo que nos dejamos atrás otros 3 cerros, el Cerro de los Conejos (1.122 msnm), el Cerro Mendoza (1.122 msnm) y el Puerto de Málaga (1.000 msnm).
Nosotros cogimos la bajada por las zetas, uniéndonos posteriormente con el track de Max en el Camino de la Sierra.
La bajada era suave y disfrutona, así que pusimos buen ritmo y bajamos charlando, comentando pruebas como Cara los Tajos o el Maratón Alpino Jarapalos.
Más adelante hicimos un breve alto para comer algo e hidratarnos, ya que aunque la temperatura era ideal (solo algo de fresco cuando soplaba el viento en los picos altos), calculaba unas 8 horas de ruta, por lo que hay que ir reponiendo sobre la marcha para aguantar bien.
Poco después de llegar al Pino "singular" del Puerto de las Grajas (747 msnm) comenzamos a ver más y más balizas de la Gran Senda de Málaga, varias de ellas con pegatinas reflectantes, un detallazo a agradecer, y aunque nos perdimos un poco camino del Puerto de la Media Luna (827 msnm) y realizamos un poco de campo a través, volvimos a dar con la vereda.
El siguiente puerto fue el Puerto 3 Caleras (857 msnm), y ya reconocí la zona por entrenar con asiduidad allí en otra época y pusimos un poco más de ritmo.
Ascendimos recordando nuestro paso por ese mismo sendero hace ya casi un año, en la primera etapa del Reto, acompañado por Víctor Pimentel, entre otros, y en un momento nos plantamos en las zetas de subida previa al pico Castillejos (972 msnm).
Nos desviamos para subir (es un pico al que hay que acceder a propósito, a menos que conozcas los bancales de ascenso del CxM Calamorro y tengas el físico y la técnica para tirarte campo a través), y al momento noté algo extraño...
Pocos metros por encima de mí había varias luces, pero parecía que nos miraban, sin pestañear...
Me sentí observado, pero no llegaba a entender que eran esas lucecitas a un metro del suelo, hasta que me di cuenta... ¡estábamos rodeados de cabras!
Nos veían ascender curiosas, pero como estaban desparramadas por doquier y no quería que ninguna me propinase una coz al pasar di un par de voces para ahuyentarlas un poco, y no pusieron impedimento en dejarnos coronar otro pico.
Vista nocturna de Fuengirola |
Las vistas de la Cantera, Fuengirola y Mijas, Málaga, Alhaurín y media costa del sol eran impresionantes... una pena la contaminación lumínica, que apenas dejaba entrever las estrellas, así como la acústica, ya que el jolgorio de la Feria del Rosario llegaba hasta la cumbre.
Fuimos unos lumbreras, nunca mejor dicho, y no apagamos los frontales para la foto... |
Volvimos sobre nuestros pasos y nos dirigimos al Cerro del Moro (961 msnm), conocido como "el repetidor", y nos pusimos entre ceja y ceja encontrar su vértice geodésico.
Nos faltó subirnos a las antenas, pero no dimos con ninguno; eso sí, descubrimos que las casetillas son parte del Diseminado de Castillejos, cada día se aprende algo nuevo.
Tocaba ahora la parte que más trillada tengo, tanto de las participaciones en la CxM Calamorro como de mis incursiones, tanto en solitario como acompañado, de la Sierra de Mijas.
Puse buen ritmo en las bajadas, regodeándome con el olor a pino y aprovechando que los caminos estaban resecos y arenosos para derrapar a propósito e ir cogiendo técnica (las bajadas son lo que más me cuesta...).
Dejando atrás el cruce de Benalmádena nos encontramos muchísima arena, que aunque nos ralentizó no frenó nuestro avance hacia el siguiente pico, el Calamorro (771 msnm).
Realizamos una parada técnica en el telecabina, y pensamos repostar, pero estando el agua a euro y medio (el medio litro) y el Acuarius a casi 3 euros... decidimos aguantar con lo que teníamos.
Bajamos hacia el Refugio del Lobo, charlando sobre las oposiciones a magisterio, el funcionamiento del sistema educativo actual y otras cuestiones cuando nos encontramos con esto...
Suerte que alumbré la telaraña con el frontal, porque estaba en bajada e íbamos a buen paso... |
Una araña con cara de malas pulgas... |
Tras una improvisada sesión de Limbo nos dirigimos hacia el último de los picos, el Jabalcuza (609 msnm), y una vez allí nos despistamos terriblemente...
Según el GPS, tirásemos por donde tirásemos, estábamos en el buen camino, y a punto estuvimos de descender por una pared vertical buscando el sendero a Churriana...
Al final primó el sentido común y seguimos una veredilla descendente, pero cuando nos dimos cuenta estábamos bajando por la Cañada del Lobo hacia Alhaurín de la Torre... ¡y el GPS había muerto!
Por suerte se reinició y la ruta quedó guardada, pudiendo reanudarla sin problema, y es extraño, porque estaba aun al 85% de batería...
No teníamos muchas opciones, así que decidimos continuar hasta Alhaurín de la Torre, que nos recibió con un embriagador aroma a Jazmín, y aprovechando el manto de la noche, pusimos buen ritmo por la carretera hacia Churriana, atravesando las incontables rotondas que poco a poco nos iban acercando al coche.
Paramos el crono en 7:17:23, casi a las 4 de la mañana, con 37,6 kilómetros y 2.061 metros de desnivel positivo en las piernas.
Tocaba volver a Alhaurín el Grande a ritmo de Rock FM, intercambiando impresiones sobre la aventura que habíamos realizado.
Para la próxima toca pulir un poco la navegación GPS, pero por lo demás nos fue todo fenomenal, nos sobró agua y comida a todos, acabamos muy enteros y lo pasamos estupendamente.
Quizás perdiese horas de sueño, pero cada minuto vivido por la Sierra en compañía de Pascal y Paco valió la pena, así que estoy ya con ganas de repetir.
¡Hasta la próxima!
Comentarios
Publicar un comentario