Mi última participación en el Cross de Torremolinos fue en 2011, cuando era un circuito a varias vueltas por el interior del pinar (¿5?), en un circuito realmente exigente. Fue mi primer cross, y el último hasta 2014, ya que no es una modalidad que me guste demasiado o se me de especialmente bien, pero ¿cómo podría alguien que disfruta del correr rechazar una prueba popular?