Tras perderme la prueba el año pasado por celebrarse al día siguiente del Homenaje a la Legión, este año volvería a la prueba patrocinada por Paquiros Motos (así como lo fue por Sermadent en su primera edición).
En la media de Málaga no acabé del todo contento con mi actuación, ya que corrí demasiado cómodo y aunque es verdad que la salida me ralentizó, pude haber hecho mejor marca; hoy iría a tope desde el primer segundo.
Y ahí estaba encajado, entre primera y segunda línea de salida, al lado de cracks como el olímpico Álvaro Fernández, Rubén Espejo o Antonio Caba, por nombrar a algunos.
El bocinazo de salida me pilló desprevenido (esperaba un aviso por megafonía o una cuenta atrás), pero me coloqué presto tras el grupo de cabeza, al que dejé escapar unos metros nada más girar y pasar por meta (ese primer paso no contaba, nos quedaban 2), ya que el ritmo era infernal...
No quería mirar el GPS, no podía llevar el ritmo de la cabeza de carrera pero sí uno que me permitiese seguirlos con la mirada... y mientras un par de corredores jóvenes del Mijas me adelantaron, subí un poco el ritmo para ponerme a su par.
Iban muy fuertes y no quería que me sacasen de ritmo, así que bajé un puntito, recogiéndome un corredor del Cártama (si mal no recuerdo) que me animó para seguirle.
Su ritmo si era asequible, así que entramos juntos a la rotonda del parque biosaludable y apretamos en la recta que nos llevaba a la rotonda del Norauto, donde giramos hacia el límite con el término municipal de Fuengirola.
Parecía, al cruzarnos, que la cabeza de carrera estaba al lado y aunque sabía que los escasos segundos que nos separaban eran una cantidad de metros abismal, decidí que hoy tocaba sufrir, acelerando nada más girar en persecución de uno de los corredores del Mijas, que ya se había quedado descolgado.
Me crucé de nuevo con la cabeza de carrera, hice yo la rotonda (la previa a la del McDonald's) y me lancé a la persecución del corredor de verde.
Rotonda del Norauto hacia arriba y vuelta a la zona de salida, en cuyo trayecto alcancé al chico de Mijas, Ibrahim, llegando a la rotonda previa a la zona de salida.
Una chica le animaba desde la acera y se veía que tenía aun fuerzas, pero se le notaba muy fatigado para no haber completado aun el ecuador de la prueba...
Aun así (ya lo conozco de otras carreras), el otro corredor del Mijas también se había quedado descolgado, y sabía que podíamos alcanzarle.
Cruzando bajo el arco de salida le animé a pegarse, giramos casi juntos, pero pese al paso por meta comenzó a perder terreno.
No quise atosigarle, así que me centré en el corredor que tenía ahora por delante, que llegando a la rotonda del parque biosaludable me sacaba cerca de 50 metros... y menos de 40 llegando a la del Norauto.
Lo alcancé después del giro frente al Dunnes Stores y aunque pensaba que ya se engancharía y seguiría conmigo hasta meta, me animó a seguir en solitario.
Bueno... ahora tocaba un último cuarto de carrera realmente duro, ya que por lo que había visto en los cruces no había nadie al alcance de mis piernas ni tampoco lo suficientemente cerca de mí como para alcanzarme en un cambio de ritmo de casi dos kilómetros hasta la meta.
Es una situación incómoda, porque no tienes ninguna referencia ni nadie achuchándote por detrás y tras acumular 8 km a una media de cerca de 3:35 es fácil relajarse estando a tan solo 2 km de meta.
Por ello me propuse como objetivos llegar a la par de gente que había en la acera o pasar a alguno de los corredores que iba camino de completar la primera vuelta, de forma que no cediese ni un decímetro al crono.
Pasé por la rotonda previa a meta animado por mis padres, por la zona de salida alentado por decenas de voces...
Y tras el último giro y un sprint final en el que cambié de orientación 2 veces al no saber si tenía que entrar a meta por derecha e izquierda, zigzagueando entre un par de corredores, atravesé la línea de meta.
Paré el crono casi al instante, en 36:17; a falta del tiempo oficial ya sabía que acababa de alcanzar mi mejor marca personal, como no, con las Simna 3, mis huaraches preferidos en asfalto.
Tras saludar a Mayte, Laura y Runner y a mis padres me dirigí a la carpa de Gesconchip para consultar mi tiempo y posición... 36:16 y ¡tercero senior!
Salvo en la media de Málaga no me he bajado del cajón en lo que llevamos de año, siguiendo una preparación realmente exigente que como digo siempre, en absoluto está centrada en estas distancias.
No obstante, hoy no se puede decir que no luchase por la marca y la verdad es que estoy realmente orgulloso.
En principio la próxima cita será el domingo 23 en Fuengirola, en la última de las pruebas del circuito, aunque ya os avisaré si surge algún plan antes.
Como siempre, os dejo con lo mejor y lo peor de la prueba, desde mi punto de vista, ¡un abrazo!
En la media de Málaga no acabé del todo contento con mi actuación, ya que corrí demasiado cómodo y aunque es verdad que la salida me ralentizó, pude haber hecho mejor marca; hoy iría a tope desde el primer segundo.
Y ahí estaba encajado, entre primera y segunda línea de salida, al lado de cracks como el olímpico Álvaro Fernández, Rubén Espejo o Antonio Caba, por nombrar a algunos.
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| ¡A la carga! |
El bocinazo de salida me pilló desprevenido (esperaba un aviso por megafonía o una cuenta atrás), pero me coloqué presto tras el grupo de cabeza, al que dejé escapar unos metros nada más girar y pasar por meta (ese primer paso no contaba, nos quedaban 2), ya que el ritmo era infernal...
No quería mirar el GPS, no podía llevar el ritmo de la cabeza de carrera pero sí uno que me permitiese seguirlos con la mirada... y mientras un par de corredores jóvenes del Mijas me adelantaron, subí un poco el ritmo para ponerme a su par.
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| Persiguiendo a la cabeza de carrera |
Su ritmo si era asequible, así que entramos juntos a la rotonda del parque biosaludable y apretamos en la recta que nos llevaba a la rotonda del Norauto, donde giramos hacia el límite con el término municipal de Fuengirola.
Parecía, al cruzarnos, que la cabeza de carrera estaba al lado y aunque sabía que los escasos segundos que nos separaban eran una cantidad de metros abismal, decidí que hoy tocaba sufrir, acelerando nada más girar en persecución de uno de los corredores del Mijas, que ya se había quedado descolgado.
Me crucé de nuevo con la cabeza de carrera, hice yo la rotonda (la previa a la del McDonald's) y me lancé a la persecución del corredor de verde.
Rotonda del Norauto hacia arriba y vuelta a la zona de salida, en cuyo trayecto alcancé al chico de Mijas, Ibrahim, llegando a la rotonda previa a la zona de salida.
Una chica le animaba desde la acera y se veía que tenía aun fuerzas, pero se le notaba muy fatigado para no haber completado aun el ecuador de la prueba...
Aun así (ya lo conozco de otras carreras), el otro corredor del Mijas también se había quedado descolgado, y sabía que podíamos alcanzarle.
Cruzando bajo el arco de salida le animé a pegarse, giramos casi juntos, pero pese al paso por meta comenzó a perder terreno.
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| A punto de completar la primera vuelta |
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| Camino de comenzar la segunda |
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| Galopando... |
No quise atosigarle, así que me centré en el corredor que tenía ahora por delante, que llegando a la rotonda del parque biosaludable me sacaba cerca de 50 metros... y menos de 40 llegando a la del Norauto.
Lo alcancé después del giro frente al Dunnes Stores y aunque pensaba que ya se engancharía y seguiría conmigo hasta meta, me animó a seguir en solitario.
Bueno... ahora tocaba un último cuarto de carrera realmente duro, ya que por lo que había visto en los cruces no había nadie al alcance de mis piernas ni tampoco lo suficientemente cerca de mí como para alcanzarme en un cambio de ritmo de casi dos kilómetros hasta la meta.
Es una situación incómoda, porque no tienes ninguna referencia ni nadie achuchándote por detrás y tras acumular 8 km a una media de cerca de 3:35 es fácil relajarse estando a tan solo 2 km de meta.
Por ello me propuse como objetivos llegar a la par de gente que había en la acera o pasar a alguno de los corredores que iba camino de completar la primera vuelta, de forma que no cediese ni un decímetro al crono.
Pasé por la rotonda previa a meta animado por mis padres, por la zona de salida alentado por decenas de voces...
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| ¡Penúltima rotonda! |
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| Pasillo de meta |
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| ¡Últimos metros! |
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| Últimos segundos de sufrimientos |
Tras saludar a Mayte, Laura y Runner y a mis padres me dirigí a la carpa de Gesconchip para consultar mi tiempo y posición... 36:16 y ¡tercero senior!
Salvo en la media de Málaga no me he bajado del cajón en lo que llevamos de año, siguiendo una preparación realmente exigente que como digo siempre, en absoluto está centrada en estas distancias.
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| Con mi amigo Rubén Espejo (campeón) y Javier Arcas (subcampeón) |
No obstante, hoy no se puede decir que no luchase por la marca y la verdad es que estoy realmente orgulloso.
En principio la próxima cita será el domingo 23 en Fuengirola, en la última de las pruebas del circuito, aunque ya os avisaré si surge algún plan antes.
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| Foto de familia al finalizar el evento |
Lo mejor
-Como acostumbran nuestros vecinos siempre que preparan una carrera, la organización ha estado perfecta, no puedo encontrar nada a mejorar en cuanto a la fluidez del evento.
-El año pasado me perdí la prueba, así que no sé si el circuito sería el mismo o no; en cualquier caso, mucho más rápido y llano que el de la primera edición, si pudiese buscarse la forma evitar tantos giros bruscos pienso que podría ser una de las pruebas de 10 kilómetros más rápidas de Málaga.
-Tanto la ludoteca como la barra han funcionado muy bien (el olor era celestial al finalizar la prueba) y aunque es verdad que tardaron mucho en entregarse los premios el motivo fue la gran cantidad de categorías, ya que la entrega en sí fue rápida y sin incidencias.
A mejorar
-Lo único que creo que se puede mejorar es haber buscado algún sistema tipo carpa para el agua, ya que pese a llegar a meta el octavo, el agua estaba tibia (la isotónica algo más fresca); por lo general, busque por donde busque, prueba redonda, mi enhorabuena a la organización.
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