Si escribiese esta entrada 1 mes hubiese dicho, sin dudarlo, bajar mi mejor marca personal; no hubiese sabido especificar en cuanto, pero estaba seguro, preparado y muy tranquilo de que la mejora con respecto a la ya increíble carrera del año pasado estaba asegurada.
Ahora, sin embargo, me enfrento a los 101 con más inseguridad que nunca, pese a ser esta ya mi cuarta edición...
Venía de hacer hasta 180 semanales desde varios meses atrás, sin ningún tipo de problema, pero tras un par de semanas en las que bajé el kilometraje a cerca de 100 km para descansar, más la mente que el cuerpo, de las largas tiradas que repetía varias veces en semana, comenzaron los problemas...
De repente llegó la molestia en el pie izquierdo, ya tratada, y el fin de semana pasado, la piedra contra la que, en bajada, apoyé varias veces el talón en la Carrera de las guas de Istán.
Fue como en aquella Subida a Cordobilla, ya en el tramo final, cuando finalmente fui subcampeón; salvo que esta vez el tramo fue en larga pendiente descendente y no paré a sacarme la china hasta que noté que se me había volado el chip, por lo que impacté numerosas veces sobre ella con todo el peso de mi cuerpo..
Llevo 20 km recorridos corriendo en las 2 últimas semanas y hace ya 3 que no recuerdo lo que es correr sin dolor...
Y aunque el tobillo izquierdo lo tengo fenomenal, aun tengo un hematoma en el pie izquierdo que me duele bastante, sobre todo al andar... y sé que en los 101 andaré y mucho.
Por ello no sé como evolucionará el pie, tengo mucha incertidumbre, miedo, por no ser capaz de aguantar los 101 kilómetros y sucumbir a la prueba, como ya hice en la XVIII Edición.
Porque uno puede ir más rápido o más lento, plantearse la carrera de mil formas, pero lo que está claro es que una molestia en el km 90 es normal, en el km 60 es una complicación grave y en el km 30 es una tortura... así que yo, que llego ya con molestias a la línea de salida tengo por delante los 101 más duros que jamás podría imaginar.
Van a ser mis primeros 101 en huaraches, algo que resolví hace meses, pero que reafirmo estos días, ya que las zapatillas normales, al estar más elevadas en el talón, me ponen más presión en el hematoma que tengo justo al final del mismo.
Además es el calzado con el que más cómodo corro, es cierto que va a haber tramos donde lo voy a pasar regular, pero si tengo alguna posibilidad este año, es con sandalias.
Físicamente estoy muy bien, antes de estas molestias me notaba hecho un toro (he bajado varias mps este año en diferentes distancias), pero que me pase esto a pocas semanas de la prueba y de un problema derive en otro me tiene la moral muy debilitada.
Más de uno me ha dicho que pone la mano en el fuego por que esta será mi mejor edición, que el dolor es mi cuerpo pidiendo un poco de descanso para recuperarse y arrasar en los 101, pero no termino de verlo claro.
Lo que sí tengo claro es que mañana, llueva, truene o nieve estaré en la salida, armado con mis huaraches y mi mochila, el apoyo y amor incondicional de mis padres y varios miles de locos que, como yo, nos enfrentaremos a los 101 kilómetros de Ronda y podéis tener por seguro que voy a dar el 110% para intentar disfrutar la prueba.
No tengo objetivo de tiempo, de hecho, me juego mi coleta a que no vuelvo a bajar de las 12 horas; aquí no hay "tapadismo", ojalá mañana el dolor desaparezca y pueda volar bajo el sol de Ronda (y dad por hecho que lo haré si puedo disfrutarlo), pero con llegar a meta, mañana seré feliz.
Espero que os vaya genial, mucho ánimo a los aspirantes por primera vez y para todos, cabeza y fuerza.
¡Un abrazo legionario!
Comentarios
Publicar un comentario