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III Milla Solidaria Fuengirola "Un sol de Ciudad"


En una pausa de 2 horas dentro de mi turno de 12 cogí el coche, lo aparqué en casa de mis padres, me cambié el uniforme del trabajo por el de las carreras y me dirigí al trote al paseo marítimo.

En breves momentos comenzaría la tercera edición de la Milla de Fuengirola a beneficio de la Fundación Cudeca y no me la podía perder.


Muchos eran ya los compañeros que merodeaban por la zona, con quienes nos echamos una foto de familia entre salida y salida de las pruebas inferiores, aunque no tardamos demasiado en formar nosotros tras el cajón de salida.

Algunos de los compañeros del club... ¡qué difícil es pillarnos a todos en una misma foto!
3 seríamos los minimalistas de la prueba en esta edición
Con el recuerdo de las otras dos millas disputadas en la localidad decidí colocarme en primera línea, a la izquierda (los "máquinas" estaban en la derecha), con el objetivo de pillar un buen sitio en la salida y correr cómodo desde el primer momento.

Este año el circuito cambiaba, muy poco, pero lo suficiente para pillar a algún despistado en el giro de vuelta, que ahora se realizaría en un cono en lugar de bordeando la estatua de la Virgen del Carmen (al remodelar la plaza ya no hay carretera para hacerlo); aun así se recordó antes de dar la salida.

Comenzó la prueba y me sorprendí con una muy buena salida, corriendo codo con codo con Pablo Comino y Antonio Caba.

Fueron apenas 25 metros, ya que desde detrás llegó Juan Carlos Cabello con una fuerza increíble y rompió la carrera; varios corredores salieron tras él intentando igualar ese endiablado ritmo, pero yo ya estaba sufriendo al no respirar bien y decidí mantener el ritmo.

Tenía la garganta destrozada tras los primeros 200 metros (estas pruebas tan rápidas me dejan echo polvo) pero muscularmente me notaba bien.

Hubo un par de corredores que se descolgaron y algún otro que me pisaba ya los talones, pero llegué al giro del cono en quinta posición.

Ahí comenzaría el calvario, ya que pese a tener el viento a favor tenía la garganta como si me hubiese tomado 3 caramelos de mentol y eucalipto y me hubiese puesto a beber agua... la sensación era muy desagradable y aunque sabía que era sugestión mía, me daba la sensación de que me estaba ahogando.

Mantuve el ritmo como pude hasta que me adelantaron un corredor veterano del Mijas, Ibrahim, que en distancias cortas es una Gacela, y Lucas, del Torremolinos, otra joven promesa.

Intenté mantenerme a poca distancia del trío, pero ya llegando a la Peseta sabía que aunque estuviesen al alcance de la vista de las piernas ya no lo estaban, por lo que era mejor guardar fuerzas...

Llegué a meta recortandole distancias a Lucas y a otro corredor, que me sacaron 1 y 3 segundos de ventaja respectivamente.


Últimos metros de sufrimiento...
Finalmente dejé el crono en 5:11, lo cual es extraño, ya que me llevé la 9ª posición absoluta y 1ª senior, cuando el año pasado con 4:50 obtuve la 16ª posición absoluta y 5ª en senior.

Sin duda alguna influyó el viento de poniente, en contra a la ida y con rachas a la vuelta, así como el giro de este año, mucho más brusco; basta con darse cuenta de que el año pasado el ganador paró el crono en 4:03 y este año en 4:39.

Mi sensación era de haber corrido mejor que en los dos años anteriores y la posición así lo determinaba, pero no había tiempo para quedarse y celebrarlo, ya que en apenas 40 minutos tenía que estar de vuelta en el trabajo...

Así que me eché cerca de 2 km a la carrera, me duché, vestí, cogí el coche y llegué al trabajo con el tiempo justo de hacer un par de gestiones.

Ha sido una tarde más estresante de lo habitual, pero como suele decirse, sarna con gusto no pica.

Mañana tocará la Carrera Popular de la Feria de San Miguel de Torremolinos, a ver que tal amanece el cuerpo.

Ningún pero o sugerencia a la organización, podría promoverse como un mayor evento para atraer a corredores de otras localidades y tener más repercusión, pero se enfoca al corredor popular local y visto está que tras 3 años el planteamiento funciona.

Mientras haya deporte y además sea a precios populares y con fines solidarios no se puede pedir más.

¡Nos leemos!

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