Con algo más de 100 km en las piernas, 10 esa misma mañana, me plantaba en la línea de salida de la segunda prueba del circuito de Fuengirola 2018. El suelo estaba aun empapado de las lluvias de la pasada noche y la negrura amenazaba en el cielo, pero por el momento lucía el sol y la temperatura era ideal. Tenía las piernas aun bastante doloridas de la subida al repetidor del jueves, donde me empleé a fondo tanto en la subida como en la bajada, pero corriendo en llano ya no las sentía como bloques al menos. Tras reencontrarme con varios amigos y recibir varias felicitaciones por la plaza para el Spartathlon se fueron agotando los minutos para la salida, dada a golpe de silbato por Pedro Cuadrado. Algunos de los compañeros del club presentes en la prueba Faltaban algunas caras de la I Carrera del Circuito de hace unas semanas, pero la calidad seguía intacta y rápidamente se formó un grupo potente en cabeza. Yo me limité a seguirlos hasta el arco de