Tras varios días acumulando pocas horas de sueño, me desperté bastante aturrullado y KO, pensando que tenía que salir a trotar cuanto antes para no llegar justo al trabajo... ¡si era domingo!
Fui espabilando mientras desayunaba, me preparé y sobre las 9 me recogieron mis padres.
Estuvimos poniéndonos al día con los compañeros del club y echándonos algunas fotos antes de la salida, que se retrasó un poco por las inscripciones de última hora.
Ya en la zona de salida me coloqué en 2ª fila, con el objetivo de aguantar con Elio al menos la primera vuelta para después ponerme a mi ritmo, como hice en los 10 km Villa de Mijas de la semana pasada.
Salimos a buen ritmo, con un hombre con pinta de extranjero abriéndose paso como una exhalación, sacando varios metros a la cabeza de carrera ya en los primeros segundos.
Lo cogimos en la bajada hacia el parque fluvial bajo el Puente de la Armada, totalmente desfondado; no entiendo la gente que hace esas cosas, pero allá cada uno con su estrategia de carrera.
Por mi parte avanzaba a muy buen paso, en un grupo cuyo ritmo comenzaba a estar por encima de mis posibilidades pero que aun aguantaba bien.
Un corredor joven del Nerja, Caba y Elio comenzaban a destacarse justo cuando nos comenzamos a encontrar barro, como había anunciado Agustín Molina en la salida.
Tuve un derrape y decidí aprovechar para bajar un punto el ritmo; debía haber imaginado que habría barro y haber echado las Nunche 3, que con su taqueado agarran mejor, pero había echado las Nunche 2, que al estar ya lisas derrapan bastante...
Era demasiado tarde para lamentarse así que aproveché que precisamente Agustín Molina acababa de adelantarme, entre otros corredores y me pegué a su espalda.
Del grupo de cabeza se estaban empezando a caer corredores que habían salido a un ritmo excesivo y en el ascenso hacia el puente que lleva al otro lado de río adelantamos puestos.
Giramos por la zona de tierra hacia el carril bici y apretamos de nuevo el paso.
Tenía a Agustín a tiro y a otros corredores al alcance, pero derrapé nuevamente pasado el puente de colores, por lo que decidí correr con inteligencia y acelerar en las zonas donde sabia con seguridad que no me iba a resbalar, como el ascenso hacia el puente de la armada y la entrada en la segunda vuelta, donde recorté varios metros.
Agustín también estaba haciendo una segunda vuelta fuerte, así que me puse a su rebufo y, sabiendo los puntos donde podía resbalarme con el barro, fui dosificando las fuerzas, adelantando a corredores que jamás pensé que podría, como a Cristian Benítez, aunque seguro que no estaba teniendo un buen día ya que de lo contrario hubiese estado en la pugna por la carrera.
El muchacho del Nerja estaba ya bastante lejos pero no había muchos corredores entre nosotros y él.
Pasamos el puente hacia el otro lado del parque fluvial, doblando corredores ya y nos dirigimos hacia el giro para entrar de nuevo en el carril bici.
Saludé a mi cuñada, que estaba corriendo con amigas en la zona de la rampita con tierra justo cuando los corredores en cabeza giraban por ella y pude ver como Alfonso tropezó y cayó rodando por la rampa.
Se puso en pie al momento y continuo como si nada, es un corredor de raza, más de uno se hubiese olvidado de la carrera en ese punto, pero el siguió luchando.
Me lancé a por él antes de la cuenta, ya que recuperó el ritmo casi de inmediato y yo estaba al límite.
Adelanté a Agustín, pero pisé un charquito que hizo que se me fuese el pie y tomé la decisión de atacar ya al final.
Agustín me recuperó la posición y mientras ganaba metros me preparaba para el sprint.
Ascendí al puente de la armada con fuerza, di el giro y me lancé a por la última recta tras Alfonso y Agustín.
Agustín tuvo un muy buen final y comenzó a meter metros de por medio pero a Alfonso parecía que lo tenía... hasta el último giro, donde realizó un cambio de ritmo contra el que no pude luchar por lo que decidí mantener la posición aguantando el sprint hasta los últimos metros.
Ha sido una prueba que me ha gustado mucho por la variedad del recorrido, aunque lo pasé mal en algunos puntos por no llevar unas sandalias adecuadas, pero aun así acabé muy contento.
El tiempo en meta fue 19:16 y pasé el 5.000 en 17:19, a 14 segundos de mi mejor marca en la distancia sin estar entrenando series, intervalos ni cambios de ritmo, señal de que la preparación para el Spartathlon está dando sus frutos.
Como único aspecto a mejorar en la prueba, últimamente los imperdibles brillan por su ausencia en las carreras en general, pienso que si cada uno se lleva de casa de otras pruebas no harían falta, pero por desgracia no suele ser así y últimamente no hay carrera en la que no haya varios compañeros que se quedan sin ninguno.
Esto es todo por ahora, ¡un abrazo y nos vemos en la siguiente!
Estuvimos poniéndonos al día con los compañeros del club y echándonos algunas fotos antes de la salida, que se retrasó un poco por las inscripciones de última hora.
Algunos de los compañeros del club que nos dimos cita en la prueba |
Otros más (y aun faltaron algunos desperdigados por los alrededores) |
Salimos a buen ritmo, con un hombre con pinta de extranjero abriéndose paso como una exhalación, sacando varios metros a la cabeza de carrera ya en los primeros segundos.
Cabeza de carrera; al muchacho extranjero ya no se le veía |
Por mi parte avanzaba a muy buen paso, en un grupo cuyo ritmo comenzaba a estar por encima de mis posibilidades pero que aun aguantaba bien.
Un corredor joven del Nerja, Caba y Elio comenzaban a destacarse justo cuando nos comenzamos a encontrar barro, como había anunciado Agustín Molina en la salida.
Tuve un derrape y decidí aprovechar para bajar un punto el ritmo; debía haber imaginado que habría barro y haber echado las Nunche 3, que con su taqueado agarran mejor, pero había echado las Nunche 2, que al estar ya lisas derrapan bastante...
Era demasiado tarde para lamentarse así que aproveché que precisamente Agustín Molina acababa de adelantarme, entre otros corredores y me pegué a su espalda.
Del grupo de cabeza se estaban empezando a caer corredores que habían salido a un ritmo excesivo y en el ascenso hacia el puente que lleva al otro lado de río adelantamos puestos.
Giramos por la zona de tierra hacia el carril bici y apretamos de nuevo el paso.
Me encontraba con fuerzas para mejorar en la segunda vuelta, no había prisa |
Camino de la segunda vuelta |
El muchacho del Nerja estaba ya bastante lejos pero no había muchos corredores entre nosotros y él.
Pasamos el puente hacia el otro lado del parque fluvial, doblando corredores ya y nos dirigimos hacia el giro para entrar de nuevo en el carril bici.
Saludé a mi cuñada, que estaba corriendo con amigas en la zona de la rampita con tierra justo cuando los corredores en cabeza giraban por ella y pude ver como Alfonso tropezó y cayó rodando por la rampa.
Se puso en pie al momento y continuo como si nada, es un corredor de raza, más de uno se hubiese olvidado de la carrera en ese punto, pero el siguió luchando.
Me lancé a por él antes de la cuenta, ya que recuperó el ritmo casi de inmediato y yo estaba al límite.
Adelanté a Agustín, pero pisé un charquito que hizo que se me fuese el pie y tomé la decisión de atacar ya al final.
Agustín me recuperó la posición y mientras ganaba metros me preparaba para el sprint.
Una de las zonas donde se podía correr con tranquilidad a no resbalar |
Agustín tuvo un muy buen final y comenzó a meter metros de por medio pero a Alfonso parecía que lo tenía... hasta el último giro, donde realizó un cambio de ritmo contra el que no pude luchar por lo que decidí mantener la posición aguantando el sprint hasta los últimos metros.
Últimos metros |
Entrada a meta |
El tiempo en meta fue 19:16 y pasé el 5.000 en 17:19, a 14 segundos de mi mejor marca en la distancia sin estar entrenando series, intervalos ni cambios de ritmo, señal de que la preparación para el Spartathlon está dando sus frutos.
Como único aspecto a mejorar en la prueba, últimamente los imperdibles brillan por su ausencia en las carreras en general, pienso que si cada uno se lleva de casa de otras pruebas no harían falta, pero por desgracia no suele ser así y últimamente no hay carrera en la que no haya varios compañeros que se quedan sin ninguno.
Esto es todo por ahora, ¡un abrazo y nos vemos en la siguiente!
Excelente crónica, como nos tienes acostumbrados. ¿Cuántos kilómetros tienen tus Nunche 2? Las mías tienen unos 650 y aunque siempre había leído que aguantan bien unos 1000 últimamente me resbalo mucho. ¿Se nota mucho el paso a las Nunche 3, merece la pena el cambio?
ResponderEliminar¡Muchas gracias! 2980, también resbalan sobre superficies lisas, especialmente en mojado, en esta carrera lo pasé regular con el barro...
EliminarLas Nunche 3 son diferentes, para montaña me gustan más, para asfalto sigo prefiriendo las 2, siempre que sea en seco jeje
¡Un saludo!