Después de la tendinitis que me tuvo cojo una semana completa, haciendo que me perdiese la media maratón de Fuengirola, parecía que por fin las molestias remitían. Mi idea inicial era repetir el panteamiento del año pasad e ir trotando, correr y volverme trotando, pero como mis padres me insistieron mucho, nos recogieron a Chema, corredor descalcista madrileño y a mí en el Mercado del Boquetillo, poco después de las 8 y media de la mañana.