Ya casi recuperado de los 210 kilómetros de la XI Carretera de la Muerte de hace dos semanas me enfrentaba al extremo opuesto, una carrera popular de 3 kilómetros.
Como era la de Fuengirola no me la podía perder, pero aunque de vez en cuando me gusta correr rápido sufro mucho en las pruebas tan cortas y aun tenía la herida del pie abierta, así que tendría que correr con zapatillas.
No eran las condiciones ideales, pero tras dejar mi bicicleta de montaña en casa de mis padres para cambiarle las cubiertas de tacos por unos semi-slicks (estoy alternando bici y carrera para recuperar), me dirigí a buen paso hacia la Plaza San Rafael.
Allí estaban ya multitud de compañeros, la mayoría con las equipaciones nuevas y tras saludarnos y ponernos al día nos echamos una foto de familia y salimos a trotar un poco.
Finalmente el huracán "Leslie" había llegado muy debilitado, pero el viento era fresco y constante, así que decidí salir a trotar un poco con Reo y Olga mientras charlábamos sobre Brevets y Randonneurs.
El concepto de autosuficiencia sobre dos ruedas y largas distancias en régimen de libertad de movimiento me parece realmente atractivo y me gustaría probar alguna vez, aunque a la Brevet de 300 kilómetros de Fuengirola no podré acudir porque me pillará de viaje... en otra ocasión será.
Tras unos kilómetros de calentamiento nos dirigimos tras Agustín a la línea de salida, al comienzo del carril bici, frente al hotel Ángela y le hicimos entrega a Pedro Cuevas, concejal de deportes, de un detalle por su labor.
Tras una breve charla con Lucas, del Torremolinos, me coloqué en el mismo carril bici para la salida, a fin de evitar los bancos y árboles.
Sabía que saldría mucho más fuerte que yo, pero me puse tras Claudio para tratar de seguir su estela los primeros metros y coger posición.
Acababa la cuenta atrás y comenzó la carrera, en la que, o yo me vi mucho más lento de lo habitual o la gente estaba muy rápida, ya que comenzaron a adelantarme corredores por todos lados pese a estar a ritmos cercanos a 3:20 el kilómetro durante los primeros 500 metros.
Notaba las piernas rígidas y lentas aun así que decidí echarme a un lado para facilitar que me adelantasen y ya cuando pisamos el asfalto en la vuelta a la plaza, en vista de que a muchos se les estaba haciendo ya larga la prueba, decidí apretar un poco.
Lo bueno de haber mantenido la cabeza fría en la salida es que pese a no notarme al 100% comencé a recuperar posiciones desde la entrada en Calle Salvador Rueda, donde al circular entre edificios estábamos resguardados del viento.
Algunos corredores me acompañaron desde detrás y otros, más fuertes, me pasaron en el giro hacia la Avenida de Los Boliches, pero ya había adelantado a más de una docena de corredores sin variar mucho el ritmo.
Aun así veía muchas camisetas del TAC por delante y ni Lucas ni Adrián Johansen, con los que suelo compartir gran parte de las carreras populares estaban a la vista, pero el GPS marcaba un ritmo de 3:35 minutos el kilómetro y aunque hubiese querido no podría haber corrido más.
No termino de sentirme cómodo al correr con zapatillas, ya que me noto muy lastrado y desde luego correr un 3.000 a tope 13 días después de terminar una prueba de 210 kilómetros no es lo ideal, pero decidí apretar un punto más en la última vuelta.
Más de uno tuvo la misma idea, así que aunque adelantaba a algunos otros me pasaban y comenzábamos a doblar corredores, así que decidí ponerme de referencia a Raúl Sudri, un corredor al que creo que nunca he ganado en distancias cortas y creía que tenía a tiro.
A lo mejor es que la gente este año está entrenando mucho para el circuito, pensé, ya que estaba rodando un par de segundos más rápido de media que en la primera vuelta y no tenía claro el haber ganado posiciones en total.
Atrapé a Raúl pasado el supermercado Tejón y poco después Salvador padre, del TAC, pasó como una exhalación a mi lado.
Intenté mantenerle el ritmo, pero estaba realmente fuerte y decidí aguantar para no perder la posición al sprint final, ya que conforme se acababan los metros de carrera notaba las pisadas de Raúl más y más cerca.
En el último giro lo vi por el rabillo del ojo y un par de zancadas después me dejó atrás, pese a que cambié de ritmo y traté de disputarle la posición.
Entré en meta en 10:34, una décima de segundo tras Raúl y dos segundos detrás de Salvador Bravo.
Posición 19 y 5º senior, nada mal teniendo en cuenta que el primer y segundo corredor de la general eran de mi categoría.
Está claro que no se puede estar a todo y si uno está centrado en ultrafondo tiene que asumir que en estas pruebas cortas no puede estar al 100%, pero me ha hecho ilusión volver al ambiente de las carreras populares y ver a tantos compañeros y amigos.
El objetivo de la temporada serán las 48 horas del Festival de Ultrafondo de Murcia, pero estaré también en las otras dos carreras del circuito y en alguna otra popular que me pille cerca.
A ver si en las siguientes, al ser más largas, puedo recuperar posiciones en la clasificación total, porque correr más rápido lo veo complicado sin hacer series; y con suerte, correré con sandalias.
¡Un abrazo y hasta la próxima!
Como era la de Fuengirola no me la podía perder, pero aunque de vez en cuando me gusta correr rápido sufro mucho en las pruebas tan cortas y aun tenía la herida del pie abierta, así que tendría que correr con zapatillas.
No eran las condiciones ideales, pero tras dejar mi bicicleta de montaña en casa de mis padres para cambiarle las cubiertas de tacos por unos semi-slicks (estoy alternando bici y carrera para recuperar), me dirigí a buen paso hacia la Plaza San Rafael.
Allí estaban ya multitud de compañeros, la mayoría con las equipaciones nuevas y tras saludarnos y ponernos al día nos echamos una foto de familia y salimos a trotar un poco.
La familia crece |
El concepto de autosuficiencia sobre dos ruedas y largas distancias en régimen de libertad de movimiento me parece realmente atractivo y me gustaría probar alguna vez, aunque a la Brevet de 300 kilómetros de Fuengirola no podré acudir porque me pillará de viaje... en otra ocasión será.
Tras unos kilómetros de calentamiento nos dirigimos tras Agustín a la línea de salida, al comienzo del carril bici, frente al hotel Ángela y le hicimos entrega a Pedro Cuevas, concejal de deportes, de un detalle por su labor.
Preparados para la salida |
Sabía que saldría mucho más fuerte que yo, pero me puse tras Claudio para tratar de seguir su estela los primeros metros y coger posición.
Acababa la cuenta atrás y comenzó la carrera, en la que, o yo me vi mucho más lento de lo habitual o la gente estaba muy rápida, ya que comenzaron a adelantarme corredores por todos lados pese a estar a ritmos cercanos a 3:20 el kilómetro durante los primeros 500 metros.
Notaba las piernas rígidas y lentas aun así que decidí echarme a un lado para facilitar que me adelantasen y ya cuando pisamos el asfalto en la vuelta a la plaza, en vista de que a muchos se les estaba haciendo ya larga la prueba, decidí apretar un poco.
Camino de pillar a Reo, que tuvo una salida muy buena |
Algunos corredores me acompañaron desde detrás y otros, más fuertes, me pasaron en el giro hacia la Avenida de Los Boliches, pero ya había adelantado a más de una docena de corredores sin variar mucho el ritmo.
Aun así veía muchas camisetas del TAC por delante y ni Lucas ni Adrián Johansen, con los que suelo compartir gran parte de las carreras populares estaban a la vista, pero el GPS marcaba un ritmo de 3:35 minutos el kilómetro y aunque hubiese querido no podría haber corrido más.
No termino de sentirme cómodo al correr con zapatillas, ya que me noto muy lastrado y desde luego correr un 3.000 a tope 13 días después de terminar una prueba de 210 kilómetros no es lo ideal, pero decidí apretar un punto más en la última vuelta.
Más de uno tuvo la misma idea, así que aunque adelantaba a algunos otros me pasaban y comenzábamos a doblar corredores, así que decidí ponerme de referencia a Raúl Sudri, un corredor al que creo que nunca he ganado en distancias cortas y creía que tenía a tiro.
A lo mejor es que la gente este año está entrenando mucho para el circuito, pensé, ya que estaba rodando un par de segundos más rápido de media que en la primera vuelta y no tenía claro el haber ganado posiciones en total.
Atrapé a Raúl pasado el supermercado Tejón y poco después Salvador padre, del TAC, pasó como una exhalación a mi lado.
Intenté mantenerle el ritmo, pero estaba realmente fuerte y decidí aguantar para no perder la posición al sprint final, ya que conforme se acababan los metros de carrera notaba las pisadas de Raúl más y más cerca.
En el último giro lo vi por el rabillo del ojo y un par de zancadas después me dejó atrás, pese a que cambié de ritmo y traté de disputarle la posición.
Entré en meta en 10:34, una décima de segundo tras Raúl y dos segundos detrás de Salvador Bravo.
En meta con Raúl y Salva |
Está claro que no se puede estar a todo y si uno está centrado en ultrafondo tiene que asumir que en estas pruebas cortas no puede estar al 100%, pero me ha hecho ilusión volver al ambiente de las carreras populares y ver a tantos compañeros y amigos.
El objetivo de la temporada serán las 48 horas del Festival de Ultrafondo de Murcia, pero estaré también en las otras dos carreras del circuito y en alguna otra popular que me pille cerca.
A ver si en las siguientes, al ser más largas, puedo recuperar posiciones en la clasificación total, porque correr más rápido lo veo complicado sin hacer series; y con suerte, correré con sandalias.
¡Un abrazo y hasta la próxima!
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