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I Media Maratón Alhaurín El Grande Monumental


Desde la media maratón de Málaga 2018 no participaba en una media, distancia que me gusta mucho ya que aunque son muy rápidas para lo que acostumbro a hacer, puedo correr a buen ritmo sin esa sensación de sufrimiento de los 5 o 10k.

No se puede estar a todo, pero ya que iba a ser esta una primera edición y me quedaba cerca de casa, decidí inscribirme; además, Silvia y Jose, compañeros del Club Atletismo Fuengirola, correrían también.

A las 7 y 20 me recogieron en la rotonda del Mcdonalds, vestido de corto bajo el pantalón y la chaqueta que llevaba para resguardarme de la fresca mañana y pusimos rumbo a Alhaurín El Grande.

Tenía espalda, cuello y brazos doloridos al haberme pasado la tarde previa desmontando un armario y moviendo muebles pero al menos había caída rendido en la cama y pese a haber dormido pocas horas me notaba descansado

Había echado un ojo al circuito por encima y había visto bastante desnivel, lo que me iba a venir bien porque así no tenía la "presión" de una marca encima.

1 hora 20 había hecho en la última, prácticamente llana, así que entre la tirada de casi 60 kilómetros de la mañana anterior y el desnivel de la prueba, mi filosofía sería la de salir a disfrutar y descubrir los rincones de una localidad vecina.

Charlando con mis compañeros sobre mejores marcas, medias y maratones llegamos al Parque de la Libertad, donde se veía ya bastante ambiente y caras conocidas como la de Benardo, del San Pedro, Óscar, de los Bichos Runners, Jose, del Falso Llano o Isabel, corredora local.

Recogimos el dorsal y la completa bolsa del corredor (con camiseta, bolígrafo, tarrinas de paté ibérico y sobrasada y tickets para montadito y dos bebidas en meta) y estuvimos charlando entre nosotros y con los compañeros que iban llegando a la zona.


Recogida de dorsales
Como la salida y meta serían puntos diferentes muchos optaron por aparcar en meta y subir calentando, pero nosotros aparcamos en la misma meta y aguantamos hasta última hora para vestirnos de corto, ya que el día amanecía fresco.


Con Jose y Silvia; al fondo, arco de salida
Como algunos compañeros del club correrán la semana que viene la media maratón rural de Mijas y la gran mayoría está preparándose para la de Málaga, solo nosotros representaríamos hoy al club.

Mientras calentaba a ritmo de rock&roll escuché una voz conocida y me sorprendió encontrarme a Francisco Berbén, con quien no coincidía desde las 24 horas de Barcelona.

Nos volveremos a encontrar en el Festival de Ultrafondo de Murcia, donde participaremos en las 48 y 24 horas, respectivamente, si no antes.

Tras unas cuestas de calentamiento donde notaba que me faltaba un poco de fuerza en los cuadriceps, muy rígidos de la pedalada en bicicleta de la mañana anterior, nos fuimos colocando en línea de salida, donde me puse en segunda línea para intentar pegarme a algún grupito en la salida.

Los corredores salieron realmente rápidos, especialmente Nasr, que se destacó en solitario desde los primeros metros por la Avenida Blas Infante.

Giramos en Calle Ardalejos, por donde había pasado con la bicicleta algunos días, así que en previsión del sube y baja constante que nos esperaba, decidí dejar que se me perdiese la camiseta de los Bichos Runners de Óscar, a quien llevaba de referencia, tras las curvas.

Alcancé a la liebre de 3 horas, que avanzaba a muy buen ritmo y tras unos metros juntos fui poco a poco dejándole atrás, mientras un corredor que se acercaba desde detrás le comentaba que iba muy fuerte para el ritmo que quería marcar.

El chico le explicó que tenía que ser así para compensar el ritmo con el desnivel y al mirar el reloj vi que íbamos a 3:45.

Alcancé a Juan Manuel, del Álora e hicimos piña con José, que llegaba desde detrás.

¡Buena grupeta!
Me di cuenta de que José estaba muy fuerte, ya que en las subidas las piernas no me dejaban seguirle el ritmo, aunque cuando llegaban los repechos a favor, le recuperaba la ventaja.

Nuestro compañero aloreño no se quedaba a la zaga y así nos íbamos relevándonos, uniéndose una respiración femenina poco antes de dar la vuelta.

Inicialmente pensé que sería Beatriz, pero cuando finalmente me adelantó resultó ser Janine Lima, una grandísima atleta con la que he coincidido en muchas carreras pero con la que aun no había podido compartir kilómetros.

Llegaba con fuerza y ella y Juan se comenzaron a distanciar, pero José y yo no nos quedábamos a la zaga.

Nos cruzamos con Nasr, que le sacaba ya bastante ventaja a los siguientes competidores y unos miutos después con Óscar, que iba muy fuerte, ya en la mesa de avituallamientos.

La temperatura apenas habría aumentado un par de grados, pero al ritmo que estábamos corriendo estaba sudando bastante, así que di un buen buche de agua y me lancé tras Juan, Janine y Jose.

Los primeros comenzaron a distanciarse en las subidas, mientras poco a poco dábamos caza a dos corredores de rojo, del San Pedro y Vélez respectivamente, pero una vez los alcanzamos y nos pudimos en grupo, mantuvimos un ritmo bastante uniforme.

En algunas bajadas aprovechaba mi zancada para recuperar la distancia que perdía en las subidas, ya que las piernas las tenía bastante rígidas, así que aunque me destaqué en la bajada hacia la Avenida, donde hacía un rato habíamos tomado la salida, al pasar la rotonda me dieron caza nuevamente.

Saludé a Berbén, que me dijo que me esforzase más porque me veía cómodo y emprendimos una nueva bajada hacia las afueras del pueblo, donde sabía que nos esperaba una buena pendiente.

Fui regulando el ritmo y mis compañeros de grupo fueron poco a poco adelantándome; primero los muchachos de rojo, después Janine y por último el corredor del Álora.

No escuchaba por detrás los pasos de Jose pero no debía venir muy atrás.

Siguiendo la estela de mis cada vez más distantes compañeros nos internamos en el Camino Cuesta de Urique, que muchas veces había visto pero por el que nunca había pasado.

Pese a que el firme estaba algo deteriorado las Stone se comportaron a las mil maravillas y aprovechando una larga pendiente fue recortando poco a poco ventaja al grupo, al que conseguí pegarme nuevamente justo al comenzar las subidas.

Camino del km 14 nos cruzamos con Nser, que bajaba con potencia la pendiente que nosotros dejamos para internarnos a mano derecha hacia la Torre de Urique, una torre vigía de 13 metros que no conocía hasta ese momento.

Hasta ese punto el nivel de esfuerzo estaba siendo elevado pero dentro de lo normal, si quería podía apretar un poco pero sabía que podía desfondarme.

Al llegar a ese punto decidí, mientras dábamos caza a una pareja local, que intentaría no descolgarme en las subidas, ascendiendo con fuerza junto a Janine mientras notaba como me quemaban los cuadriceps y comenzaba a molestarme un poco la herida del pie derecho.

Llevaba calcetines para mitigar el roce, pero debido a lo irregular del terreno, al apoyar y girar un poco el pie se ve que me comenzaba a hacer daño la tira del huarache.

Fui prudente en la posterior bajada y me sorprendió ver a lo lejos la camiseta de Óscar; estaba justo de fuerzas, pero quedaba poco de media y quizás podía alcanzarle...

El pensamiento duró hasta que uno de los corredores del Acebuche que habíamos alcanzado metió un cambio de ritmo en la subida de vuelta a la A-387.

Janine y Bernardo le siguieron, aunque con un cambio de ritmo más progresivo, pero yo me quedé clavado en la subida.

El dedo me molestaba al alargar la zancada y los cuadriceps se negaban a aumentar la cadencia, así que completé el ascenso tirando de pundonor y aproveché los primeros metros del descenso para recuperar antes de lanzarme a por ellos.

Recorté algunos metros en la entrada al pueblo, pero en esa misma subida di por imposible alcanzarles y decidí centrarme en mantener la posición.

Por suerte el tramo urbano final fue muy entretenido, iba sufriendo y perdí la referencia visual de los otros corredores pero con el callejeo continuo y la ayuda de la pendiente a favor llegué a la recta final, donde esprinté con fuerza al ver la meta.


¡Meta!
La noche anterior le había dicho a Mayte que si hacía una marca entre 1:25 y 1:30 me daba por satisfecho, ya que sabía que había unos 350 metros de desnivel positivo pero no como estaba repartido.

Acabé muy contento al ver el 1:23 en el cronómetro ya que pese al desnivel, la paliza física de la jornada previa y la herida del pie derecho, que no termina de curar, había mejorado la más optimista de mis previsiones.

Fui entrevistado en meta por el speaker, con quien he compartido kilómetros en varias competiciones, tras lo cual Janine vino a buscarme y nos dimos un abrazo.

Sabía que había estado pendiente a la XI Carretera de la Muerte porque siempre leo todos los comentarios, pero me sorprendió gratamente que se declarase seguidora habitual de mis aventuras.

La admiración es mutua, ya que es una de las mejores corredoras de asfalto de la provincia; es increíble la cantidad de medias en las que entra en las primeras posiciones absolutas, transmitiendo energía y positivismo.

Estuvimos charlando mientras entramos en el patio del colegio a recuperar en el avituallamiento de meta y me sorprendió saber que llevaba en pie desde las 4 de la mañana, ya que había acercado a Linares a su hija que competía en los campeonatos nacionales de cross, antes de venir a Alhaurín El Grande.

Tras beberme un botellín de agua nos despedimos y volví a la zona de meta, donde me hicieron una breve entrevista para la televisión local mientas esperaba a Jose y Silvia, que entraron haciendo la mejor marca personal de mi compañera.

La completó haciendo los escasos 250 metros que quedaban para la media maratón aprovechando la pendiente tras la meta; con todo y con eso fue la mejor de sus medias.

Tras subir al coche y bajárnoslo a la zona del colegio, disfrutamos el delicioso montadito y el sol mientras comenzaba la entrega de premios.


¡Subcampeón senior!
Pese a haber sido el tercer clasificado de mi categoría, al no ser premios acumulables (salvo los locales) y resultar Nasr el campeón absoluto con diferencia, me alcé al segundo puesto.

Fue una entrega muy rápida aunque no se por qué, cuando tocaba la categoría sénior pasaron a los veteranos y nos dejaron para el final.

La experiencia global ha sido estupenda, espero que para futura ediciones se vayan captando más participantes y pueda estar ahí para ver como esta media crece y se consolida en el calendario.

Esto es todo por el momento, nos veremos el próximo jueves en la media rural de Mijas, por desgracia, en mi caso con zapatillas.

¡Un abrazo!

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