Esta es una de esas crónicas realmente difíciles de plasmar, ya que tienes que tener en cuenta docenas y docenas de horas donde el paisaje no cambia, siendo complicado narrar fidedignamente todo lo ocurrido sin ser aburrido. Aun así lo intentaré, resumiendo mucho en cuando a ritmos, anécdotas personales (que hubo a patadas) y quedándome con la esencia y las sensaciones que fui experimentando, quizás lo más útil para el lector; ¡vamos allá!