Tras llevar ya un par de semanas de continuidad en los entrenamientos después de las palizas de la Spartathlon , los 100 km de Caldes y la Backyard de Orense llegaba con ganas a una nueva cita en Almería. Además, con motivación doble, ya que por un lado participaría por primera vez en una prueba de 12 horas y además, por cada vuelta al circuito, conseguiría un euro para colaborar en la construcción de una escuela en Angola.