Características:
Grosor suela: 10 milímetros
Drop: 0 milímetros
Peso: 207 gramos
Me regaló este par de zapatillas hacía ya algo más de un año un compañero de club, ya que le había dado poco uso y no le había convencido.
Las había tenido guardadas en el armario desde entonces, ya que no suelo ir mucho a la pista y allí normalmente hago las series con las Vaporfly, pero hace unas semanas me animé y decidí probarlas.
Así las tenía una vez las saqué del armario:
Aunque es un modelo barato de iniciación (20 euros le costaron a mi compañero) pesan menos con clavos que la gran mayoría de las zapatillas que he usado para correr.
Lo ideal sería pesarlas sin ellos, pero tienen la rosca muy dura y no he querido forzarlos, aunque tampoco creo que bajen más de un par de gramos el peso, si llega.
Las probé con calcetines puestos para ver como quedaban (como un guante en talla 44.5) y decidí que la mañana siguiente las usaría en la pista.
Hace ya 15 años que empecé a correr, pero nunca había usado clavos y no sabía muy bien qué esperar, así que consulté a varios amigos que me recomendaron tener mucho cuidado con este tipo de calzado, que consideran muy agresivo y lesivo, especialmente en sóleos y gemelos.
Acudí a la pista con las Saucony Type A9 y tras calentar varias vueltas, me cambié a los clavos y comencé las series, 15x150 metros, recuperando 150 metros al trote entre cada serie.
La sensación era extraña pero natural y la zancada muy fluida, corría totalmente pegado al suelo y me sentía seguro a cada zancada, incluso al entrar en las curvas, lo contrario que al correr con zapatillas con placa de carbono, donde en pista noto siempre que la tracción no es perfecta en los giros a gran velocidad.
Había estado pensando en si tendría que hacer algo conscientemente al correr con clavos, pero en el momento de la verdad, parecía que llevase toda la vida con ellos.
No me molestaron en absoluto, acabé las series, de media mejor que la semana anterior en un 10x150 recuperando 150 metros al trote en ruta, aunque en ese entreno, con las Vaporfly, la última serie salió mejor que la más rápida de este entreno.
Al día siguiente si noté algo de carga en gemelos, pero sobre todo en las plantas de los pies, las agujetas me recordaban a cuando corría con sandalias y probaba algún modelo con menos suela que los habituales, o volvía a ellas tras varios días corriendo con zapatillas amortiguadas.
El pico de agujetas fue a los dos días, pero al tercero estaba ya como nuevo y en posteriores sesiones la recuperación ha sido cada vez más rápida.
Creo que tengo aun que acostumbrar al cuerpo y sobre todo a los pies a estas zapatillas, quien sabe, quizás pruebe a competir en algún control en pista cuando arranque la temporada.
Lo que tengo claro es que los entrenos de calidad trataré de hacerlos en pista y con clavos, que por cierto, son de 6 mm y vienen con una llave para cambiarlos incluida, aunque este par admite también 9, 12 y 15 mm.
La semana siguiente realicé 10 series de 200 metros, acompañado de un amigo y los tiempos medios rondaron 2:40 min/km recuperando 200 metros, con un promedio más rápido que en asfalto con placa de carbono aunque con una velocidad punta similar.
Teniendo en cuenta que sin descuentos unas Vaporfly superan los 200 euros y este par cuesta 20, ni que decir tiene que lo importante no es la flecha, sino el indio.
En esta sesión si noté algo de carga en el gemelo derecho a partir de la séptima serie, con bastantes agujetas en las plantas de los pies a las 48 horas.
Posteriormente he hecho también un entreno de intervalos, que habitualmente hacía en la calle, y el resultado ha sido similar, con una recuperación de apenas 24 horas para sentirme como nuevo.
Todavía me cuesta más trabajo alcanzar mi velocidad máxima con clavos que con zapatillas con placa de carbono en las series, pero cada vez menos.
Con las Vaporfly el limitante es el factor cardiopulmonar, mientras que con clavos es muscular, ya que intento apretar más pero llega un punto en el que el ritmo se me estabiliza y aunque pueda hacer varias series al mismo ritmo, no consigo superarlo.
Me está gustanto tanto el trabajo en la pista que he decidido buscar un modelo de clavos más específico, ya que pienso que cuando vuelva al carbono para competir creo que voy a notar el trabajo extra que se hace con los clavos.
Además, al ser los clavos "normales" (los hay también con Zoomx y placa de carbono...) más baratos que las Vaporfly, reservaré una temporada estas y las sacaré solo para competir, haciendo los entrenos duros en la pista.
Así se encuentran tras 31 kilómetros en la pista conmigo, no tienen aún desgaste apreciable, se ven exactamente igual que antes de empezar a usarlas:
En el momento de publicar esta entrada ya les he encontrado sustitutas, así que de momento volverán al armario, pero reconozco que como calzado genérico, polivalente y barato para iniciarte en el atletismo, son imbatibles.
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