Tras el impás provocado por la pandemia del Covid, volvía un año más la carrera popular de la Feria de Mijas, que pese a ser la prueba que más veces he corrido, no hacía dese 2017.
Esta sería mi décima participación, con un recorrido a dos vueltas que aún no conocía pero que me podía imaginar, ya que esta prueba suele ser dura, rápida y rompepiernas.
Recogí a mis padres, que hoy no correrían, en el recinto ferial de Fuengirola y tras esperar a Riccardo, con quien llevo varias semanas entrenando, subimos a Mijas Pueblo.
Había ya un gran ambiente en la Plaza Virgen de la Peña, donde iban corriendo los niños sus respectivas carreras y nos íbamos acumulando cada vez más compañeros.
A poco más de una hora para la salida de nuestra carrera, Riccardo y yo salimos a reconocer el circuito con Pablo Cabuli, que corrió la última edición.
Nos despistamos y nos salió una vuelta de algo más de 3 kilómetros, con algunos tramos de propina y otros en sentido contrario, que ya me iban dando una pista de cómo sería la prueba.
Completando la vuelta coincidimos con Agustín Molina y Hugo, que iban reconociendo el circuito.
Hicimos un tramo juntos, ellos se desviaron ya que Hugo correría el circuito corto, pero ya habiendo dado la primera vuelta y siguiendo a otros corredores completamos bien el circuito.
Teníamos una de las cuestas más duras en la misma salida y la segunda a mitad de vuelta, la carrera prometía emociones fuertes, pulso disparado y mucho lactato.
Cuando nos llamaron a los corredores de la prueba absoluta a la línea de salida me coloqué en la zona central del arco, pero como una marabunta de corredores iban pasando de delante a atrás de la línea de meta, me fui echando a la izquiera y acabé pegado al arco.
El nivel era impresionante, contábamos con corredores internacionales como David Palacio, (5 km en 13:55) o Javier Díaz Carretero (5km en 14:00) y los habituales en campeonatos de España de varias distancias Cristian Benítez y Pablo Comino, por mencionar algunos.
Me quedé un poco rezagado en el inicio de la prueba, pero como tenía hueco por la izquierda, me abrí y aceleré para coger la curva desde el exterior.
Seguí acelerando y en la curva que sube hacia la Avenida del Compás me vi codo con codo con Pablo Comino, que esperaba que tomase la delantera porque yo en esa posición iba a durar menos que una pompa de jabón si empezaba a tirar.No tardaron en tomar el relevo David y Javi, y poco después Cristian, en el giro de Calle Málaga a Calle Charcones.
Por un momento estuve tentado de mirar el GPS para ver a qué ritmo iba, pero sacudí la idea de la cabeza ya que necesitaba estar concentrado al 100% para poder mantener el ritmo de la élite y podría ver a posterior los ritmos.
En la bajada por Calle San Sebastián pude recuperar un poco el aliento, mientras el grupo de cabeza avanzaba compacto y yo iba manteniento con cautela las distancias, ya que sabía que no tardarían en despegarse.
Ascendí tras ellos en la cuesta de la muralla y me sorprendió volverme a pegar a ellos en el descenso previo a la Avenida del Compás, pero ya en la tachuela previa a la baja hacia la Avenida Virgen de la Peña me notaba fatigado, así que bajé un puntito el ritmo.
Rodeamos la plaza mientras observaba como poco a poco me iban ganando terreno y volví a ascender hacia la Avenida del Compás, esta vez en solitario, buscando evitar el adoquinado, que con las Vaporfly me desestabilizaba.
Iba controlando el ritmo hasta la cuesta de Calle Charcones y ahí empecé a apretar poco a poco el ritmo ya que escuchaba pasos cada vez más cercanos.
Por un momento pensaba que sería Riccardo, pero en la bajada hacia la plaza previa del ascenso a la cantera el corredor se puso a mi par y vi que era un muchacho joven del Mijas.
Apretamos el paso juntos ascendiendo hacia el auditorio y me ganó la posición en la bajada.
En el ascenso hacia la Avenida del Compás empezó a distanciarse y ya pensaba que no lo cogía, pero en la bajada nos estabilizamos a apenas un par de metros y estuve aguantando en el rodeo a la plaza para intentar un sprint final.
Pensaba que se entraría recto y me metí muy abierto en la curva previa a meta, yéndome casi contra la jardinera, por lo que no pude ni intentar el sprint, pero viendo lo fuerte que iba el chico, creo que hubiese sido muy difícil ganarle la posición.
No era una carrera fruto de la casualidad, ya que después me enteré de que Ángel tiene una marca de sub 6' en los 2000 obstáculos, lo que, siendo sub 18, denota una gran calidad.
En cualquier caso, entré a meta el sexto absoluto, tercero de mi categoría al ser premios acumulables, en un tiempo de 13:49 para 4,06 km con 57 metros de desnivel positivo.
Nada más entrar por meta felicité a Ángel y al momento (5 segundos, literalmente), entraba Riccardo, que había hecho una carrera más inteligente que yo, de menos a más y casi nos coge.
Tras hidratarme un poco salí a soltar piernas, primero con Riccardo y después en solitario, buscando el trazado de la prueba antigua para no molestar a los corredores que estuviesen aún en carrera y llegando con tiempo a la plaza para cambiarme antes de empezar la entrega de premios.
Nos entregaron una placa preciosa y una entrada para el parque acuático, pero lo mejor para mí, la experiencia de compartir una vuelta con la élite.
Si yo que nunca he trabajado velocidad hasta hace unos meses puedo estar ahí, con esfuerzo y constancia, todo el mundo puede ;)
Comentarios
Publicar un comentario