Salí temprano para Marbella junto a Riccardo, ya que en otras competiciones en la localidad había empleado docenas de minutos en aparcar y no quería que fuese así esta vez, ya que teníamos que recoger los dorsales.
Este año era mi sexta participación en la carrera de San Miguel de Torremolinos, en un circuito a una vuelta que no conocía pero que viendo en el plano, podía imaginarme que sería durete.