Han transcurrido ya varios días, pero entre el trabajo, las fiestas y que he empezado el año malo, no he podido ponerme aún con el resumen de mi doble debut, en pista y además, cubierta.
La crónica será breve, como la distancia elegida, los 3000 metros lisos, porque no había más, debo añadir.
Al llegar a la pista cubierta del centro de tecnificación de Antequera busqué la secretaría deportiva para que me orientaran un poco, ya que era mi primer control.
Tras comentarme que debía confirmar la participación a través de la FAA y asignarme un dorsal me comentaron que debía estar sobre veinte minutos antes de la hora de mi prueba en la cámara de llamada, donde tendría una calle interior para calentar.
Me vestí directamente de corto y disfruté como un enano con la multitud de pruebas que había, de velocidad y saltos (pértiga, longitud y altura).
Mientras tanto daba cuenta de un plátano, unas gominolas con sales de una carrera que iban a caducar y un gel CAF100.
El tiempo se me pasó volando y cuando me quise dar cuenta ya quedaba poco menos de media hora para la salida, así que bajé a la zona de calentamiento, que abandonaría dos veces más para ir al baño antes de que nos citasen para cámara de llamadas.
Me entregaron otro dorsal, ahora el 5, que debía poner superpuesto al anterior con los mismos imperdibles y con los clavos ya puestos, pasamos a la cámara de llamadas.
Estaba, como era de esperar, en la serie B, aunque estaba ya caliente, por lo que la espera se me hizo eterna.
He de admitir que estaba un poco nervioso, ya que no sabía qué esperar y me preocupaba que me pudiesen descalificar por no conocer alguna norma o me lesionase al no estar acostumbrado ya a correr con clavos.
Pese a llevar varios días sin molestias de ningún tipo, notaba tensión en el gemelo derecho sin motivo aparente, como si estuviese a punto de darme un tirón.
Tal y como vino la molestia se fue cuando vinieron a buscarnos para colocarnos en la escalera de acceso a las pistas, desde la que vimos el final de la primera serie.
La crónica será breve, como la distancia elegida, los 3000 metros lisos, porque no había más, debo añadir.
Al llegar a la pista cubierta del centro de tecnificación de Antequera busqué la secretaría deportiva para que me orientaran un poco, ya que era mi primer control.
Tras comentarme que debía confirmar la participación a través de la FAA y asignarme un dorsal me comentaron que debía estar sobre veinte minutos antes de la hora de mi prueba en la cámara de llamada, donde tendría una calle interior para calentar.
Me vestí directamente de corto y disfruté como un enano con la multitud de pruebas que había, de velocidad y saltos (pértiga, longitud y altura).
Mientras tanto daba cuenta de un plátano, unas gominolas con sales de una carrera que iban a caducar y un gel CAF100.
El tiempo se me pasó volando y cuando me quise dar cuenta ya quedaba poco menos de media hora para la salida, así que bajé a la zona de calentamiento, que abandonaría dos veces más para ir al baño antes de que nos citasen para cámara de llamadas.
Me entregaron otro dorsal, ahora el 5, que debía poner superpuesto al anterior con los mismos imperdibles y con los clavos ya puestos, pasamos a la cámara de llamadas.
Estaba, como era de esperar, en la serie B, aunque estaba ya caliente, por lo que la espera se me hizo eterna.
He de admitir que estaba un poco nervioso, ya que no sabía qué esperar y me preocupaba que me pudiesen descalificar por no conocer alguna norma o me lesionase al no estar acostumbrado ya a correr con clavos.
Pese a llevar varios días sin molestias de ningún tipo, notaba tensión en el gemelo derecho sin motivo aparente, como si estuviese a punto de darme un tirón.
Tal y como vino la molestia se fue cuando vinieron a buscarnos para colocarnos en la escalera de acceso a las pistas, desde la que vimos el final de la primera serie.
Acabaron en 8:30, un minuto más rápido del tiempo que yo creía que podía rondar... no creía que me pudiesen doblar porque 200 metros daban para mucho, pero si alguno de los atletas que me rodeaba tenía un nivel similar al de los que ganaron la primera serie, podría pasar.
Cuando acabó la serie nos dejaron pasar al tartán y realicé un progresivo en sentido contrario a la pista antes de volver a la zona de salida, esperando algún tipo de indicación, ya que no sabía cómo o dónde colocarme.
Nos fueron llamando y colocando por orden de dorsal y nos pidieron que nos colocásemos en la curva, sin pisar la línea, explicándonos que la orden de salida sería tras un listos... ya.
Cuando acabó la serie nos dejaron pasar al tartán y realicé un progresivo en sentido contrario a la pista antes de volver a la zona de salida, esperando algún tipo de indicación, ya que no sabía cómo o dónde colocarme.
Nos fueron llamando y colocando por orden de dorsal y nos pidieron que nos colocásemos en la curva, sin pisar la línea, explicándonos que la orden de salida sería tras un listos... ya.
Preparé el GPS en modo pista cubierta y tras dar varios saltos para subir pulsaciones y soltar nervios nos preparamos para salir.
Me quedé un poco rezagado en la salida y tuve que abrirme hasta la calle cuatro para abrirme paso entre los corredores, colocándome justo tras el corredor que tomaba la iniciativa.
Al final de la primera recta miré de reojo el gps y marcaba 2:46, pero no le hice mucho caso porque si ya en pista normal falla, en pista cubierta, que tira de acelerómetro, no me fiaba, así que me propuse seguir al corredor.
En la curva comenzó a separarse y le dejé espacio, acelerando de nuevo en la recta para no terminar de perderlo.
Me sacaba varios metros en las curvas, que le recortaba en las rectas, hasta la tercera vuelta, en la que veía que el ritmo era demasiado alto y bajé un punto el ritmo.
Escuchaba pasos desde atrás y justo en el paso por meta me adelantó otro corredor, al que tomé como referencia.
Fui cómodo hasta la vuelta cinco, pasando el primer mil en 3:04, con sensación de poder acelerar incluso si era necesario, pero ahí ya di un bajón bueno.
El segundo corredor se me escapaba, estaba a punto de ser adelantado de nuevo y tanto la garganta como el pecho me ardían de forzar la respiración.
No sabía si se podía escupir en pista cubierta y tenía la boca tan llena de saliva que me costaba respirar, así que intenté tragar, pero me atraganté al entrar en la curva y casi piso el raíl de la cuera, tuve que manotear para recuperar el equilibrio.
Apreté de nuevo en la curva mientras intentaba respirar entre ataques de tos pero el tercer corredor ya se me iba también y volvía a ser adelantado.
En la siguiente vuelta uno de los corredores que iba delante, creo que tras el que corrí en la salida, se retiraba y por un momento mi objetivo fue no acabar como él, ya que volví a atragantarme al tragar y acusaba la fatiga del ritmo inicial.
Pasé el segundo mil en 3:19, tratando de recomponerme y descontando ya las vueltas que quedaban para acabar, que se me estaban haciendo eternas.
No le iba a recuperar la posición a nadie, pero tenía a tiro a un corredor al que podía doblar, así que me concentré en irle recortando metros poco a poco y conseguí adelantarlo en la entrada de la última curva.
Llegué a meta vaciándome, con un sprint desde el inicio de la última recta con todas las fuerzas que me quedaban y acabando en 9:41.69, con un último mil en 3:18 y una cuarta posición en la serie B.
La verdad es que mentiría si dijese que estaba contento con el tiempo, ya que en asfalto he hecho carreras de 10 kilómetros por debajo de 33 minutos, que es un promedio más rápido, pero al menos ya tengo una referencia para futuras pruebas en pista, porque si, me gustaría repetir.
Se me hizo extraño correr con las curvas peraltadas, el correr con clavos al final, una vez has entrenado con ellos, lo tienes asimilado y creo que si hubiese salido más conservador y pasado el ecuador de la prueba hubiese ido pillando corredores, me habría venido arriba.
En cualquier caso ha sido una experiencia más, que me dejó con los gemelos por corbata un par de días y la garganta y pecho tocados, pero que espero repetir este 2023 ;)
Me sacaba varios metros en las curvas, que le recortaba en las rectas, hasta la tercera vuelta, en la que veía que el ritmo era demasiado alto y bajé un punto el ritmo.
Escuchaba pasos desde atrás y justo en el paso por meta me adelantó otro corredor, al que tomé como referencia.
Fui cómodo hasta la vuelta cinco, pasando el primer mil en 3:04, con sensación de poder acelerar incluso si era necesario, pero ahí ya di un bajón bueno.
El segundo corredor se me escapaba, estaba a punto de ser adelantado de nuevo y tanto la garganta como el pecho me ardían de forzar la respiración.
No sabía si se podía escupir en pista cubierta y tenía la boca tan llena de saliva que me costaba respirar, así que intenté tragar, pero me atraganté al entrar en la curva y casi piso el raíl de la cuera, tuve que manotear para recuperar el equilibrio.
Apreté de nuevo en la curva mientras intentaba respirar entre ataques de tos pero el tercer corredor ya se me iba también y volvía a ser adelantado.
En la siguiente vuelta uno de los corredores que iba delante, creo que tras el que corrí en la salida, se retiraba y por un momento mi objetivo fue no acabar como él, ya que volví a atragantarme al tragar y acusaba la fatiga del ritmo inicial.
Pasé el segundo mil en 3:19, tratando de recomponerme y descontando ya las vueltas que quedaban para acabar, que se me estaban haciendo eternas.
No le iba a recuperar la posición a nadie, pero tenía a tiro a un corredor al que podía doblar, así que me concentré en irle recortando metros poco a poco y conseguí adelantarlo en la entrada de la última curva.
Llegué a meta vaciándome, con un sprint desde el inicio de la última recta con todas las fuerzas que me quedaban y acabando en 9:41.69, con un último mil en 3:18 y una cuarta posición en la serie B.
La verdad es que mentiría si dijese que estaba contento con el tiempo, ya que en asfalto he hecho carreras de 10 kilómetros por debajo de 33 minutos, que es un promedio más rápido, pero al menos ya tengo una referencia para futuras pruebas en pista, porque si, me gustaría repetir.
Se me hizo extraño correr con las curvas peraltadas, el correr con clavos al final, una vez has entrenado con ellos, lo tienes asimilado y creo que si hubiese salido más conservador y pasado el ecuador de la prueba hubiese ido pillando corredores, me habría venido arriba.
En cualquier caso ha sido una experiencia más, que me dejó con los gemelos por corbata un par de días y la garganta y pecho tocados, pero que espero repetir este 2023 ;)
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