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VIII Carrera/Marcha Urbana por la igualdad Torrox

Nueva cita del circuito de carrera populares de la Diputación de Málaga, hoy en Torrox pueblo, donde disputaríamos seis kilómetros.

Aparcamos temprano, frente al centro de salud y tras recoger el dorsal y pasar por el baño del parque, me preparé para calentar.

Por suerte, al igual que en Riogordo, coincidí con Óscar y Carmona, con quienes compartí el calentamiento, escuchando atentamente las directrices del segundo.

Prácticamente recorrimos todo el trazado y de lo que no, Carmona nos explicó el recorrido, así que tras terminar de calentar y avisar a Mayte, bajé la calle.

Salíamos del Paseo de las Moreras, aunque pasaríamos por la Plaza de la Constitución dos veces antes de entrar a meta.

Tras bajar al paso de cebra, para completar los seis kilómetros y esperar a un compañero al que se le había olvidado el dorsal, nos pusimos en formación y comenzó la carrera.

Carmona y un muchacho de Nerja con barba salieron a toda pastilla y tardé varios metros en poder si quiera plantearme el alcanzarlos, ya que iban como balas.

Llegando a la plaza los alcancé y por el momento tiraba de la prueba, aunque escuchaba multitud de pasos muy cercanos.

Giramos a la derecha por Calle Baja y bajé un punto el ritmo, tanto por el desnivel como para dejar que alguno de mis perseguidores tirase si lo veía oportuno, ya que no sería la primera vez que tras más de media carrera marcando el ritmo, me acaban dejando atrás.

Por el momento no se animaba nadie, aunque escuchaba que el grupo se iba compactando y al llegar a Calle Pontil, Rubén Ariza empezó a asomar por el rabillo del ojo e incluso acabaría adelantándome.

Pasamos el primer kilómetro en 3:17 y por el momento me sentía cómodo.

No cedí mucho terreno y me pegué a su espalda, tirando él y yo hasta que tras el giro en la mini rotonda del final de la calle, quise aprovechar mi zancada en la bajada y tomé de nuevo la delantera.

Fuimos bajando a 3:15 aproximadamente, en los tramos de pendiente a favor sin duda más rápidos y ya no se oían tantos pasos detrás, así que parecía que nos estábamos destacando.

Tras el breve repecho de la Calle Alta y su frenética bajada llegamos de nuevo a la plaza, con casi el ecuador de la prueba superado y bastante gasolina en el tanque aún.

Como sabía que venía una nueva bajada, volví a apretar un punto el ritmo para ver si Rubén aguantaba o me dejaba marchar, ya que le notaba la respiración muy controlada y no perdía fuelle.

En las tachuelas hacia Calle Almodina parecía que le iba recortando un poco, pero en la bajada se pegaba de nuevo y al girar en los bloques por Nuestra Señora de las Nieves volví a notarlo pisándome los talones.

Habíamos completado un kilómetro a 3:20 y quedaban dos para meta, así que tendría que apretar en la subida para intentar ganar algo de margen o habría que disputar la prueba al esprint.

Como al muchacho lo conocían en el pueblo, por el momento en el que le animaban podía hacerme una idea de a cuánto estaba de distancia y entre eso y los pasos, que comenzaban a escucharse más débiles, me di cuenta de que empezaba a ganar algo de terreno.

Me puse como objetivo alcanzar las motos de policía que nos iban marcando el camino e iban parando y arrancando, dejando una última marcha para la subida final pero yendo ya justito de fuerzas.

Completamos el quito kilómetro llegando al parque de Calle Almedina, en 3:41 (más por el desnivel que otra cosa) y apreté un poquito el ritmo hasta que, al girar en el Paseo de las Moreras y sabiéndome ya casi en meta, vacié lo que quedaba y me lancé al esprint hacia meta.

Me daba la sensación de que llevaba a Rubén justo detrás, pero debí confundir el sonido de las calas del ciclista que nos acompañaba con pasos, ya que al entrar por meta tardó aún unos segundos en aparecer Rubén, que se había marcado un carrerón.

Enfríe un rato con Carmona y Óscar, entre otros y volví a reunirme con Mayte en la plaza.

Tras cambiarme y disfrutar de unas tapas y un zumito en la plaza del pueblo, desde donde teníamos una buena vista del resto de carreras, pero en especial, de las de los más peques, echamos la mañana hasta la entrega de premios, con una temperatura fenomenal para la época.

Ha sido una mañana muy entretenida, con un circuito rápido pese al desnivel y una visita que tenía pendiente de hace tiempo, ya que nunca había estado en Torrox pueblo y me ha gustado mucho.

La semana que viene nos veremos en la segunda popular del circuito de Fuengirola antes de retomar de nuevo el de Diputación de Málaga, que de momento, me está pareciendo fabuloso ;)


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