Por primera vez en años, hoy tenía una doble cita deportiva en el lapso de apenas unas horas, siendo la primera ineludible por celebrarse en Fuengirola y ser además solidaria, para visibilizar y apoyar la lucha contra el cáncer de colon.
Tras tomarme mi clásico cuenco de avena con agua y sacar a los perros, me vestí de corto y salí al trote a la churrería del recinto ferial, donde me esperaban los compañeros del PSOE de Fuengirola, que me atrevería a decir que hoy era el grupo más numeroso de la prueba.
Entre los participantes y todos aquellos que no pudieron asistir pero se inscribieron para colaborar con la causa casi llegamos a la treintena, me alegró mucho ver una respuesta tan enérgica con una causa que necesita tanto apoyo.
Tras saludar a los compañeros y recoger el dorsal pasé por casa de mis padres y comencé el calentamiento, de algo menos de veinte minutos.
La idea era completar la prueba en torno a diez minutos, seguir trotando hasta casa, ducharme, tomarme un batido recuperador y poner rumbo a San Pedro de Alcántara, donde me esperaba el XXXI Cross, dentro del circuito de Diputación Provincial de Málaga.
No podía, por tanto, pasarme de rosca en esta primera carrera, que por el nivel que veía en el calentamiento, que acabé con Riccardo, sabía que salvo sorpresa se acabaría llevando él la victoria y había un muchacho joven del Nerja que prometía también dar guerra.
Puntuales, nos colocamos bajo el arco de salida, pero esperamos un par de minutos ya que hubo gente que se estaba apuntando in situ a última hora y siendo como era una causa solidaria y no competitiva, cuantos más, mejor.
Agustín dio unas últimas indicaciones y nos comentó que no se llegarían a tres mil metros por poco, haciendo hincapié en que el giro sería antes de la rotonda de Mercacentro, en la mediana, aunque de todos modos, en esta ocasión iría una moto de policía guiando la prueba.
Con el pistoletazo de salida Riccardo tomó la delantera y yo le cogí el rebufo, aunque nos sorprendió, creo que a ambos, que en la recta hacia el Palacio de la Paz, un muchacho con equipación oscura tomó momentáneamente la cabeza de la prueba.
Giré en tercera posición hacia los arcos, bajando por el carril central para completar la vuelta al recinto ferial antes de salir a la avenida y poco a poco me coloqué a la par de Riccardo, liderando por momentos ambos la carrera.
El GPS marcó el paso por el primer kilómetro y me sorprendió ver que lo habíamos completado en 3:07 porque me notaba cómodo, pero el ritmo era mucho más intenso del que pretendía e igualmente se que en las distancias cortas Riccardo es más rápido que yo, así que baje un punto el ritmo.
Giramos a la derecha para coger la Avenida Jesús Santos Rein y Riccardo fue poco a poco ganando metros de ventaja mientras yo me estabilizaba a un ritmo de 3:13, con pasos cada vez más cercanos por detrás.
En el giro en la mediana de Mercacentro completé el segundo kilómetro, en 3:13 clavado y tras cambiar de sentido aceleré tras la estela de Riccardo, mientras me iba cruzando con los corredores que venían dispuestos a darnos caza.
Tenía claro que si me disputaban el esprint cedería la posición, ya que seguía yendo cómodo pero tenía un cross exigente en algo menos de tres horas, así que mantuve la cabeza fría y no me dejé llevar.
Parecía que poco a poco los pasos empezaban a distanciarse y llegué a apenas tres o cuatro metros tras Riccardo a la rotonda de los caballos, pero en cuanto llegamos a la altura del parque de la Veguilla, metió una marcha más y empezó a meter tierra de por medio zancada a zancada.
Me mantuve estable en cuanto al ritmo y en el giro en la rotonda del caballista para entrar en el recinto Ferial aproveché para otear y vi que llevaba varios segundos de ventaja al siguiente corredor, así que entre a ritmo controlado a meta, recorriendo los últimos 850 metros a un promedio de 3:12, un segundo más rápido que el kilómetro anterior, pero con buenas sensaciones.
Llegué segundo a meta, con un tiempo de nueve minutos clavados, a ocho segundos de Riccardo y con nueve de ventaja sobre Germán Prieto, el tercer clasificado.
Tras despedirme de mi madre, que estaba viendo la prueba, puse rumbo a casa, camino de la segunda cita del día...
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