Con un prematuro día estival, a diferencia del temporal de fondo que tuvimos en la primera cita, llegaba la segunda carrera del circuito de populares de Fuengirola.
La temperatura era veraniega y sabía que pasaríamos calor, pero qué gustito da correr con el sol acariciando la piel tras tantas semanas de frío.
Aprovechando para reconocer el circuito (aunque lo tengo bastante visto), bajé por el lateral izquierdo del río, en sentido de la carrera, subí por el puente y tras recoger el dorsal y en vista de la cola que había para el baño, continué el calentamiento hasta el siguiente de los baños automáticos de la playa.
Vuelta al trote saludando a numerosos corredores por el camino y directo al arco, aunque al final comenzaríamos en la recta frente al mismo, en el paseo marítimo.
Había un gran nivel, con Javi Carretero y Cristian Benítez a la cabeza, pero seguidos por corredores de gran talento como Sergio Luna, del Trotasierra, mi compañero Riccardo Trovato o Cristian Vilchez, del Caudete, que llegó a dos segundos de mí en la anterior cita (que ganó Riccardo), entre otros.
Me coloqué bien en la salida, preparado para coger sitio en la bajada al parque fluvial y salí tras Bodo, Sergio y Carretero, que comenzaron como balas.
Al llegar al parque fluvial ya tenía a Carretero liderando la prueba, seguido bien de cerca por Cristian, que llegaba haciéndose hueco desde atrás pero con fuerza y cerraba la cabeza de carrera Sergio.
Me coloqué tras ellos y tras pasar el primer kilómetro a 3:08 dejé que se fuesen alejando mientras me adelantaba Riccardo, en la rampa de subida al puente sobre el río.
Tras cuatro giros de 90º y uno de 180º regresamos al parque fluvial tras cruzar el puente y avanzar por la acera hasta el giro de tierra, donde derrapamos un poco.
Con Carretero y Cristian ya destacados y Riccardo tirando de nuestro grupo, decidí colocarme tras Sergio y llegamos en fila india hasta la rampa de ascenso al puente de la armada, bastante separados ya del siguiente grupo, en el que Cristian y Claudio Sepúlveda iban tirando.
Dimos el giro en el mismo puente y aprovechando la bajada y al ánimo que me dio ver a mi mujer, mi abuela y mis tíos, decidí cambiar el ritmo.
Sabía que en el sprint Riccardo era mucho más fuerte que yo y a Sergio aún se le veía muy entero, así que era el momento de jugármela para ganar la posición, ya que salvo sorpresa, en los grupos de delante y detrás, ni cogeríamos a nadie ni nos cazarían a nosotros.
Rodando a 3:23 y algunos segundos más en el cambio de ribera volvimos a encarar la larga recta hacia el puente de la armada, en la que Riccardo y yo, ya destacados, lucharíamos por el puesto.
Por momentos parecía uno de nuestros días de series, avanzando en paralelo hasta que alguno de los dos apretaba un poco el ritmo y ya en la subida al puente de la armada le gané la posición y apreté con todo lo que tenía en mi último órdago.
No surtió mucho efecto, ya que Riccardo cambió con soltura y de hecho tenía aún una última marcha que metió a falta de trescientos metros para llegar a meta, con la que me sacó cerca de diez segundos.
Yo iba ya agotado, con la oreja puesta por si escuchaba pasos desde detrás activar la última reserva, pero no llegó a hacer falta ya que Sergio llegó algo más de medio minuto después.
Aún así iba tan justo que por primera vez en diría que años, se me olvidó hasta parar el crono y lo detuve como minuto y medio más tarde.
La última vez dimos solo una vuelta al circuito (el año pasado) y el ritmo medio fue de 3:21 en 3170 metros.
Este año, con 5370 metro empleé 17:58 en completar el recorrido, exactamente al mismo ritmo medio, por lo que vamos por buen camino.
Estamos a una prueba de acabar el circuito de este año, la más larga, así que será mi oportunidad de luchar para volver al podio absoluto, o intentarlo al menos, que si la carrera tiene tanto nivel como hoy, no será nada sencillo.
Continuaremos por el momento la semana que viene con la popular de Villanueva de Tapia, ¡hasta entonces!
Comentarios
Publicar un comentario