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II Campo a Través Rincón de la Victoria

 


Tras ducharme y cambiarme llegó Mayte, así que apurando el recovery, salimos para el Rincón de la Victoria, más concretamente, para Torre de Benagalbón.

El miércoles en la sesión de pista ya me adelantó Agustín que el circuito era posiblemente el más duro de todos los cross de Málaga y aunque quería creer que exageraba, mi tocayo Juan, del Torremolinos, que ya había corrido, me confirmó que más que un cross, era un trail.

Me recomendó reconocer el circuito, así que me puse manos a la obra, encontrándome con Domi y Antonio, del Rincón de la Victoria, por el camino.

Domi fue durante muchísimos años del Club Atletismo Fuengirola y de hecho coincidimos en multitud de pruebas durante los años, a destacar, mis primeros 101 Kilómetros de Ronda y con Antonio siempre me he cruzado cuando he hecho la Carretera de la Muerte, así que fue una grata sorpresa encontrármelos.

Tras ponernos al día continué la marcha y di tres vueltas al circuito, todas diferentes, ya que iban abriendo y cerrando el circuito según las carreras que iban tomando lugar.


Mientas se preparaba una salida se entregaban los premios de la siguiente, así que todo parecía ir rodado y tenía pinta de que no tardaríamos en correr ni en recoger los premios (en caso de tener, que dado que Cristián no acudía, esperaba que sí).

Sin embargo hubo un incidente, ya que un corredor benjamín tenía una arritmia que no mejoraba, así que tuvieron que evacuarlo y sin ambulancia no se podía continuar.

Con la ambulancia de vuelta casi una hora después de nuestra salida y con una carrera de niños pendientes, consensuamos con los jueces que saldríamos todos juntos.

Los niños tenían una vuelta al circuito grande y una al pequeño y se quedó en una al circuito grande y nosotros teníamos cuatro vueltas al circuito grande, que acordamos dejar en tres.

Por un lado me venían mejor cuantas más vueltas, ya que tenía las piernas tocadas de la carrera de Fuengirola y se me dan mejor las pruebas largas, pero por otro, el circuito era muy duro y el calor ya a las dos de la tarde era sofocante, así que me uní a la mayoría.

Mi idea era colocarme en primera línea, pero viendo como metían codos las balas que harían solo una vuelta, dejé que se pusieran delante y yo me coloqué en segunda línea.


Con el pistoletazo de salida me quedé prácticamente a la cola de los niños, aunque liderando a los mayores y trataba de alargar la zancada para adelantar pero los niños se cruzaban y no me daban lugar.

Llegaba la primera cuesta y confiaba en que bajasen el ritmo y a unos pocos dejé atrás, pero el grueso del pelotón avanzaba cerrado y aunque iba pasándome de izquierda a derecha comiéndome matojos y ramas no encontraba hueco para colarme.

Quería llegar en buena posición para tirarme en la bajada, coger el liderato y dejar a los niños atrás, pero llevaba al menos una decena por delante cuando llegamos a la bajada y aunque bajaron mucho el ritmo, no había espacio físico para adelantar.

Y tampoco se iban a dejar, de hecho en la tachuela antes del zigzag saltó uno con energía desde atrás y me dejó un recado en las costillas con el codo, imagino que sin querer, pero para el tamaño del muchacho me sorprendió la fuerza que tenía.

Tras el zigzag llegaba una recta larga y pude adelantar a algunos niños, pero decidí quedarme donde estaba cuando vi que el circuito serpenteaba de nuevo, ya que igualmente iba el primero de la carrera absoluta y quedaba poco más de un kilómetro para que la carrera de los cadetes terminase.

Cuando llegamos al carril paralelo al río me coloqué en la derecha y un par de chicos me pasaron como balas.

Un hombre saltó al circuito y se puso a correr delante de uno de los chicos mientras le animaba y no sabía si seguir tras él o bajar un poco el ritmo, ya que había espacio justo para pasar y escuchaba a un cadete galopando desde detrás.

Por suerte se salió del circuito tras pasar el puente y pude apretar un poco el paso, aunque nada comparado con el de los dos cadetes que me pasaron uno por derecha y otro por izquierda en la misma línea de meta.


Ahora que ya podía correr cómodo, subí casi diez segundos más lento que en la vuelta anterior, cuando no podía correr cómodo, así que hice bien en mantener la posición en la primera vuelta, ya que la carrera se podía hacer muy larga.

En la bajada si que me tiré con fuerza, aprovechando el impulso para subir la tachuela y entrar en el zigzag, en el que calculé que sacaba algo más de diez segundos al segundo y tercer corredor.

Aproveché la pequeña recta antes de que el circuito se retorciese y llegasen las lomas para meter un poco de velocidad y en cuanto llegué al carril paralelo al arroyo metí un punto de velocidad, rodando momentáneamente a 3:43 y empleando solo un segundo más que en la primera vuelta en hacer el mismo tramo.




Al pasar por meta me ofrecieron un botellín de agua, del que di un buen sorbo y me eché el resto por encima, porque ciertamente estaba sofocado entre el calor y el esfuerzo.

Ya solo quedaba la última vuelta y en el giro por meta vi que le había sacado un buen trozo a mis perseguidores, ahora con Jorge en segunda posición tras remontar en la segunda vuelta, pero no me confiaba, así que apreté en la subida, ganando dos segundos al mismo parcial de la vuelta anterior.

La voluntaria de protección civil me felicitó en la bajada, aunque aun quedaba media vuelta y aunque en el tramo del zigzag, que completé justo cuando entraba Jorge, vi que llevaba una gran ventaja, no quería confiarme.

De hecho me quedé helado cuando el público empezó a gritar "vamos Jorge, que ya lo coges" y rieron al ver que me giraba.

Con la adrenalina ya corriendo por mi torrente sanguíneo y sabiendo que el final de la prueba estaba ya cerca metí la última marcha, acabando el último parcial a 3:35, el más rápido de toda la carrera.





Al fin me alzaba con la victoria en un cross, es en el que menos lo hubiese esperado por la dureza del trazado y el haber corrido hacía cuatro horas otras prueba, pero ayudó que no acudiese la élite, sobre todo Cristian, que llevaba pleno de victorias, con autoridad además en todas las carreras.


Por ahora esto es todo, al final a lo tonto han sido 27 kilómetros entre calentamientos y carreras, nada mal para un domingo.

¡Nos vemos la semana que viene en Villanueva de Algaidas!

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