Con algo menos de seis horas de sueño en el cuerpo y las piernas algo cansadas pusimos rumbo a Benamocarra, con urgencia incluida, ya que una vez en la zona de salida Mayte tuvo que aparcar la furgo mientras yo buscaba con desesperación un baño.
Tras quitarme un buen peso de encima y notando como el estómago finalmente se asentaba volví a la furgo a cambiarme y fui encontrándome con los compañeros del circuito.
Carmona y Rafa repetían también y otros como Óscar, que corrió la tarde anterior la media maratón de Granada también se unía a la cita.
Nos preparamos para la salida, que se retrasó bastante (ya de entrada yo pensaba que saldríamos a las 10 de la mañana), pero finalmente llegó.
Me sorprendió la velocidad que cogimos en la salida, ya que aunque teníamos la pendiente a favor, cuando llegamos al giro que nos introducía en el carril llevaba a cuatro o cinco corredores por delante, a los que fui dando alcance hasta quedarme en segunda posición.
Llegamos los cuatro primeros corredores en apenas dos segundos al giro hacia Calle Joaquín Turina, conmigo cerrando el grupo hasta que, aprovechando la bajada, alargué la zancada y me coloqué momentáneamente en cabeza.
Tras bajar brevemente por Calle Isaac Albéniz y el repecho de Calle Andrés Segovia bajamos por la Avenida Dolores Ibárruri, completando la primera vuelta.
Me duró poco, ya que metió un punto más de fuerza en la tachuela previa a la pendiente larga, a la que llegamos avanzando codo con codo.
A la altura de la rotonda se me empezó a escapar y aunque iba preparado por si le veía flaquear, apretó con agilidad al llegar a Calle Joaquín Turina y se iba volviendo en cada giro para controlarme, mientras iba poniendo tierra de por medio.
Metió un cambio de ritmo en la subida por Calle Andrés Segovia y ya sabía que no lo cogía, aunque no quería bajar el ritmo porque no sabía a cuanto vendrían mis perseguidores, así que me lancé con potencia al llegar a la Avenida y metí el último cambio tras girar para entrar en el campo de fútbol.
De hecho me quedé con ganas de soltar las pierna y cuando entraron Carmona y Óscar nos pusimos a trotar un poco por un lateral del campo de fútbol.
Tardamos en recoger el trofeo ya que se fue alargando la mañana, pero finalmente, casi a las dos de la tarde pusimos rumbo a Fuengirola, cerrando un fin de semana intenso del que salgo muy satisfecho.
Este finde te va a hacer más grande errante!! Siempre a más !!!
ResponderEliminar