Con las piernas bastante tirantes tras la carrera de la tarde anterior llegamos al olivar donde tendría lugar el cross y tras aparcar entre dos árboles me vestí de corto y me dirigí a recoger el dorsal.
Allí estaban ya David, Miguel Ángel y muchos más corredores, pero menciono a estos dos compañeros porque fue con quienes reconocí el terreno.Ellos habían sido segundo y tercero respectivamente en el cross máster, que curiosamente había ganado un juvenil y tras dar una vuelta al circuito pequeño esperamos a que pasasen los niños y continuamos por el recorrido largo, al que nosotros daríamos dos vueltas.
En la vuelta pequeña el terreno estaba bastante suelto y había que tener cuidado en los giros, pero en la vuelta larga, salvo en una zona muy peraltada en la que había muchas piedras sueltas el firme era compacto e invitaba a correr.
Nos cruzamos con Jono, un amigo con el que habíamos quedado y que iba calentando cuando acabábamos la vuelta y una vez en calor ya me dirigí a la zona de salida, donde nuestras mujeres y nuestros respectivos Leos nos esperaban.
No tardamos mucho en formar bajo el arco de salida y meta, me puse en primera línea junto a Torralvo, de Los Diablillos y me lancé cuesta abajo con el pistoletazo de salida.
Salí con ganas, a buen ritmo pero dosificando, derrapé en el giro donde comenzaba el ascenso a meta y al completar la vuelta pequeña dejé que Torralvo tomase la iniciativa.
Tras varios metros codo con codo cogió la delantera en la pendiente larga antes de coger la pista y fui a su espalda hasta la zona peraltada, donde apreté un poco el paso al notarme cómodo y lo dejé atrás justo en la zona donde había olivitos pequeños a cada lado, antes de comenzar la cuesta larga hacia la meta.
Pepe me esperaba con una chica del Cártama a la sombra de un árbol y mi mujer y Cristina, la de Jono, me animaron en el paso por meta.
Ya no escuchaba los pasos de Torralvo, pero aun así mantuve el ritmo estable porque llevaba delante un todoterreno de protección civil echando polvo y se me metía por nariz y boca.
La garganta me molestaba aun de la tarde anterior y se me irritaba más por el polvo y por alguna razón además se dio la vuelta el todoterreno y vino en dirección contraria, levantando más polvo aún.
Una vez atravesé la polvareda y me metí en la zona peraltada aumenté un puntito el ritmo, y me lancé hacia la pista de los olivitos con energía, sabiendo que quedaba menos de un kilómetro para llegar a meta.
Ese séptimo kilómetro fue el más rápido de la prueba, que completé a 3:29.
Afronté la última cuesta tratando de no perder el ritmo y entré a meta agradeciendo los ánimos y aplausos del público, que en los tres pasos por meta me transmitieron mucha energía.
Completé la prueba en 27:40, Miguel Ángel Torralvo llegó en 28:33 y completó el podio Jono, con 31:02.
Tras su llegada soltamos piernas por el olivar, compartiendo trote con Janine Lima y volvimos a la zona de meta para la entrega de premios.
Estoy particularmente orgulloso con el resultado, ya que estaba cansado de la tarde anterior pero pue dosificar bien el esfuerzo y hacerme con la victoria, algo que en los cross suele ser mucho más difícil que en las carreras populares.
Toca recuperar para luchar la semana que viene en los 10 kilómetros de Nerja, donde se espera una afluencia masiva y un nivel estratosférico ;)
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