Tras perderme las últimas ediciones por no poderlas compaginar por el trabajo, finalmente he podido volver a correr la Milla de Fuengirola, a beneficio de la Fundación Cudeca.
De nuevo acompañado por Mayte y Leo llegamos a Monda, nos dirigimos hasta la Plaza de la Constitución para retirar el dorsal y mientras ellos se acomodaban en la plaza, yo volví a la furgoneta a cambiarme.
Esta sería la primera carrera desde el nacimiento de mi niño que no me acompañarían él y Mayte en una carrera, ya que al ser nocturna acabaría muy tarde y nos trastocaría las rutinas.
La carrera de la feria de Nerja siempre ha sido especial para mí porque la había corrido en tres ocasiones previamente, justo el día después de la boda de un primo segundo, con compañeros del club y tras la pandemia.